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15 de junio de 2022 | Séptimo Arte

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La casa del lago, la película encabezada por Keanu Reeves y Sandra Bullock que dirigió un argentino

Alejandro Agresti estuvo al frente de esta drama romántico que se estrenó hace poco más de 15 años. Junto a él trabajó Alar Kivilo, director de fotografía, que conversó con Spoiler sobre esta experiencia.

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por:
Federico Carestia

Hollywood y los realizadores argentinos no son conceptos completamente ajenos entre sí. Está claro que producir una película o una serie en nuestro país no es lo mismo que hacerlo con presupuestos infinitamente mayores, pero hay algo del ojo creativo que suele tentar a los productores de tierras norteamericanas, que vienen a buscar a directores nacionales. Basta pensar en los casos de Andy Muschietti, al frente del próximo film de Flash, Damián Szifrón y su próxima película Misanthrope, o Juan José Campanella y todas las series que dirigió como La ley y el orden o Night Sky.

Uno de los argentinos que tuvo el orgullo de dirigir en Hollywood fue Alejandro Agresti, que en 2006 estuvo al frente de uno de los dramas románticos más recordados por quienes consumen este tipo de historias. Fue La casa del lago, una película que mezclaba viajes en el tiempo con dos amantes que no podían coincidir en tiempo y espacio pero que lograban comunicarse a través de cartas que se enviaban mediante un buzón mágico.

Uno de los responsables de ayudar a Agresti en esta película fue el director de fotografía Alar Kivilo, un canadiense con experiencia en Hollywood que, según dice, sirvió como "puente" para unir el mundo de Agresti, del cine arte, con el de la industria más importante del mundo. En una entrevista con REALPOLITIK, Kivilo contó cómo fue ser parte de La casa del lago, junto a Keanu Reeves y Sandra Bullock como protagonistas.

RP.- ¿De qué manera llegó a trabajar con Alejandro Agresti?

La historia de La casa del Lago es interesante, porque estaba yendo a Toronto... Vivía en Los Ángeles pero iba a Toronto a rodar un comercial. Le dije a mi esposa que volvería en tres días. En ese tiempo me llamó Alejandro Agresti y me dijo: "Te gustaría venir a hacer esta película". Fue todo muy rápido. Me subí a un avión, leí el guion en el avión y de ahí me pasaron a buscar para llevarme al set. Fue el mismo día que Sandra Bullock comenzó a trabajar en la película.

RP.- ¿Qué recuerdo tiene del rodaje?

Todo en La casa del lago fue una experiencia interesante para mí también, debo admitirlo. Porque creo que Alejandro Agresti es un director excepcional y talentoso, con una visión muy marcada de lo que quiere. Es lo que llamo un verdadero director de cine, que sabe de lentes, de vestuario, de iluminación. Tiene una idea para todo el conjunto y no solo trabajar con actores. De algún modo, la experiencia de La casa del lago fue la menos colaborativa que tuve con un director, porque estaba muy metido en todo. Se centraba mucho en encontrar y ponerle su propio sello. En esa película, mi trabajo fue apoyarlo constantemente. Mi trabajo también fue cultural, en el sentido de que todo el mundo de Hollywood era muy extraño para Alejandro, que venía del cine arte. No fue colaborativo pero sin embargo fue una de las experiencias creativas más satisfactorias que tuve.

RP.- ¿Cómo fue trabajar con un set construido en un lago?

Era un set arriesgado, de vidrio y estaba en el exterior. Así que estabas por completo a merced del clima. Y demostró ser un director de verdad. Es muy fácil decir: "Ok, quiero que sea así, así lo voy a construir y así se va a ver". Para hacer eso, para garantizarlo, tenían que haber construido un set con pantallas azules y luego tenías el control completo. Pero perdés la casualidad del clima. Era un set asombroso, Nathan Crowley fue el diseñador de producción. Es muy talentoso y se convirtió en el diseñador de producción por excelencia de Christopher Nolan

RP.- La película no se estrenó en cines y fue directo a DVD. ¿Influyó en su trabajo?

Oí que esto es lo que hace Steven Spielberg, no sé si es verdad, pero se la robé a Steven Spielberg. Aparentemente, esto pasa cuando estás encuadrando para la televisión y no para la gran pantalla, la gente se reúne alrededor del monitor y todos ven el trabajo en este pequeño monitor en el set. Esa es tu referencia. Spielberg hace algo interesante, hace que su director de arte o del departamento de arte corte siluetitas de gente y pegan esto en la base de la pantalla para que parezca que estás en un gran cine, porque tiene esas referencias con esa gente pequeña alineada y la pantalla. Si tienes un primer plano así, con los ojos y la nariz, y ves a la audiencia pequeña en la base, sabes que es un primer plano inmenso. Lo importante de eso es que a menudo los planos abiertos, que tienden a ser cinematográficos y te dan un sentido del lugar y dónde viven los personajes, tienden a ser sacrificados porque la gente ve la pantalla pequeña y dice: "Es un plano amplio, no veo nada interesante allí".

RP.- Es una película con correspondencia física. ¿Cree que podría adaptarse en estos tiempos de redes sociales?

En el corazón de cada película está la historia y creo que cosas como el amor y las relaciones, si se cuentan con honestidad y humildad, incluso asumiendo cómo cambiaron las mecánicas de las relaciones en los últimos años, con las redes sociales, internet y todo eso, creo que es posible captar ese sentimiento. Y es posible en dos frentes. hacerlo asumiendo por completo a la cultura popular, asimilando al mundo, la tecnología... Pero también pienso que La casa del lago... Espero que la gente la considere más un clásico, pero otra forma de decir "clásico" es decirle anticuada. Y es una historia de amor anticuada. (www.REALPOLITIK.com.ar) 


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