Nacionales
Políticos ricos, pueblo pobre
Mientras Batakis arremete contra el turismo, Nicolás Kreplak toma cervezas en Madrid
Severas contradicciones entre los dirigentes del gobierno. La ministra de Economía buscó frenar los viajes a exterior mientras su hijo paseaba por Londres, y el titular del ministerio de Salud bonaerense fue fotografiado de tapas por las calles de la capital española.
La recientemente asumida ministra de Economía de la Nación, Silvina Batakis, inauguró su gestión con una frase polémica: “El derecho a viajar colisiona con la generación de puestos de trabajo”. Decidida, arremetió contra la industria del turismo y hasta se propuso terminar con los pagos en cuotas de los regalos del free shop.
Las colisiones en los derechos que menciona Batakis, al parecer, sólo rigen para los otros y no para los dirigentes del gobierno. En efecto, la primera polémica estalló cuando se supo que, mientras la ministra arremetía contra los viajes al extranjero, su propio hijo se encontraba en Londres. Mientras desde el ministerio de Economía se buscaba justificar los dichos de Batakis, desde el ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires dejaron trascender una bomba que dejaría a los dirigentes desprovistos de cualquier explicación: al ministro bonaerense Nicolás Kreplak lo fotografiaron degustando cervezas en Madrid.
Ajeno a la crisis económica que atraviesa su provincia, a la llegada de la séptima ola de COVID-19 en Europa y a las afirmaciones de la flamante ministra de Economía, Kreplak se iba de tapas por la capital de España, disfrutando de un verano de calor y algarabía en los bares madrileños.
Desde La Cámpora buscaron cubrir al dirigente kirchnerista asegurando que se trata de un viaje justificado, dado que Kreplak se encuentra asistiendo a un curso de verano sobre organización, gestión e innovación de servicios de salud. Sin embargo, no quedó claro por qué la actividad no fue anunciada oficialmente. Un ministro de la provincia de Buenos Aires deja el país, y nadie al parecer tomó la precaución de notificarlo.
Las contradicciones continuaron in crescendo. Mientras La Cámpora aseguraba que el viaje no había costado nada a las arcas provinciales porque fue pagado por los organizadores, desde España se afirmó que el único concepto que está incluido es el del taller, por un valor de 1.500 dólares. Ninguna autoridad bonaerense supo explicar de dónde salieron los dólares para financiar el pasaje aéreo, los traslados o el alojamiento.
El viaje de Kreplak y la contradictoria postura de Batakis, que mientras criticaba al turismo enviaba a su hijo a un viaje de doce días a Londres a través del coqueto y costoso colegio ORT, dejó en claro que la crisis y la escasez de dólares no es igual para todos. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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