“Sin seguridad no hay economía exitosa”

Para lograr éxito en un plan económico debemos primero tener justicia independiente sin corrupción, sin impunidad; tener un estado eficiente; eliminar los gastos políticos innecesarios; tener una eficiente y excelente educación; tener un sistema laboral moderno; tener seguridad en todos los aspectos de la vida diaria.

Los seis primeros temas ya los traté, hoy me referiré a cómo tener seguridad en todos los aspectos de la vida diaria.

Hemos perdido los conceptos básicos de una república, hemos degradado a instituciones que nacieron con la patria misma y que hoy mantenemos con nuestros aportes.

Nunca, en medio siglo de vida razonada sobre esta tierra, estuvimos los ciudadanos tan desamparados y que la vida sea una especie de lotería. Te robaron, te violaron, pero bueno, no te mataron… Basta, basta. Hay responsables y la muerte antinatural de 315 mil habitantes de la Argentina en los últimos 39 años, nos debe llevar al cumplimiento de la frase que se dice en la asunción de funcionarios: “Que Dios y la patria me demanden”, pues hay que comenzar a demandar.

En los últimos 39 años en la Argentina murieron aproximadamente 315 mil personas en forma “antinatural” sea por la inseguridad civil, vial, drogas, etcétera. Por acción, inacción o ignorancia del estado, las muertes antinaturales nos están convirtiendo en un país no digno de ser vivido.  

Lo primero que debemos lograr es que las autoridades municipales, provinciales y nacionales (sean ejecutivas, legislativas o judiciales) reconozcan la emergencia de seguridad tanto civil, vial, de drogas, etcétera. Y además su responsabilidad en el tema. 315 mil muertes antinaturales es un número que está por sobre las internas, los cargos, la impunidad económica, la oposición, las ideologías, los partidos políticos, etcétera. Primero debe estar la vida. 

Orden. Aceptar y respetar todas las ideologías, las religiones y formas de pensar, que sin orden en todos los rincones del país, es imposible crecer, estudiar, trabajar, progresar, vivir: en familia, en comunidad, generar inversiones, etcétera.

La educación es la base de la formación humana. Pero sin orden es imposible lograrla. No se puede enseñar educación en el medio de la calle, en el medio de un piquete, en el medio de una manifestación, en el medio de un estado de inseguridad y violencia. Se necesita crear un estado de reflexión, de concentración, de tranquilidad, de seguridad, tanto del que enseña como del que aprende.

La base de toda comunidad organizada es la familia y el pilar indiscutido del núcleo familiar es la madre, madre que nos forma culturalmente desde su vientre. Ahora bien, para educarnos, para enseñarnos a comer, a caminar y a ser buenas personas, la madre vive poniendo orden, orden de todo tipo, disciplina, rutinas a cumplir, caminos a seguir, libros a leer, esta comida sí, esta otra no, en síntesis: ¿Usted conoce alguna persona que ponga más orden que la madre durante nuestro crecimiento? De cada dos sí, hay ocho no, y sin embargo cuando comenzamos a caminar solos, esa forma de orden casi autoritaria de su figura se convierte en lo más dulce que nos pasó. Porque gracias a ese orden, crecimos, nos desarrollamos, somos gente de bien, amamos y formamos otro hogar.

De igual modo que el trabajo dignifica a los seres humanos, pero sin orden, nadie se anima a invertir en producción, sólo lo hacen algunas grandes corporaciones, que tienen monopolios y una amplia seguridad sobre sus bienes y empleados. Pero estas corporaciones sólo le dan trabajo al 5 por ciento de la población activa, mientras que las pymes y las pequeñas empresas, que son las más afectadas por la inseguridad, le dan trabajo al 95 por ciento de la población activa. ¿Usted estaría a cargo, o pondría al frente a un hijo, de un negocio o taller u otra actividad, después de dos robos a mano armada? Yo no, y hoy en la Argentina hay emprendimientos que han sufrido más de dos, cinco o una decena de ataques delictivos. Por lo tanto, sin orden, no hay educación, no hay inversión, no hay trabajo, no hay dignidad de las personas.

Todos los actos de nuestras vidas están dispuestos para vivir en orden, cuando diferenciamos vereda de calle, decimos, por la vereda las personas, por la calle los vehículos. ¿Qué pasaría si rompemos el orden?  

Cuando ponemos un horario en la escuela, es orden. Si lo rompemos, el maestro puede ir a la mañana y los alumnos a la tarde. Chau educación.

Millones son los ejemplos diarios de orden, pero hasta Dios puso orden en nuestra llegada a la vida, nueve meses, ordenó el día y la noche, ordenó la naturaleza, y el hombre está todos los días tratando de romper ese orden, así nos está yendo. 

Orden no significa palos, sino que significa respeto, disciplina,

Educación, cultura, justicia, respeto a la naturaleza, a los mayores, a los niños, a los seres humanos sea cual fuera su manera de pensar, a la dignidad, prevención y en última instancia orden significa respeto, comprensión y justicia por los pecadores.

El orden es un bien preciado por los hombres civilizados, honestos y respetuosos, y es despreciado por los violentos, por los deshonestos, por los ladrones, por los vendedores de droga, por los delincuentes, por los terroristas y por todos aquellos que desprecian la vida, sea propia o ajena.

1.- Jerarquizar las fuerzas armadas, el estado paga con impuestos de la sociedad y las entrena para defender la patria.

Llegó la hora de jerarquizar nuevamente a las fuerzas armadas, dotarlas de recursos y a falta de conflictos bélicos con nuestros vecinos, encomendarles la tarea de controlar las puertas de nuestras fronteras, de modo tal, que sepamos minuto a minuto quién y qué cosa entra o sale o está volando sobre nuestro espacio aéreo o flotando en nuestros ríos y mares.

Cuando digo jerarquizar a las fuerzas armadas, lo digo porque nunca debió degradarse a la institución, porque si mil hombres desviaron su camino, no debemos olvidar que la institución en su totalidad tenía cerca de 150 mil efectivos.

2.- Control total de las fronteras, marítimas, terrestres y aéreas, con el objeto de cuidar el patrimonio cultural y económico, y a la vez evitar entrada de droga, armas o personas indeseables a nuestro territorio.

3.- Premiar monetariamente a las fuerzas armadas por evitar la entrada de droga y el contrabando.

4.- Premiar monetariamente a todo ciudadano que denuncie a personas que venden droga, se debe realizar en forma anónima sí o sí, por razones de seguridad, creando a tal efecto una justicia y policía especial que actúe en forma inmediata.

5.- Utilizar la gente que recibe planes sociales para la construcción de viviendas en barrios policiales creados a tal efecto.

6.- Bares, salones bailables, recitales, etcétera, cerraran en todo el país a las 23.00, pues al otro día hay que trabajar o estudiar, y además eso ordenaría al personal policial en cada ciudad de nuestra patria.

7.- Capacitar a todas las fuerzas policiales, que tengan un sueldo y un horario digno. Ellos tienen familia como todos los ciudadanos, y cambiar las leyes que hacen que el delincuente que sale a la calle con un arma blanca o de fuego tenga más consideraciones que el policía mismo.

8.- Al cambiar el Consejo de la Magistratura, tendremos real representación del pueblo, por lo tanto, castigar o sacar de función a los jueces y fiscales que eliminan pruebas o reducen condenas de delincuentes en forma discriminatoria y sin lógica alguna.

9.- Castigar al personal de seguridad nacional, provincial y municipal con más el 50 por ciento de las penas que correspondan en caso de ser encontrado culpable de hechos delictivos. Así como hay que protegerlos, premiarlos por su esfuerzo, solucionarle el problema habitacional, etcétera, también hay que castigarlos ante hechos delictivos. Llevar un uniforme y un arma no lo autoriza a delinquir.

10.- Ordenamiento de la seguridad nacional, provinciales y municipales. Crear una policía interprovincial que coordine las tareas entre dos o más provincias y el gobierno nacional.

11.- Poner la justicia en velocidad y aptitud a nivel con lo que requerimos del sistema policial. Por esto pedimos que el Consejo de la Magistratura esté formado por ciudadanos que no pertenezcan a ninguno de los tres poderes.

12.- Ningún preso con condena, puede salir con salidas transitorias, ni reducción de penas, sin acuerdo de las legislaturas nacionales o provinciales, y el Consejo de la Magistratura correspondiente.

Más de 150 propuestas concretas y ampliación de lo precitado en seguridad en www.joseluiskelly.ar.

(*) El ingeniero José Luis Kelly es precandidato a presidente de la Nación.

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