Fue víctima de una red que vendía bebés: Cuarenta años después le revelaron el secreto de su vida

"A los cinco años de edad estaba jugando en una plaza en el barrio Balvanera, Capital Federal, con mi madre y de pronto una señora se me acercó y mi mamá la frenó. Yo en ese momento pensé que quería hacer algo, pero yo seguí jugando porque tenía cinco años y no tenía mucha noción de las cosas", inició Néstor Zorio.

"Siempre me criaron en una cajita de cristal y me cuidaban mucho. Resulta ser que esa señora no llegó hasta mí y mi mamá la agarró de un brazo, frenándola", continuó. Luego de ese primer acercamiento, la mujer desconocida por él retornó: "Al ratito la señora volvió a pasar por al lado mío, no me dijo nada, me miró y se fue. Yo con mis cinco años lo único que hice fue preguntarle a mi mamá quién era y me dijo que era una amiga, pero que no iba a volver más".

Seguidamente, relató que "hasta los diez u once años era recurrente que me hiciera pis en la cama y siempre tenía una misma pesadilla cada vez que me enfermaba, que era soñar con pasillos y puertas muy sin luz, muy en penumbras. Después en la escuela cuando había un acto me preguntaban mis compañeros si mi mamá era mi abuela".

Asimismo, el hombre contó que "en el año '90 ya en mi cabeza sentía que al contrario de otros casos me habían incluido mucho en el seno familiar, pero siempre sentía soledad porque realmente yo estaba solo". Ya de grande, cuando paseaba con su hija y su esposa protagonizó otro episodio, similar al de la plaza: "Durante esa época, en un shopping que estaba a unas cuadras de esa plaza que relaté de cuando tenía cinco años, ya con familia, se me acercó una mujer y me agarró desde atrás, me apretó y me susurró que estaba contenta porque ya había formado una familia. Al darme vuelta, desapareció, no estaba más".

"A los diecisiete años una novia que tenía en esa época me planteó que mis papás no se parecían a mí y ahí ya había empezado a tener esa duda donde no me cerraban muchas cosas", recordó. Ante esto le planteó a su mamá la duda y le respondió "con algunas malas palabras, pidiéndole que su papá no escuche lo que le había consultado".

Finalmente, la verdad de Zorio salió a la luz: "Hace más o menos diez años me contacta una prima segunda por parte de mi papá vía Facebook y me dice que tenían que hablar conmigo. Ella vivía en un pueblo al sur de Santa Fe y agarré mi mochila y me fui porque yo siempre presentí que había algo raro. Entonces, llegué y me confirmó la mamá de mi prima que yo no era hijo de mis padres de crianza".

Para cerrar, describió el diálogo con su tía: "Me dijo que Juan y Zulema no eran mis papás, pero que no sabía de dónde había venido. A su vez, me admitieron que la familia tenía un pacto de silencio donde habían acordado no decirme nada a mí". (www.REALPOLITIK.com.ar)

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