Para la Socieded Rural, Massa aún tiene el crédito abierto

El titular de la entidad criticó duramente las medidas del gobierno, pero le abrió el crédito al superministro. Nicolás Pino afirmó que las retenciones son “ilegales e inconstitucionales”, denunció un “saqueo al campo” y subrayó que en lo que va del año la agroindustria aportó 19.000 millones de dólares, 90 por ciento más que la media histórica para ese período.

“En estas últimas 48 horas -afirmó- el gobierno ha tomado decisiones que nos incluyen como sector productivo: esperamos que la nueva conducción económica esté a la altura de la difícil situación que atraviesa el país, y que genere la confianza necesaria para atravesar estos momentos”, añadió.

También lanzó una advertencia referida a la unificación de ministerios: “Queremos decirles: el sector agropecuario es lo suficientemente importante como para mantener el rango ministerial”.

El sector agroindustrial “genera más de un tercio de toda la fuerza laboral del país: desde los emprendedores y los trabajadores que realizan la enorme variedad de tareas de producción y elaboración de los frutos del campo, hasta la red de científicos, técnicos, comercializadores y transportistas”, enfatizó Pino. Y agregó: “Somos 227 mil productores y existen 25 mil establecimientos y empresas que transforman lo que produce el campo”.

El estado -en la visión de la SRA, “debe proveer seguridad, salud, educación, justicia, una moneda fuerte e infraestructura a los ciudadanos. Es el campo, en este momento, el que más contribuye a que el estado pueda cumplir con esa función”, sentenció.

“Parece mentira que nos hayan calificado de especuladores”, dijo Pino, quien se quejó de que  mientras para importar insumos el campo paga un dólar de cerca de 300 dólares, un productor sojero recibe por sus exportaciones un dólar de menos de 100 pesos.

El “saqueo al campo” significó que en los últimos veinte años el sector pagara 130.000 millones de dólares en impuestos, una suma equivalente a lo que se invirtió en el plan Marshall para auxiliar la reconstrucción europea tras la segunda guerra mundial. “Paradójicamente, la situación social está peor que cuando las retenciones se reimplantaron, en 2002”, subrayó. Y adelantó que “los gobernantes deberán dar cuenta de estos ante la sociedad”

El clima de la apertura era espeso. Flotaba la tensión en el ambiente, y los agravios y descalificaciones hacia el presidente y la vice se reiteraron entre los asistentes. Sin embargo, Sergio Massa recibió una consideración diferente. Se notaba cierta expectativa acotada respecto de los cambios que podría imprimir a una gestión que, hasta ahora, parecía condenada a un fracaso inexorable.

Si bien no se expresó un entusiasmo excesivo, la carta de crédito al nuevo superministro está abierta. No se desconfía de sus intenciones sino de las eventuales reacciones y condicionamientos que podrían surgir de parte de Alberto y, sobre todo, de Cristina. En definitiva, es la misma precaución y expectativa que comparten todos los argentinos. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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