Con recursos municipales, Mayra Mendoza promueve la causa palestina

De acuerdo a datos oficiales, la ciudad de Quilmes se mantiene entre los primeros lugares del preocupante ranking de las más pobres de la provincia de Buenos Aires. Tras los efectos de la pandemia y una gestión municipal que es calificada como “deficiente”, el Concejo Deliberante local no tuvo otra alternativa que aprobar la emergencia alimentaria en el distrito.

La votación, que fue aprobada por mayoría absoluta, no estuvo exenta de polémicas. En efecto, la gestión de Mayra Mendoza se encuentra investigada por la Justicia tras una denuncia de haber desviado fondos, utilizando cooperativas para dicho fin. “En este escenario, la emergencia administrativa le brinda a la intendente la posibilidad de contratar de forma directa y excepcional empresas de productos alimenticios. Le estamos dando la navaja al mono”, aseguró un edil de la Coalición Cívica ARI que, horas después, aseguró que estaba siendo víctima de una persecución política.

En este acuciante contexto político, judicial y económico, los funcionarios de Mendoza parecieran demostrar, una vez más, vivir en una suerte de realidad paralela, alejada de las vicisitudes de sus ciudadanos, la pobreza y el desempleo. En efecto, el director General de Relaciones Institucionales de Mayra Mendoza, el politólogo Fernando Collizzolli, decidió dedicar su tiempo a analizar la llamada “causa palestina”.

El entuerto consiste en un conflicto entre Israel y Palestina que se remonta a principios del siglo XX. En aquel entonces, y en respuesta al creciente antisemitismo que se vivía en Europa, surgió un movimiento sionista que buscaba establecer una patria para el pueblo judío en Palestina. Esta situación se intensificó cuando, en medio del holocausto nazi, miles de judíos llegaron al lugar en busca de refugio.

Esto generó numerosos brotes de violencia entre palestinos y judíos en la región, lo que motivó un intento de solución de Naciones Unidas sobre el final de la segunda guerra mundial, aprobando la partición del territorio en dos: una parte judía y otra árabe. Los judíos aceptaron el acuerdo, pero los árabes lo rechazaron, lo que motivó el estallido de una guerra civil que aún se mantiene en la zona.

A pesar de la importancia del conflicto en términos históricos, poco y nada tiene que ver con los urgentes problemas que aquejan a los ciudadanos quilmeños. Pobreza, empleo informal y una alta tasa de criminalidad afectan a la región. En este contexto, resultó llamativo que Fernando Collizzolli, funcionario de Mendoza, haya volcado su preocupación por un tema de política exterior que nada pareciera tener que ver con su gestión.

De acuerdo a las publicaciones del propio Collizzolli, la gestión de Mendoza involucró en la llamada causa palestina a la Casa de la Cultura de Quilmes en el armado de encuentros, con el objetivo de acordar futuras exposiciones en la temática. Mientras tanto, la Justicia avanza con la investigación de diez funcionarios de la gestión de Quilmes, quienes junto a cuatro cooperativas y una docena de empresas contratistas habrían llevado adelante un multimillonario desvío de fondos que incluyen tres inversiones en Miami. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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