Abogado porteño pide una autopsia para su padre por no creer que falleció de COVID-19

Favio Fernández, un abogado que vive en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), pide que le realicen una autopsia al cuerpo de padre, quien falleció a los 69 años y, contrario de lo que los médicos le dijeron, asegura que no murió de COVID-19. Aún peor, el letrado dijo a este medio que, pese a que su papá rechazaba la práctica (lo que constaba en su historia clínica), lo intubaron, lo que habría propiciado su fallecimiento.

“Tuve una discusión con el director del hospital en muy malos términos, con una falta de respeto y manifestando una clara animosidad contra los no vacunados. También he conseguido, mediante un pedido de acceso a la información pública (ley 104 de CABA), un prospecto de un fabricante de test de antígeno (lo que usaron con mi papá), el cual reconoce que arroja falsos positivos ante exceso de mucina (mucosidad), sangre, etcétera”, contó.

El padre de Fernández murió el 8 de febrero y su cuerpo todavía está en la morgue del poder judicial de la Nación porque se niegan a hacer la autopsia (la cual, según el abogado, fue ordenada por el fiscal de la causa). “Incluso, la morgue judicial adjuntó el protocolo al expediente judicial, en donde dice que deben hacerse autopsias en causas de sospechosa criminalidad, como es este caso, pero ni siquiera cumplen su protocolo”, lamentó el letrado.

MÁS IRREGULARIDADES

Como si todo esto fuera poco, el abogado denunció ante este medio que la historia clínica fue adulterada y que “en el último allanamiento conseguí el resultado de los cultivos (no estaban en la historia clínica) que mostraban una infección bacteriana y una infección fúngica, pero en el hospital siempre me insistieron que solo tenía COVID-19”.

“Por lo tanto, al día de hoy seguimos siendo rehenes de los protocolos. Dado que, por protocolo de la morgue judicial, sigue sin hacer autopsias completas para quienes fallecen con la etiqueta COVID, y por protocolo de los ministerios de salud, los malos médicos siguen aplicando tratamientos iatrogénicos cuales autómatas sin detenerse a pensar qué le está pasando a cada paciente en su caso particular”; se quejó Fernández.

Conjuntamente, en la búsqueda de respuestas sobre la muerte de su padre descubrió que la directora de la morgue, Adriana D’Addario, reconoce en una publicación científica que no hay evidencia para suponer que un cadáver de una persona que haya fallecido por coronavirus represente un riesgo de contagio para quien realiza la autopsia. “O sea que hicieron un protocolo sin base científica ni legal para incumplir sus deberes como funcionarios públicos”, sostuvo el damnificado. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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