Historia
La Justicia avanza
El fiscal Luciani recurre a la iglesia porque no quiere terminar como Nisman
El fiscal Diego Luciani, que investiga a Cristina Fernández en el juicio por la obra púbica durante su gobierno, confiesa estar asustado. Después de haber hecho todo lo posible para lograr popularidad a través de la causa, ahora comenzaron a caerle las fichas y teme terminar del mismo modo que su colega Alberto Nisman.
Diego Luciani es un católico consecuente y militante. Y por esta razón acudió a un obispo de su amistad para solicitarle que se comunicara con el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, para garantizarle su seguridad.
El jueves pasado, Luciani vistió junto a su familia la parroquia del Espíritu Santo, en las Lomas de San Isidro, mientras intermediarios eclesiásticos se comunicaron con Aníbal. La visita trascendió a partir de un posteo en las redes sociales.
La respuesta del ministro de Seguridad -según filtraron los intermediarios religiosos- fue contundente: “No soy Sergio Berni", explicitando así la confrontación existente entre ambos. Además, Aníbal les habría notificado que Cristina Fernández de Kirchner también le pidió que lo protejan, temiendo una acción violenta y destituyente de la oposición contra la vida del fiscala Luciani, habida cuenta de las presiones que sufrió Nisman de parte de los principales referentes de Cambiemos días antes de su fallecimiento.
El caso Nisman sigue siendo una incógnita para la sociedad argentina, y las interpretaciones son el producto del posicionamiento en la grieta antes que de una investigación seria y transparente de los poderes públicos, que nunca existió.
Cristina “va a tratar de voltear el alegato, pero no quiere que le pase nada”, fue la respuesta de Aníbal Fernández, tratando de dar seguridades a lo eclesiásticos.
En los últimos días Luciani adquirió un enorme protagonismo en los medios a partir de su alegato en la causa Vialidad, ya que no sólo involucra a la vicepresidenta sino también al diputado Máximo Kirchner. En el mundillo judicial se asombran y aseguran que sus argumentos superan largamente los enunciados por el fiscal fallecido. “Ni comparación con lo que había denunciado el fiscal Nisman”, sostienen.
Pero Luciani parece haber dado un paso mucho más largo del que le permitían dar sus piernas, y ahora es presa del pánico. En la ceremonia religiosa del jueves pasado fue reconocido por los feligreses, que lo felicitaron, al igual que el párroco Pancho Peña. La noticia se viralizó en las redes sociales: “Nos contó que tiene amenazas, nos dijo que se sentía bien en la parroquia, que es bueno saber que estamos a su lado. Le dijimos que rezamos por él y los otros fiscales”.
Así lo contaron los asistentes: “Nos contó que son cinco los que han estudiado y armado la causa. Que es verdad que son 3 toneladas de archivos y papeles. Estaba con su señora, los dos muy sencillos y francos. Alguien dijo recemos un Ave María a la virgen pidiendo por Luciani y otra por Pancho, y nos pusimos mirando a la imagen de María y rezamos”.
Luciani fue oficialista durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y militaba en Justicia Legítima. Algunos de sus allegados sostienen que “luego se asqueó de la corrupción K y está trabajando a conciencia”. Otros sostienen que abandonó el barco cuando su militancia cristinista le empezó a cerrar puertas dentro en su carrera judicial.
Ahora aplica la fe del converso, endureciendo los argumentos al extremo para que quienes recuerdan su pasado cristinista lo acepten. Pero su excesiva pretensión de protagonismo lo traicionó. Y ahora naufragan entre quienes creen en la sinceridad de sus temores y quienes opinan que sólo es parte del acting en su carrera a la fama. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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