Historia
Con los ojos en el 2023
Una arriesgada jugada de Facundo Manes tensa las cuerdas en la UCR
La propuesta del diputado nacional y neurocientífico, Facundo Manes, para disputar una precandidatura a presidente del país, por la UCR registró un alto impacto que sus correligionarios empezaron a analizar desde más de una perspectiva.
Si bien no está previsto en la legislación vigente para partidos políticos, Facundo Manes pretende que en una interna partidaria se defina a un único candidato a presidente en representación de la UCR para luego ir con todo ese volumen político de cara a las PASO. Algo así como una semifinal de cara a una confrontación con el o los candidatos que defina el Pro.
Si no hay internas, muchos también pensaban en algún tipo de consulta informal en distintos comités y que tenga un carácter vinculante desde el punto de vista moral. Esto es, que los derrotados en tal confrontación resignen, sólo de palabra, su continuidad en la carrera hacia la Casa Rosada.
Otra alternativa eran las clásicas asambleas que si bien son menos representativas, implican una suerte de sondeo de mejor calidad que las realizadas por encuestas telefónicas o en redes sociales, cuyos niveles de muestreo y de fiabilidad pueden generar suspicacias.
Lo cierto es que, con una UCR que firmó y ratificó su incorporación a una coalición, se volvió muy difusa –aunque no imposible- ese modo de definición tal como pretende el legislador nacional. Entre muchos hombres y mujeres de Alem no tienen muy clara una posibilidad así, salvo un acuerdo moral que esté muy vinculado a otro tipo de internas como las partidarias.
Sucede que en breve habrá internas para cargos partidarios como, por caso en el comité provincia de Buenos Aires, para el 13 de noviembre y unas semanas después en Ciudad Autónoma. Tan sólo dos distritos que, si bien son importantes, no representan a la totalidad de los militantes y afiliados.
En otras provincias podría hacerse una movilización similar, pero no está muy claro el tema del ánimo que existe para sucumbir a la propuesta de Manes cuando ya están instalados otros precandidatos de mucho peso en plena actividad, sobre todo en el caso del gobernador de Jujuy y presidente del comité nacional, Gerardo Morales.
Asimismo, desde 2011 y con la habilitación de primarias abiertas y obligatorias, nada impide que, en esa instancia, más de un candidato por partido se lance a la carrera por una gobernación, una intendencia o la presidencia. Sólo hace falta acompañamiento, proyecto y recursos para la campaña.
Ni siquiera la convención nacional, de la cual es presidente el hermano de Manes, Gastón, estableció alguna pauta al respecto. Ese ámbito, a la luz del análisis de muchos radicales, era justamente el más propicio para hablar de esos tópicos.
En el mitin realizado en La Plata, sólo se validó la alianza con el Pro y la Coalición Cívica y el peronismo republicano y se puso cepo a la posibilidad del ingreso de los liberales. Y la verdad es que, poco y nada puede decirse sobre un esquema de definición de candidaturas presidenciales cuando el cronograma electoral establece que, recién en marzo del año que viene, empieza la cuenta regresiva hacia las elecciones.
Muchos sospechan que Manes intentó dar sólo un “golpe efectista” de ribetes más mediáticos que políticos. Esto es, porque si pretendía avanzar en el tema, lo más conducente era consultar con sus eventuales competidores por lo bajo, promoviendo distintas reuniones de debate y así alcanzar algún acuerdo al respecto.
Manes sabe que del otro lado tiene a un rival de peso mayor como Gerardo Morales, en un contexto en el cual Alfredo Cornejo hizo algún lanzamiento con tibia actividad y donde Martín Lousteau ya aseguró que su norte está en Parque Patricios, en el sillón de la jefatura de Gobierno Porteño que, indefectiblemente, debe dejar Horacio Rodríguez Larreta.
En el entorno del jujeño no se conocen muchas reacciones respecto de la propuesta, pero es conocido que el titular del comité nacional era el que más impulsaba la habilitación de varios correligionarios en la compulsa presidencial, porque era la mejor manera de tener un radicalismo en crecimiento y movilizado.
Lo cierto es que Morales alguna vez deslizó, por ejemplo en una reciente cumbre de La Plata, que habría que ver la posibilidad de alguna resolución mediante encuestas, cuyas consultoras de opinión pública estén consensuadas por los competidores. No obstante, no cerró las puertas para otro tipo de definiciones y el esquema de una interna presidencial previa podría estar en alguna mesa de debate.
Ahí volvería el abordaje moral de un acuerdo de manera tal que esa interna, sea por elección de afiliados, asambleas o en otro esquema, sea ratificado por un “pacto de caballeros”, es decir por los eventuales competidores. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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