Dólar ahorro: Precisaban los subsidios, pero no tanto

Un hecho que vuelve a confirmar la existencia de una economía paralela, “en negro”, en nuestro país, fue informado por Walter Martello, el nuevo interventor del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE). Más de 18 mil usuarios decidieron bajar sus solicitudes de subsidios al consumo de energía para conservar la posibilidad de seguir comprando dólares ahorro.

Esta decisión fue la respuesta a la comunicación de que el Banco Central evalúa prohibir la compra de dólares para quienes sigan recibiendo esa asistencia estatal.

Las declaraciones formuladas en el curso de la semana pasada por uno de los directores de la autoridad monetaria, Agustín D’Attellis, en sentido de que estaba a punto de aprobarse la restricción a la compra del cupo de 200 dólares mensuales en dólar ahorro para quienes reciban los subsidios a los servicios públicos, hizo saltar a la luz que miles de usuarios que legalmente estaban en condiciones de acceder a ese beneficio, en la práctica no lo necesitaban, ya que contaban con otras fuentes de ingreso “invisibles”. Ante la amenaza de quedar afuera del cada vez más restringido universo de habilitados para aprovechar la alternativa del dólar ahorro, se dieron de baja.

Esta información permite corroborar la ineficacia del estado para cobrar gravámenes de manera equitativa en una economía que funciona casi un 50 por ciento en negro, según las estimaciones, y que carga sobre el universo de trabajadores registrados y empresarios respetuosos de las leyes toda su voracidad recaudatoria.

Martello, además, informó que hasta el momento hay un elevado número de hogares -unos 4 millones- que no se inscribieron para mantener subsidios y que efectivamente lo precisan, y aseguró que el ENRE saldrá a identificarlos.

Las estimaciones oficiales dan cuenta de que de 11,5 millones de hogares que hay en el país, 7,5 millones se inscribieron en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE). "Posiblemente, al momento de la llegada de la factura y la comparación con lo que se estaba pagando antes, mucha gente se va a dar cuenta que no se inscribió. Por eso, el registro va a estar abierto aún después de que llegue la factura", informó.

Y explicó que "la misión del ENRE es proteger los derechos de los usuarios. El organismo tiene que estar con la mirada puesta en ellos, independientemente de los intereses de las empresas que están pujando por obtener rentabilidades sin prestar los servicios acordes".

Finalmente, el funcionario indicó que "lo que tenemos que garantizar en esta etapa es que la quita de subsidios impacte lo menos posible, por el contexto macroeconómico, y que los subsidios lleguen a la persona que más lo necesite".

Pero el dato de la cantidad de peticionantes que dieron marcha atrás con sus solicitudes pone sobre el tapete la necesidad de incrementar las acciones para regularizar las actividades económicas y laborales en nuestro país. Un problema que existe hace décadas, y que no sólo implica una flagrante injusticia al momento de pagar las cargas impositivas, sino también que condena a la precariedad presente y futura a los trabajadores que prestan servicios en condiciones de precariedad absoluta. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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