Debate en Brasil: “La radicalización es una estrategia de Bolsonaro ante un panorama desfavorable”

El próximo 2 de octubre se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Brasil, y sus principales contendientes se cruzaron en un debate televisivo: el actual presidente Jair Bolsonaro y el ex mandatario Lula da Silva. Al respecto, desde Brasil, la periodista Ana Dagorret analizó: “En principio fue un debate bastante tranquilo, de hecho hasta sorprendió el carácter de Bolsonaro que suele ser intolerante para expresarse; fue el primero en preguntarle a otro candidato cuyo designado fue Lula, quien respondió bastante bien sobre corrupción y de manera amena, enumerando sus medidas contra este flagelo”. 

“Con las preguntas de los periodistas, a Bolsonaro se lo vio muy incómodo cuando tuvo que responder por los índices de vacunación contra el COVID-19, hasta acusó a la colega de divulgadora de fake news; inclusive, el resto del debate estuvo condicionado por la discusión del lugar de la mujer en la sociedad brasileña, a lo que el presidente se defendió diciendo que era una cuestión de victimismo”, agregó. De este modo, amplió: “Bolsonaro intentó defender su gestión con los pocos elementos que cuenta y Lula hizo un racconto sobre las medidas que adoptó en sus dos mandatos”. 

“Fue un debate muy negativo para Bolsonaro, a punto tal que la campaña del actual presidente evalúa la posibilidad de que no participe en los próximos debates por el peligro que significa que pueda volver a reaccionar de manera agresiva contra las mujeres”, añadió.

En cuanto a la tensión política en plena campaña presidencial, describió: “En diferentes lugares ya hemos visto ataques por parte de militantes bolsonaristas contra aquellos que no los son. En los últimos días apareció un candidato a diputado estadual haciendo campaña con un automóvil, cuando un panadero le pidió que baje el volumen de los parlantes y el asesor del político le disparó un tiro en la cara”. 

Por otro lado, Dagorret puntualizó: “Una de las grandes preguntas que nos hacemos es por qué no cuestionaron a Bolsonaro en relación a los casos de corrupción que envuelven a su familia; en la medida que nos acerquemos a la primera vuelta va a ser un tema que surja porque es un asunto que lo incomoda y mucho al presidente”. Y complementó: “Bolsonaro se suele poner nervioso y agresivo, entonces desde las otras campañas van a intentar despertar esto. La radicalización es una estrategia del bolsonarismo ante un panorama que se les presenta desfavorable”.

Consultada por la actualidad política-económica que acontece en nuestro país, la comunicadora manifestó que la sociedad brasileña “no está muy en tema” debido a que tienen el foco puesto en la campaña presidencial. “Inclusive no demuestran tanta atención por la política local porque no son una sociedad muy politizada con una tradición de movilización social como sí sucede en Argentina”, desarrolló.

En esta línea, continuó: “Muchos de los candidatos prefieren no involucrarse en la realidad argentina porque aquí hay cuestiones más urgentes como el hambre, la crisis económica y alimentaria”.

“En el caso de Lula esperaba cierta expresión de solidaridad con Cristina Fernández de Kirchner, teniendo en cuenta que también fue víctima de lawfare, probablemente tenga que ver con una estrategia de campaña”, aclaró. Y concluyó: “Del lado de Bolsonaro sí hay una explotación de la situación argentina, adjudicándosela al actual gobierno peronista”. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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