“The Office era un show muy distinto a todo lo que había en la televisión”

Aunque cuando pensamos en sitcoms lo primero que se nos viene a la cabeza son historias como las de Seinfeld o Friends, lo cierto es que a lo largo de los años han pasado grandes producciones humorísticas por la pantalla chica. Podemos hablar de historias como las de How I met your mother, The Big Bang Theory o Modern Family, por mencionar algunos de los casos más llamativos. Pero si hay que hablar de un show que se volvió un hito (que tuvo su revival durante la pandemia) este fue The Office. 

Creado por Greg Daniels, se basó en la comedia que Ricky Gervais había hecho en Reino Unido y tuvo un vuelo mayor que su predecesora. Catapultó las carreras de varios de sus protagonistas, como Steve Carell o John Krasinski, y volvió al falso documental un fenómeno. Estrenada en 2005, se emitió por nueve temporadas hasta que llegó a su punto final en 2013. Casi una década después tuvo un regreso de la mano de Amazon Prime Video y fue una de las series más comentadas en uno de los peores momentos que nos tocó vivir como sociedad: la cuarentena.

La historia de The Office nos mostró cómo era la vida en una pequeña empresa de papel llamada Dunder Mifflin, ubicada en Scranton, Pensilvania. Allí conocimos la vida de varios empleados que ganaban dinero vendiendo papel, todos comandados con uno de los peores gerentes con el que un trabajador se podría cruzar: Michael Scott. Interpretado por Steve Carell, era el encargado de cumplir con los objetivos impuestos por los directivos.

Uno de los personajes con los que Michael Scott debía lidiar constantemente era Jan Levinson, la superiora encarnada por Melora Hardin por más de 40 episodios. En diálogo con REALPOLITIK, la actriz contó cómo fue ser parte de la serie, al tiempo que reveló cómo hace para compaginar todas sus carreras: además de actuar, canta, compone y hasta dirige.

RP.- ¿Tuvieron en cuenta la versión original de la serie antes de rodar?

Greg Daniels, el creador norteamericano de The Office, nos pidió específicamente que no viéramos la versión británica. Por mi parte no la vi hasta que terminamos la primera temporada, así que fue fácil acatar. 

RP.- ¿Cómo fue crear a Jan como personaje?

De inmediato entendí a Jan. Me gustaba lo rara que era, su inseguridad. Tenía una carga interna siempre presente, esa ambición por prosperar es la característica principal en la que se apoya, en la que se apoya su personalidad para salir adelante.

RP.- ¿Era fácil mantener la seriedad en el set?

Nos reíamos un montón. Lo genial de Jan y Michael es que era era la persona seria para él. La escribieron de una forma, y y yo la interpretaba de una forma, que servía para que él hiciera sus chistes. Eso me exigía que estuviera muy seria. Si yo respetaba eso él tenía una plataforma de despegue mayor para hacer sus cosas. Me volví muy buena en mantenerme completamente seria. Incluso cuando era graciosísimo.

RP.- ¿Cuánta improvisación había en los rodajes?

Improvisamos mucho, los guionistas eran geniales. Lo hacíamos primero de la forma en la que estaba escrito y luego ellos nos traían una cosa que llamaban "la bolsa de los caramelos" de donde sacábamos una idea sobre la que podíamos improvisar. Todos sabíamos lo que la escena necesitaba, pero podíamos improvisar mucho alrededor de eso. Siempre lo hicimos. 

RP.- ¿Por qué cree que fue un éxito esta serie?

Cuando interpretábamos las escenas, cuando estábamos trabajando, estábamos muy conectados, apreciando y disfrutando de lo que todos aportaban. Estaba muy claro que el elenco de la serie se había elegido de manera perfecta. Era un show muy distinto a todo lo que había en la televisión de ese momento. Hubo muchas copias, pero fue el primero con este estilo de falso documental. De hecho, creo que le fue muy bien pro todos esos reality shows que había, que la gente creía que eran reales.

RP.- Es música pero también actriz. Incluso me dijiste que dirge. ¿Cómo lidia con todo esto?

Bueno, y además soy madre, soy esposa. Creo que... No sé, me criaron actores y siempre dije que somos como gitanos. Viajamos en aviones en vez de en carreteras recuperadas. Creo que tengo sangre gitana y creo que me permite tener una vida más agradable que la de otra gente. Creo que se requiere tener cierta personalidad para poder soportar los desafíos que toquen, que implican el ser un trabajador independiente. Ser artista, actor, director, cantante, compositora, mamá... No lo sé. No tengo agenda, no tengo ritmo. Le dije esto a un amigo el otro día: todos los días me levanto a una hora diferente, todas las noches me acuesto a una hora diferente, voy a diferentes lugares y camas, vivo diferentes climas. Debo decir que a veces es problemático por todos los cambios que tengo. Me cuestan los cambios, como a un niño. Es lo que más me cuesta: hacer que la transición sea lo más sutil que pueda, que lo haga mejor para mí y para los que me rodean. Trabajo duro para hacer eso y tengo un buen mentor en la vida, estoy agradecida por él. Tengo un esposo increíble que también es mi mejor amigo. Debo decir que tengo mucha ayuda. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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