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10 de octubre de 2022 | Opinión

La Plata

El archivo Levene, de eso no se habla

El 2 de septiembre de 2018 un incendio destruyó diecisiete colecciones del museo Nacional del Brasil, con un acervo de 20 millones de piezas, uno de los más importantes del mundo.

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por:
Daniel Montes

Por esos días hubo declaraciones de solidaridad y llamados de atención sobre el estado de museos en toda América, remarcando la urgencia de inversiones que salven de la destrucción -por indiferencia- la memoria de nuestros pueblos.

La ciudad de La Plata es la sede del archivo histórico “Ricardo Levene”, que funciona en la mansarda del Pasaje Dardo Rocha sobre calle 49. Puertas altas, baños clausurados o en trámite de serlo, pisos de madera, y naturalmente por encima del cielorraso, toda la estructura de madera propia de un techo (como el de la Legislatura, a la que se sube directamente por un ascensor); el acceso por escaleras es una aventura con riesgos, y el ascensor, una reliquia que debió ser sustituida hace cuarenta años.

El 11 de febrero de 2022 en la página oficial de la provincia de Buenos Aires se dijo que “su patrimonio ocupa más de 1.5000 metros lineales de estanterías” y que “cuenta con más de 3 millones de documentos originales”.

Estos documentos son altamente combustibles, como la mansarda misma. No existe una sola voz que advierta y movilice a los responsables políticos para salvar el archivo de las llamas del incendio.

El gobierno municipal es el propietario del edificio, y por “convenio” el archivo funciona en un lugar indigno. De acuerdo al artículo citado, el material está constituido por “el Fondo Adelina Dematti de Alaye, Madre de Plaza de Mayo, declarado en 2007 Memoria del Mundo por la UNESCO. También cuenta con el Fondo Fotográfico del diario El Argentino, que se publicó a mediados del siglo XX y guarda postales incunables”, que se agregan a documentación de “la Real Audiencia de Buenos Aires, institución encargada de administrar justicia en tiempos de la colonia; Juzgado del Crimen; Sala de Representantes; Cámara de Diputados de la Provincia; Cámara de Senadores, ministerio de Obras Públicas; dirección General de Escuelas y ministerio de Gobierno”.

La memoria histórica de la provincia ocupa 900 metros cuadrados, 1.500 lineales de estanterías para los que se necesitan un espacio de 1.200 metros cuadrados; se estima que 3 millones de documentos, desplegados y catalogados, pasarán a ocupar 2.400 metros cuadrados.

El traslado del archivo, hasta donde pude saber, nunca se pensó; hubo “ideas” sobre lugares provisorios que serían pronto obsoletos, y hasta mudarlo de emergencia a la planta baja del propio Pasaje, pero las buenas intenciones se hicieron humo.

El gobernador no sabe, nadie tiene el valor de advertirle, sobre el peligro de incendio que corre el segundo archivo más importante de la Argentina.

En la sesión del 22 de septiembre el Honorable Concejo Deliberante de Ensenada, que integro, aprobó un convenio con la provincia y la asociación Madres de Plaza de Mayo para construir un edificio para archivo y centro de cultura popular de las Madres, donde la provincia financia y el municipio aporta el lote ubicado en 122 y 32 (hoy depósito municipal).

La iniciativa que voté afirmativamente, está basada en que “el estado actual y general de la sede de la asociación, situada frente a la plaza Congreso, es realmente problemático. Es un inmueble de grandes dimensiones, con serios problemas de mantenimiento y conservación”, con un sótano inundado, lo que ocasionó “perdidas y graves daños a la documentación de enorme valor testimonial y social” por lo que se propone “el traslado urgente de la documentación, la biblioteca, las obras de arte y de otros objetos muebles de valor testimonial y social, a un espacio adecuado para la guarda, conservación y exhibición del patrimonio museal y archivístico a partir de pensar y diseñar un nuevo edificio…”.

Mi municipio aporta un inmueble para la conservación del mayor archivo que existe sobre la obra de las Madres en defensa de los derechos humanos, motivo de consulta de investigadores nacionales y extranjeros.

Durante la sesión, propuse que el departamento ejecutivo interese al gobernador para que a esta importante obra para la memoria de los argentinos se le agregue la superficie necesaria para el traslado del archivo Levene, aprovechando que el edificio será especialmente construido para archivo y biblioteca, con todos los requerimientos de seguridad para la conservación de los acervos de ambos archivos.

Dice el proyecto que funcionarán “espacios para archivos que posibiliten la guarda, conservación y exhibición de documentación, obras de arte, objetos de valor testimonial y social, biblioteca, salón anfiteatro, espacios para capacitación y formación, sectores de trabajo comunitario, sala de difusión audiovisual, espacios administrativos y oficinas”.

El gobernador puede salvar la memoria de la provincia antes de que sea demasiado tarde.


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