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11 de octubre de 2022 | Séptimo Arte

Entrevista REALPOLITIK

Gastón Ugarte, el argentino que trabaja en Pixar

Nacido en Tucumán hace poco más de cuatro décadas, este artista fantaseó con la idea de trabajar en Disney y no solo la cumplió, sino que es parte del estudio de animación más importante del mundo.

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por:
Federico Carestia

"Comencé como modelador, después supervisor de modelaje sets y hace menos de un año que ya estoy dirigiendo el equipo de sets para una película que no está anunciada todavía", aseguró Gastón Ugarte, que reveló que en Pixar ya trabajan para un proyecto que se estrenará recién en 2025. Nacido en Tucumán hace 44 años, es el único argentino dentro del estudio más importante de animación en el mundo, que desde 2006 responde directamente a Disney.

Gastón siempre sintió pasión por lo artístico y descubrió que podía hacer carrera en este mundo cuando vio algunas escenas extra grabadas en los VHS de películas como El rey león. El problema es que lo que hoy parece tan simple como hacer clic o enviar un mail, hace casi tres décadas atrás era un dolor de cabeza burocrático, un proceso interminable y casi que imposible de seguir en el que solo los que realmente perseveraban podían salir adelante.

De ser uno de los animadores de Pixar, Gastón Ugarte pasó a ser uno de los directores de arte que el estudio elige para crear los mundos en los que transcurren las historias. Su trabajo consiste en diseñar y modelar cómo ser verán las naves de películas como Lightyear o El mundo de los muertos en Coco. En diálogo con REALPOLITIK, el realizador contó cómo se trabaja para esta franquicia multimillonaria.

RP.- ¿Cuándo fue que descubrió Pixar?

Sí, igual que vos con Toy Story descubrir Pixar. Desde chico sabía que quería hacer algo así, relacionado con la animación, pero siempre era como una fantasía o un sueño en realidad porque en Tucumán y en Argentina en sí no había nada, no había institutos ni nada que enseñe esa carrera. Entonces, como que aprendí por mi cuenta, o sea, yo empecé dibujando y de ahí obviamente empecé haciendo cómics y después me enteré de cómo se hacía la animación tradicional con papel.

Pero me entero en realidad de de que existía un mundo en el cual había artistas que construían estas cosas por todo el backstage que veía de las películas de Disney viste en su momento, qué sé yo, El Rey León o El Jorobado de Notre Dame, todas esas películas de Disney y tenían el backstage y veías los animadores como dibujando y ahí como que empezó: "Mierda, quizás, quién te dice, puedo hacer algo así". 

RP.- ¿Cómo llegó?

Primero empecé... Literalmente, me fui a la biblioteca pública de Tucumán y encontré unos catálogos de The school of visual arts en Nueva York, una escuela de animación en Nueva York. Ahí empecé. En esa época no había internet así que era mandando fax y toda esa movida.

Una cosa llevó a la otra y conseguí irme a vivir a Florida a la casa de una familia americana por un mes y bueno, es muy loca la vida porque mi mamá postiza enseñaba en la Universidad de Tampa de Florida y tenía un colega que era el instructor de arte de esa misma universidad, que tenía a su vez un conocido que trabajaba en Disney. Entonces me puse en contacto con él y el chico era un clean up artist, que son los que limpian los dibujos de los capos. Así empecé, hablando con él, que me recomendó formar el portafolio y qué es lo que tenía que hacer.

Imaginate que en su momento no es que te podías meter online y decir: "Bueno, Disney.com, dónde está la dirección". Entonces me pasó la dirección también de desde donde mandar el material y todo eso y yo todo ese mes que estuve acá en Estados Unidos me la pasé dibujando y armando algo. Y escribí una carta a Disney como que "es mi sueño trabajar para ustedes... El sueño del pibe". Mandé, me volví a Argentina y nunca supe nada más del tema. Esta era la etapa en la cual me estaba por recibir el secundario. Empecé arquitectura en Tucumán y serpa a mitad de año más o menos del primer año que estaba cursando en arquitectura, me contestó Disney diciéndome en esencia que estaba muy verde, que necesitaba capacitarme un poquito más y me dio una lista de un montón de universidades a las que ellos iban a buscar gente.

Entonces eso ya me abrió un montón de puertas, porque los fax iban para todos lados. Así empecé y terminé consiguiendo una universidad que quedaba en Florida. En ese momento no había ocurrido el corralito, estábamos en el uno a uno, entonces era todo mucho más factible. También conseguí un apoyo monetario de una universidad que quedaba en Florida, una pequeña beca que me dieron, y le planteé la idea a mis padres, me apoyaron a full. Mi vieja tuvo que sacar un préstamo en el banco para poder pagar la universidad porque era carísima, pero bueno y con la ayuda de la Universidad también me terminé viniendo para acá a estudiar. 

RP.- ¿Qué estudió para hacer su carrera?

En un principio quería estudiar animación tradicional y a medida que fui cursando en la carrera, ahí en esa misma universidad había una carrera que se llamaba animación en computación y mi compañero de cuarto, que era un brasilero, estaba cursando esa carrera.

En ese momento no sabía ni cómo usar una computadora para ser sincero. Pero me empecé a dar cuenta que como que la carrera tenía muchas cosas artísticas, era manipular la computadora para lograr lo que uno quería artísticamente hablando, digamos. Y bueno, me enganché muchísimo con eso y en el primer año me cambié de carrera, porque el primer año de la universidad era como formativo y todas las distintas carreras hacen la misma fundación artística el primer año, entonces no fue tan difícil cambiarme de carrera. Y así comencé la animación a computación y arranqué.

A medida que me fui perfeccionando y empecé a bollar en pequeños estudios, fui descubriendo que lo mío no era la animación sino el diseño y el modelaje y la construcción de todo.

RP.- No sé cuántos latinos hay en Pixar...

Hay cada vez más. En un principio, yo llegué en el 2005 más o menos y éramos muy poquitos y ahora de a poquito hay como mucha más cultura latina en comparación de antes. Pero ningún argentino, o sea, contratamos a una modeladora que se llama Caterina Grasso y trabajó en Coco en mi equipo y después se terminó yendo, creo que está en Apple o en otro lado ahora, pero no hay argentinos digamos. Pero hay muchos colombianos, ecuatorianos, hay gente de Bolivia, brasileños...

RP.- Usted hace solo modelaje, ¿no se ve dirigiendo? Sé que les dan oportunidades a distintos animadores que se van curtiendo dentro de Pixar.

Yo hace tiempo que estoy acá y cuando llegué no sabía nada de lo que implicaba... O sea, para ser un director acá en Pixar específicamente o, no en Pixar sino en lo que respecta animación, no tenés que ser solo bueno con historia y saber estructurar una historia, dirigir un equipo y todo eso, sino que tenés que saber un montón de cosas técnicas también porque acá en Pixar tenemos: el equipo de historia el equipo de lay out, el equipo de modelaje, el equipo de iluminación, el equipo de animación, el equipo de rigging, el equipo de postproducción.

Entonces, es como que para ser un director en este tipo de estudios es como que tenés que tener una sabiduría vasta de todo.

Creo que recién ahora, a mis 44, recién me siento un poco capacitado quizás para animarme a siquiera plantear, ver si me dan una oportunidad. Pero es muy difícil. Muy pocas personas son aptas para poder dirigir algo. Porque es una responsabilidad inmensa y más en un estudio como Pixar, y hay muchas variables que juegan en eso. No solo tener la claridad visual de lo que querés, saber comunicar bien lo que querés hacer... ¿Me explico? Es como que no solo la ejecución de la idea. Entonces acá como que protegen mucho... A raíz de los errores que cometimos a lo largo de los años porque muchas de nuestras producciones cambiaron de dirección y tuvimos accidentes. Ahora es como que a la hora de elegir un director es como que primero les hacen... Por ejemplo, no hay ningún director que no haya dirigido un cortometraje o algo más pequeño antes. Son como pequeñas pruebas que te van poniendo en el camino para poder llegar quizás después a dirigir una película. Una larga respuesta a tu pregunta, pero me encantaría, pero siento que sigo aprendiendo. Sería obviamente el broche de oro. Pero ya estoy feliz con esto de estar dirigiendo, ser un director de arte y hacer estas cosas también me encanta. De cierta manera, en lo mío, es como estar ahí arriba. Como que poder diseñar cómo se va a ver el look de una película para mí ya es como que estoy tocando el cielo con las manos. (www.REALPOLITIK.com.ar)

 

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