Nacionales
De cara al 2023
Amanecer de unidad en el radicalismo bonaerense
Con una serie de marchas y contramarchas, y con detalles no menores, finalmente se forjó la lista de unidad para el comité provincia de la UCR, que tendrá nuevamente al frente, por dos años más, a los diputados provinciales Maximiliano Abad y Erica Revilla.
Un trimestre atrás era un secreto a voces que estaba garantizada la unidad, pero mucha gente alineada con el líder de la corriente Protagonismo Radical – con Gustavo Posse, Federico Storani y Juan Manuel Casella- habían acusado muchas sorpresas y esto obligó a replantear, a barajar y a dar de nuevo.
Tras intensas negociaciones de última hora, Maxi Abad controlará el máximo organismo partidario, pero la unidad no fue para nada gratuita.
Se debieron respetar lugares para la oposición interna en la mesa directiva del comité provincia, que involucra a una treintena de dirigentes que integran el plenario general provincial.
En principio, quedaría reservada para el possismo la estratégica secretaría General, cargo que es menos representativo que el de presidente, pero muy ejecutivo, dado que es por donde pasan muchos aspectos relacionados con el funcionamiento partidario.
En todo este reparto de roles y responsabilidades hubo discusiones y, sorpresivamente para muchos, intervinieron como mediadores los hermanos Facundo y Gastón Manes o los “hermanes” como cariñosamente los están llamando muchos de sus correligionarios.
Por ejemplo, en los pasillos partidarios dicen que la opinión de Facundo influyó y mucho para que se le dé un lugar preferencial como delegado al comité nacional a un hombre del intendente de San Isidro
La misma suerte corrió la designación de apoderados partidarios porque habrá uno para el sector de Adelante Radicales, de Abad, y otro para Protagonismo, que lidera el intendente de San Isidro.
El tema de los apoderados cobra especial relevancia porque tiene que ver y mucho con la gestión, seguimiento y supervisión de la o las listas que se habiliten para las próximas primarias. Desaparecería así la dura barrera que tuvo Posse en su momento y que le impidió presentar candidaturas por dentro del partido de Alem.
Por otra parte el sector del oficialismo seguirá también estableciendo sus contactos y convocatorias para armados de postulaciones.
En definitiva, ambos sectores podrán generar sus propios espacios con vista al cronograma electoral. Y, en todo caso, ambos podrán confrontar dentro del mismo ámbito partidario de discusión.
TODOS CONFORMES
De acuerdo a una primera perspectiva, la lista de unidad deja conformes a tirios y troyanos. Maxi Abad podrá continuar con sus propuestas de trabajo de generar un partido del siglo 21 con proyección a un modo 3.0, como gustan decir en su entorno y, por el otro lado, le permitirá continuar como protagonista en la mesa chica de Juntos y ser principal interlocutor del radicalismo con el Pro, la Coalición Cívica y con el gobierno bonaerense.
Por su parte, Gustavo Posse podrá festejar que se reconoce su poderío interno con la inclusión de sus principales alfiles en lugares clave del organismo provincial partidario. Además, quedó implícitamente habilitado como un candidato radical con proyección para las elecciones en la gobernación, a la cual aspira desde hace un tiempo.
Esto no significa que sería el único. No obstante, tiene ganado su sello partidario tras una situación que le fue esquiva en el 2021 y que le obligó a aliarse con el larretista Diego Santilli.
APRENDIZAJE EMPÍRICO
Lo cierto es que en la actual lista de unidad, da la impresión de que todos toman nota de lo ocurrido en la interna partidaria de hace poco menos de tres años.
Maxi Abad hace pesar su poderío territorial, aquel que le permitió ganar la compulsa interna de marzo del 2020 y así forjar una alianza con la que comandó el partido centenario. Posse advirtió también que le faltó desarrollo en esas secciones electorales.
Por el otro, Posse hizo valer su condición de poderoso dirigente radical en el conurbano donde mantiene intacto su dominio no sólo en San Isidro, sino en varios distritos de la primera sección o conurbano norte, allí donde los votos multiplican a los del interior. Por ello, la cuenta que gusta de hacer Posse desde los últimos comicios legislativos, con exagerada o absurda proyección, es que su espacio le restó al menos 9 puntos porcentuales a la candidatura de Manes y se las sumó a Santilli.
En el plano nacional, la inexperiencia de Manes se pagó caro. Sólo colocó cuatro candidatos entre los primeros 16 postulantes a la cámara baja. Para colmo, hay que contar que sólo tienen identidad radical pura dos de esos cuatro: el propio Facundo y Danya Tavella. Los otros dos son el peronista Emilio Monzó y la reaparecida dirigente del GEN, Margarita Stolbizer.
En el nivel provincial, y como consecuencia de las primarias del 2021, Santilli colocó seis candidatos a senadores provinciales, frente a sólo dos de la lista radical de Manes. A eso hay que sumarle que por la lista del neurocientífico sólo resultó electo un peronista como el ex intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre. La segunda precandidata de Manes, la radical, Ayelén Bertón, quedó última en la lista para las generales y, por consecuencia, fuera del Senado. El precio por la inexperiencia que se pagó fue muy alto porque el radicalismo perdió una valiosa banca representando al conurbano.
Es posible que ahora empiece a dibujarse otra historia de un frente de todos muy particular en la oposición, porque el radicalismo bonaerense, a partir de la lista única, se ha convertido en un frente de todos, pero con todos adentro. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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