Desalojos en la isla Martín García: Ahora denuncian amenazas de la gestión Kicillof

La truculenta historia comenzó en el año 2021, cuando el director provincial de Islas, Eugenio Liggesmeyer, participó de los festejos del 207 aniversario de Martín García. En aquel momento se mostró orgulloso del lugar, de su desarrollo productivo y del progreso que la isla había mostrado tras el monumental esfuerzo de sus habitantes.

Tan sólo unas semanas después, el gobierno de Axel Kicillof, con el propio Liggesmeyer a la cabeza, comenzó una voraz estrategia para desalojar a familias específicas con el objetivo de transformar la zona productiva en una suerte de centro de recreación de veraneo para los funcionarios K.

Entre los casos más paradigmáticos se encuentra la Panadería Rocío, que actualmente cumplió 35 años en la isla Martín García. Sus dueños presentaron un proyecto de explotación del espacio y comenzaron a trabajar colaborativamente con las distintas gestiones bonaerenses durante las últimas tres décadas hasta la llegada de Kicillof.

Desde entonces, tanto Liggesmeyer como el director de Gestión Integral de Islas del Delta e Isla Martín García Diego Simonetta, comenzaron una violenta estrategia de desalojo, entre cartas documento, cortes de luz que echaron a perder la mercadería y presunas tácticas de amedrentamiento que provocaron temor entre los comerciantes.

Horas atrás, la Panadería Rocío volvió a ser noticia, luego de que la propietaria del local reciba una ofensiva amenaza en la puerta de su casa. El evento ocurrió en horas de la madrugada, cuando un paquete con objetos ofensivos fue dejado junto a la pared. “No es la primera vez, también orinan en la fachada”, aseguró Rocío.

“La situación es difícil desde que la gestión de Simonetta y Liggesmeyer intentaron echarnos de forma ilegal y sin motivo”, explicó Rocío.

“Existe un constante hostigamiento y maltrato hacia todas las personas de la comunidad. Muchos se solidarizaron y ayudaron cuando no podíamos transportar las cosas, no teníamos luz, no podíamos viajar a la isla, porque el propio Simonetta nos prohibía subir a la lancha”, contó Rocío.

“Cuando publicamos la situación en nuestras redes, los funcionarios de Kicillof nos llamaron para exigirnos eliminar las publicaciones de nuestras redes. Hice la denuncia por esta amenaza y compartí lo que había pasado con el grupo de isleños. La respuesta fue amenazas y repudios, y muchos vecinos vinieron a la panadería a solidarizarse”, detalló.

Mientras tanto, desde la gestión de Kicillof ningún funcionario decidió comunicarse con Rocío o hacer declaración alguna al respecto. “Es fácil responder desde la dirección de Islas que no tienen nada que ver. Tan fácil como no hacerse cargo de las consecuencias de su violencia para cualquiera que incita y expande odio y maltrato”, explicó la propietaria. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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