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26 de noviembre de 2022 | Nacionales

Conmoción en el Frente de Todos

Es cada vez más probable un balotaje entre JxC y Javier Milei

El raid mediático del ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés “El Cuervo” Larroque, durante la semana que pasó intrigó a muchos.

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Tres fueron los puntos en los que hizo hincapié: la demolición de Alberto Fernández, su “descreimiento” sobre las encuestas y su convicción de que la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner sería, finalmente, la única opción electoral para las mayorías perjudicadas por los gobiernos de Cambiemos y del Frente de Todos. Y, por esta razón, terminarían convalidando la alternativa de un tercer mandato presidencial.

El voluntarismo de Larroque -uno de los pocos voceros informales de Cristina- interpeló a propios y extraños, al manifestarse a través del programa de Carlos Pagni, en la señal televisiva de La Nación, y en varios medios “amigos” del cristinismo. ¿A quién salía a responderle?

La respuesta es amplia. El rencor del cristinismo a un Alberto Fernández que no habría cumplido los compromisos asumidos con Cristina cuando convalidó su candidatura presidencial no es una novedad. En realidad, los reproches indican -y así lo reiteró ahora el secretario General de La Cámpora- aseguran que la rebeldía del actual presidente se inició al día siguiente de las PASO 2019, cuando con su entorno comenzaron a imaginar un gobierno sin Cristina en virtud de los inesperadamente altísimos resultados que arrojaron las urnas.

Pero el momento de la irrupción de Larroque responde a otra cuestión: los últimos resultados de las encuestas que encargó el Frente de Todos, cuidadosamente protegidas de la opinión pública, que aseguran que, en caso de realizarse hoy la elección 2023, debería realizarse un balotaje entre Juntos por el Cambio y Javier Milei. ¿Y el Frente de Todos? Tercero, a los premios.

Como es imposible tapar el sol con las manos, los intendentes y La Cámpora decidieron apostar a terminar de intervenirle el gobierno provincial a Axel Kicillof, operación iniciada tras las PASO 2021. Por esta razón le pidieron a Cristina que le soltara la mano a Sergio Berni. El ministro de Seguridad provincial tiene juego propio, a nadie le oculta su pretensión de candidatearse para la gobernación el año próximo, y hace oídos sordos a los reclamos de los alcaldes municipales. Cristina, finalmente, accedió, y tácitamente lo dejó en evidencia en su discurso del día de la Militancia al instalar la cuestión de la inseguridad y proponer el desembarco de la gendarmería en la provincia.

En la cena posterior a ese evento se habrían ultimado los detalles de la operación para el desplazamiento de Berni. Del lado del “fuego amigo”, con operaciones periodísticas que se iniciaron en un medio especializado en ellas. Del otro lado de la grieta, Jorge Lanata difundió cuestionamientos sobre el patrimonio no declarado del ministro provincial, y su incremento exponencial durante su presente gestión.

Si bien Berni afirma reconocer únicamente el liderazgo de Cristina, la decisión de La Cámpora y los intendentes de tomar el control de la provincia ante la derrota inevitable en 2023 terminó de unir su destino con el de Axel. Por eso se mostró en público reiteradamente con Berni en las últimas semanas.

Paradójicamente, las denuncias de Lanata tuvieron un efecto inverso al esperado, ya que el pedido de la cabeza del ministro de parte de un publicista opositor terminó garantizándole sobrevida en su gestión. Axel argumentó que esa convalidación sería interpretada en términos de debilidad política y nadie se animó a contradecirlo.

A la postre, el cristinismo y los intendentes están convencidos de que no hay futuro para el Frente de Todos en 2023, por lo que sólo queda como alternativa posible abroquelarse en la provincia para resistir a un nuevo gobierno de la actual oposición. El problema está en que la coalición oficial está estallada en el principal distrito electoral de la Argentina. Desde el plano interno, las denuncias sobre acoso sexual que aparecieron sobre Fernando Espinoza son sólo un capítulo más de la sangrienta interna que experimenta La Matanza, el corazón de la elección provincial, donde el Movimiento Evita hace rato que rompió lanzas con el jefe comunal.

Pero hay un dato adicional que preocupa al cristinismo y es que los descontentos con los últimos dos gobiernos nacionales y provinciales, de signo opuesto, se inclinarían por la candidatura de Javier Milei. El peronismo ha perdido identidad y capacidad de gestión. Ya encuentra muchas dificultades para controlar el territorio y nada asegura que una nueva derrota, como la de 2015, sea la consecuencia.

En medio de esta catástrofe se lanzó el “operativo clamor” por la candidatura de Cristina. Todos saben que, incluso en caso de producirse, no tendría posibilidades de ganar, pero de alguna manera significaría una señal de respaldo ante un fallo judicial condenatorio que no tardaría en producirse.

Con Cristina condenada, el desplome sería total. Los gobernadores y el albertismo lo saben, y con esa hipótesis intentan diseñar sus propias estrategias. Aunque ninguna de las opciones evaluadas, hasta ahora, termine de convencerlos. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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