Larreta recuperó el optimismo

"Le gana 60 a 40, la imagen negativa de Mauricio no se movió", aseguran quienes lo rodean. Y también confían que Horacio Rodríguez Larreta cree que Mauricio Macri finalmente no presentará su candidatura, aunque celebrarían que así fuera. "Nos permitiría zanjar la disputa de liderazgo", habría afirmado el alcalde porteño. Y, como prueba de la falta de voluntad del ex presidente de competir, indican que "se fue un mes a Qatar, es bastante claro que no está pensando en candidatearse".

A esta altura de los hechos, Larreta cree que Macri siempre buscó condicionarlo sin aspirar concretamente a disputar su “segundo tiempo”. Aspiraba a ser la Cristina de Alberto Fernández, sin responsabilidades institucionales. Ser el jefe que le marcara la cancha en su gestión afirmando que él, en su lugar, hubiera hecho las cosas mejor. Y, para ello, Macri necesita tener el control de la provincia de Buenos Aires, derrumbando la candidatura de Diego Santilli. Pero Larreta no piensa soltarle la mano a su ex vicejefe de Gobierno. "No quiero y no me conviene, quedaría como un desagradecido", asegura. Y también intenta convencer a todo el mundo de que las cosas no están tan mal con Mauricio. "Hay años de confianza construida", afirma.

Macri no parece coincidir demasiado con el diagnóstico que surge del entorno de Larreta. Sobre todo, le incomodó el lanzamiento de Fernán Quirós como uno de los candidatos del actual jefe de Gobierno. "No existe", declaró Mauricio a sus allegados, mientras prometió redoblar los esfuerzos para que sea su primo Jorge el candidato.

Sin embargo, el apoyo de “Lilita” Carrió a Quirós, y la promesa de que próximamente recibiría el de María Eugenia Vidal, afectan seriamente el cumplimiento de los deseos de Mauricio Macri. "Decían que iba a entregar la Ciudad a los radicales, se equivocaron", insiste Larreta. Y sus allegados recuerdan que "Horacio tiene dos candidatos, Fernán y Soledad Acuña".

El humor del jefe de Gobierno encuentra un nuevo motivo de celebración en el impacto negativo que la ambigüedad de Mauricio produce sobre Patricia Bullrich, quien prácticamente se ha estancado ante la posibilidad de que compita el candidato real de los “halcones” y no un “muletto”. Esta situación ha afectado a la presidenta del Pro, que ha intentado dejar en claro que ella no es lo mismo que Mauricio, recurriendo a agresiones y amenazas que no le aportaron beneficio alguno. "Todo el mundo se da cuenta que la pelea de poder es entre Macri y Larreta, por eso se enoja Patricia con la reaparición de Mauricio", afirman.

Así las cosas, al jefe de Gobierno porteño sólo le restaría consolidar más su situación en la provincia de Buenos Aires y terminar de cerrar la alianza con la UCR. Esta última termina resultando la clave. Pero tanto radicales como larretistas confían en la intimidad que el acuerdo ya estaría abrochado. El optimismo ha retornado a la calle Uspallata. Pero, claro, nadie puede dormirse sobre los laureles. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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