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11 de diciembre de 2022 | Cultura

La vuelta del Metal God

Rob Halford: “Necesito sentirme libre para crear”

Antes del show de Judas Priest en el Movistar Arena de Buenos Aires, el legendario cantante habló con REALPOLITIK de su carrera y también opinó sobre el matrimonio igualitario y el debate sobre el consumo de drogas recreativas. 

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por:
Juan Provéndola

Ser leyenda no es un negocio fácil al paso del tiempo. Menos aún cuando pasaste los 70 años y seguís publicando discos, haciendo giras por todo el planeta y manteniendo la historia noblemente viva. Rob Halford sabe muy bien de esto tan solo con mirar todas las medallas que ganó con sudor y con sangre, en épocas más y menos celebradas, con peleas, litigios y distanciamientos, regresos triunfales y una carrera aún vigente. También incluso con tiempos de descoques salvajes, como la vez que Halford casi la queda una noche de 1985 cuando se tomó un blíster de calmantes en un hotel de gira. No daba para más y solo quería explotar, pero el tuteo con la muerte fue casi revelador: inspiró el concepto de “Painkiller” (1990) y, a la vez, le ofreció la posibilidad de exhumar públicamente su homosexualidad mucho tiempo después. 

“En mi carrera tuve más alegrías que disgustos” repasa el cantante de Judas Priest, banda que se prepara para su nuevo show en Argentina, este martes en el Movistar Arena de Buenos Aires. “Hoy, cuando miro atrás, los problemas no son lo más importante. Siempre hice todo con pasión, porque es lo que amo, y cuando uno puede vivir de hacer lo que le gusta, es lo mejor que le puede pasar. La música es mi vida, siempre lo fue. Supe parar en los momentos que tuve que parar y seguir cuando tuve que seguir. Por eso, hoy lo sigo haciendo, más feliz que nunca. Amo el metal, mi vida es metal, entonces lo pongo por delante de todo”. 

El de este martes será el cuarto show de Judas Priest con Halford a la cabeza (también vinieron en 2001, pero aquella vez con Ripper Owens). La primera vez había sido en noviembre de 2008, en el Luna Park, y luego en septiembre de 2011, show en el estadio de Racing con Whitesnake de telonero y vendido como parte de una gira despedida que once años después comprobamos no era tal. 

Entre ambos conciertos, Rob Halford también recaló en Buenos Aires pero para su proyecto solista. Fue el 27 de octubre de 2010, el mismo día que fallecía Néstor Kirchner. El cantante hizo una mención al hecho en el concierto (realizado en el Teatro Flores), aunque en ese entonces había otro asunto de la actualidad argentina que interesaba particularmente a Halford: la reciente aprobación del matrimonio igualitario. 

“Me llenó de alegría cuando me enteré. Creo que Argentina es el país con la mente más abierta del mundo, y eso es maravilloso. Si dos personas se aman, ¿quién les puede decir que eso está mal?” confesó Rob. “Que la iglesia se quiera meter es ridículo, pretendiendo abarcar lo que no les corresponde. ¿Qué tienen que ver ellos si dos hombres ateos se quieren casar? Además, negarles la posibilidad de casarse es negarles un montón de derechos muy importantes. Si yo tengo un accidente, y conmigo va mi pareja pero no estamos casados, no lo dejan acompañarme en la ambulancia porque no es parte de mi familia. Y también está la cuestión de las herencias, los bienes, la seguridad social. Habría que seguir el ejemplo que dio Argentina y tener una mente más actualizada”.

Por ese entonces también estaba en la agenda parlamentaria la discusión sobre la despenalización del consumo de marihuana. “Donde vivo yo no es legal, pero me encantaría que lo fuese. No se puede prohibir algo natural que crece de una planta. Si lo despenalizaran, se ahorrarían muchísimo dinero que utilizan en luchar contra la marihuana, y de esa forma también contribuirían a que la calidad de la hierba sea mejor porque eliminarían el mercado negro. En lugares como Holanda lo han hecho, con buenos resultados, y me parece un ejemplo a seguir, como el de Argentina y el matrimonio gay”, revelaba el cantante. 

“Tuve una época en la que fumaba mucho, sobre todo de bong. Lo disfrutaba, me hacía sentir bien, pero lo usaba a modo recreativo, no me servía para componer. El problema es la cantidad, y saber manejarlo. Cualquier cosa en demasía te hace mal, no solo las drogas. Si a una persona como de forma excesiva, acabará con serios problemas de salud. La propia gente es la que debe aprender a manejar el consumo, pero para eso debe haber legalización”.

RP.- ¿Por qué solo conocemos las historias violentas de las estrellas, y no anécdotas de rondas íntimas e inspiradoras?

Hay muchísimas historias sobre marihuana en el metal. Sucede que no suelen ser trágicas, entonces jamás llegan a la prensa. No es lo mismo fumarse un porro que tomar coca, pastillas o cristal. Lo natural, lo que crece de una planta, me parece bien, siempre y cuando uno sea responsable y no cometa excesos. Pero cuando intervienen procesos químicos y mezclas peligrosas, se va todo a la mierda. Esas son las historias que llegan a los oídos de todo el mundo, por eso parece que se fuma poco y se esnifa mucho.

RP.- Bueno, este es tu momento para contar una…

Una vez estaba en un departamento en Los Angeles, con música y gente, todos súper fumados. Me acuerdo que le estaba dando a la pipa de agua, cuando de repente me tocan en el hombro. Eran policías, quienes muy tranquilamente me dijeron: “Rob, son las 4 de la mañana, ya pasamos la medianoche, ¿podrías bajar un poco la música?”. “Ok muchachos, perdonen, no hay problema”, les contesté sin poder creerlo. Yo estaba tan high que no me di cuenta que habían estado golpeando a la puerta, que habían entrado y que, encima, me reconocieron. Pensé que estaba en problemas, pero lo único que me pidieron es que dejara dormir a los vecinos. 

RP.- ¿Qué circunstancias te resultan inspiradoras?

La inspiración viene sola, así es como siempre fue conmigo. No me puedo sentar a pensar, me tiene que venir. Quizás ahora terminamos esta charla y me sale una canción, o quizás me siento y tengo la mente completamente en blanco. Puede ser en cualquier lado, en cualquier momento, no importa el lugar o la situación. Las sustancias, a mí, nunca me ayudaron a componer, todo lo contrario. No recuerdo haber podido escribir bajo efectos de drogas, siempre que escribí cosas en serio fue completamente sobrio y consciente. Necesito sentirme libre para poder desarrollar una idea, una canción, y eso lo logro mejor cuando estoy totalmente limpio. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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