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20 de diciembre de 2022 | Pastillas de Colores

Haciendo historia

Messi y la dimensión astronómica de los récords que rompió en Qatar

Partidos jugados, minutos completados, goles marcados, asistencias ofrecidas y la copa ganada: el capitán argentino destrabó todas esas variables en un estado de gracia insuperable. ¿Volveremos a ver algo semejante alguna vez?

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por:
Juan Provéndola

No había comenzado la final, el partido de su vida, y Lionel Messi ya había desarrollado un Mundial apoteósico en el que construyó épica y también derribó récords de manera atómica. Ya en el primer encuentro, contra Arabia, se convirtió en el futbolista argentino que más Mundiales jugó: cinco. En el segundo, México, alcanzó a Diego Maradona en partidos disputados. En el cuarto, ante Australia, también en asistencias. En el quinto, frente a Holanda, a Gabriel Batistuta en la tabla goleadora. Para ese entonces, ya además, era también quien más veces había lucido la cinta de capitán en la Selección.

Y, como si todo eso fuera poco, en las semis igualó a Lothar Matthaüs, hasta entonces el tipo que más partidos había disputado en la historia de los Mundiales. En la final, el 10 argentino no solo superó alemán, sino también a Paolo Maldini, hasta entonces el que más minutos había jugado.

Todos esos son los récords que el hombre del París Saint-Germain embolsó en Qatar 2022 antes de la final. Pero también sumó otros gracias al devenir del partido decisivo. Con sus dos goles sacó a Pelé del Top5 de artilleros en Mundiales para compartir el cuarto lugar con el francés Just Fontaine: ambos acumulan 13. Además, quedó a uno del alemán Gerd Müller, a dos Ronaldo y a tres el germano-polaco Miroslav Klose, máximo goleador de este certamen. Estando tan cerca de estas cifras históricas, uno se pregunta si Messi realmente podrá contenerse las ganas de jugar otro Mundial dentro de poco menos de tres años y medio, a pesar de que insiste en que Qatar fue su despedida.   

Además, su presencia en el marcador de la final lo convirtió en el único jugador que anota en absolutamente todas las instancias de un Mundial desde que se juega con Octavos (México 86, otro "Elijo creer" de esta historia). Lo curioso de todo esto es que Messi no había marcado en ningún playoff de sus cuatro copas anteriores, mientras que en Qatar lo hizo de manera consecutiva en los cuarto partidos de eliminación directa. Una medalla que no podrán acreditar otros goleadores campeones como KloseRonaldo o Müller. Tampoco Pelé. El francomarroquí Fontaine fue el que más cerca estuvo, gritando en todos los partidos de su equipo en el mundial, aunque entonces iban de los grupos directo a Cuartos y Francia no llegó a la final, sino que perdió en semis y fue al partido por el tercer puesto, seis encuentros en total. 

En otro plano, también se convirtió en el primer jugador que puede jactarse de haber llenado de llenar el álbum de los cinco torneos más importantes entre selecciones: al Mundial del 2022 y la Copa América del año pasado se suman el oro olímpico en Pekín 2008, el título con la sub20 en Holanda 2005 y también La Finalissima contra Italia, campeón europeo, oficializado por la FIFA como el sustituto de la Copa Confederaciones. En este inciso, Messi no está solo, sino junto a un compañero de Selección y hermano de la vida: Ángel Di María. El Fideo tiene esos mismos cinco títulos que Lio, aunque en su caso el Mundial Sub20 fue el de Canadá 2007, enhebrando un bicampeonato junto al que había ganado Messi dos años atrás.

Solo un jugador descomunal como Kilyan Mbappé pudo despojarlo de otras dos marcas históricas: la de goleador —a la que ambos habían llegado igualados a la final y el francés tuvo que esmerarse con un triplete para superarlo—  y la de ser el primer futbolista que logra liderar en un mismo Mundial tanto la tabla de tantos como la de asistencias (Messi quedó a uno de la primera y ganó la segunda, aunque con otros cinco colegas)

Lo increíble de todo eso es que seguramente hayan escapado a este relevamiento otros récords de Messi que solo los exhaustivos analistas de la data finísima puedan relevar. A esta altura de la historia, todos supimos entender que es ya ridícula la pregunta de si Lionel o si Diego fue (o es) el mejor. Es como comparar astros, estrellas, cuerpos celestiales: sus dimensiones son tan lejanas a la medida humana convencional que no hay forma de compararlos. Los dos fueron supremos, inigualables. Marcaron un antes y un después en el fútbol y cambiaron todo para siempre. Después de ganar el torneo, Messi dijo que quería jugar algunos partidos más con la Selección "como campeón mundial". Lionel Scaloni agregó que habría que guardarle un lugar para la próxima Copa del Mundo, una convocatoria que esté a su entera disposición para usarla como quiera. 

Si la ilusión de la célebre canción ya se cumplió ("quiero ganar la tercera, quiero ser campeón mundial"), y entonces creamos que no quedan medallas por luchar, acaso la próxima entonces sea pensar en un Messi casi cuarentón, experimentado, incluso con alguna cana, dándole vida a su leyenda en una próxima épica. ¿Por qué no? (www.REALPOLITIK.com.ar)


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