Una monja fue rescatada de un convento donde la tenían encerrada

Las apariciones de la Virgen en el famoso cerro de Salta al que peregrinan miles de fieles cada año no deja de generar controversias, no solo por quien dice ser la vidente y receptora de los mensajes celestiales, María Livia Galliano, de 73 años, quien sostiene recibir periódicos mensajes de la Virgen junto a la aparición de diversos santos de la iglesia católica.

El negocio generado en torno al mismo es millonario. Cada fin de semana, la ciudad de Salta ve colapsados sus servicios hoteleros, gastronómicos y las monjas carmelitas, donde opera parte de la organización, son quienes llevan adelante el comercio de imágenes y estampas de la popular Virgen del Cerro.

Uno de los administradores de este fenómeno religioso es Carlos Obeid, un prestigioso contador local y esposo de la vidente, quien a fines de 2020, en medio de la pandemia durante la que las peregrinaciones al Cerro estuvieron cerradas, presentó un patrimonio de casi 100 millones de aquel entonces.

En los últimos días la hermana de una de las monjas se presentó en el convento para liberar a su hermana monja, quien padece una grave enfermedad y no podía llevar adelante el tratamiento correspondiente, dado que le impedían salir de allí y contactar con su familia, lo que provocó que interviniera la Justicia provincial.

En un primer momento, y ante el antecedente de otra monja que salió para una visita médica sin regresar al convento, las religiosas se negaron a abrir las puertas del convento, lo que llevó a que se generase un gran operativo policial que involucró a más de treinta agentes, bomberos y escaleras para ingresar por el techo, dado que la puerta del convento es muy difícil de derribar por su gran porte.

Finalmente, rodeadas, las monjas -quienes desde el año 2006 se encuentran en conflicto con el arzobispado local- decidieron permitir el ingreso que logró liberar a la mujer enferma que permanecía allí prácticamente privada de su libertad, aunque por encontrarse aun emocionalmente inestable no ha podido prestar declaración.

Por su parte, desde la organización del evento religioso del Cerro no ha habido respuestas, a la espera de una citación judicial, mientras la presunta vidente sigue sin presentar los estudios requeridos por el Vaticano que desmientan que padece algún tipo de patología, o incluso que se trata de un engaño, para dar lugar a la investigación de un probable hecho sobrenatural.

Galliano, a diferencia de la vidente de la Virgen de San Nicolás a quien oportunamente se le pidiera no apareciese públicamente para poder estudiar bien el caso, se reveló en todo momento a este tipo de pedidos y llegó incluso a montar una denuncia por supuesta violencia de género contra el arzobispo Mario Cargnello.

Quienes han participado de la peregrinación hasta arriba del Cerro, donde está todo perfectamente organizado, han sido testigos de los aires de divismo celestial con el que la supuesta vidente, ahora involucrada en este complejo caso, llega al mismo y es custodiada por varios colaboradores para luego colocar sus manos sobre los presentes, ofreciendo la sanación a sus males. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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