La 'foto Beatle' y la excusa del armado de la coalición para el 2023

Hace apenas unos días, la reunión en Cumelén entre Rodríguez Larreta y Mauricio Macri no llegó a ningún resultado concreto. Rodríguez Larreta fue a escuchar a Macri sin la intención de alcanzar ningún acuerdo definitivo, y ni siquiera le pidió definiciones al ex presidente sobre su postulación presidencial. Es consciente de que el tiempo juega a su favor, y que la convivencia de dos candidaturas de los “halcones” –las de Macri y la de Patricia Bullrich- sólo consigue dilatar la campaña de ambos, desalentando a quienes podrían estar dispuestos a respaldarlos.

Macri, en cambio, le objetó al alcalde porteño su “excesiva” cercanía con la UCR. El ex presidente quiere un gobierno Pro duro, y le crispa los nervios la política de consensos y acuerdos de Rodríguez Larreta.

Así las cosas, no se pusieron de acuerdo en nada. Y Rodríguez Larreta lo dejó en claro al programar un acto público con Morales y una reunión de los equipos económicos de ambos en Mar del Plata, la capital de la escena política argentina por estos días. A esta altura, una fórmula compuesta por el jefe de Gobierno porteño y el presidente de la UCR parece ser la más potente dentro de Juntos por el Cambio. .

Por si no alcanzara con la puesta en escena compartida, Rodríguez Larreta ensayó una picardía política, sacándose una foto en la que se parodia la histórica tapa del disco Abbey Road de Los Beatles, cruzando una calle marplatense en la que él mismo encabeza la formación, seguido por Gerardo Morales, Martín Lousteau y Diego Santilli.

La imagen fue tomada en Aristóbulo del Valle y Quintana, a una cuadra de la coqueta Playa Grande, y significa una reafirmación del proyecto de Rodríguez Larreta que insiste en la necesidad de alcanzar el consenso de un 70 por ciento de la política para gestionar. La foto, además, mantiene viva la  precandidatura de Martín Lousteau a la jefatura de Gobierno de la CABA, resistida a rajatabla por el sector de los “halcones”.

El juego del alcalde porteño es, por estas horas, demoledor. Habida cuenta de que Macri prometió definirse sobre su postulación en marzo, no hay razón alguna para que Rodríguez Larreta acepte condicionamientos internos de ninguna clase. Si el ex presidente desiste, quedará fuera de juego. Pero si insiste lo enfrentará en las PASO, con la UCR de su lado. Los datos que maneja le aseguran que vencería al ex presidente 60 a 40 en una primaria, y que, con el resultado puesto,  Macri vería muy comprometido su futuro político.

El jefe de Gobierno porteño asegura a quien quiera escucharlo que no va a ser "el Alberto de Mauricio". Y su juego demuestra esa convicción. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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