Nacionales
Rosca de verano
Tiempo de definiciones en la carrera presidencial
Aún cuando falten algunos meses para la definición de las fórmulas electorales definitivas, la política argentina parece haber ingresado en una etapa de definiciones.
A diferencia de las competencias electorales anteriores, la incidencia de las redes sociales -constantemente en actividad- y las expectativas puestas en la competencia actual, eliminaron el receso veraniego. De este modo, lo que era un habitual rosqueo entre bambalinas en los balnearios de Mar del Plata y Pinamar se convirtió en una especie de circo romano expuesto a la mirada pública.
En esta nueva dinámica política, la competencia interna de la oposición se llevó las palmas. La reunión clave entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta tuvo lugar en Cumelén sobre el filo del año nuevo, por lo que no hubo lugar para recesos ni vacaciones. Y aunque no consiguieron ponerse de acuerdo en nada y, por estas horas, las dudas de Macri sobre su postulación continúan intactas, no debe extraerse de esto que haya resultado intrascendente. El ex presidente se resiste a bajar su postulación, aunque los datos que recibe son escasamente alentadores. Esta indefinición impide que Patricia Bullrich tome el control del espacio radicalizado del Pro. Y aunque Macri prometió comunicar su decisión para el mes de marzo, queda claro que ya sería demasiado tarde para que cualquiera de los dos salga a pelearle la interna al jefe de Gobierno porteño. Por esto habrá reunión inmediata en Cumelén entre ambos.
¿Habrá novedades? Y en caso de producirse, ¿de qué clase serán? ¿Insistirán en disputarle la interna a Larreta y los radicales, o finalmente decidirán componer una nueva coalición política con Javier Milei? Una alternativa que muchos sospechan pero que, hasta ahora, nunca pasó de las especulaciones.
Si bien hasta hace un par de días se mantuvieron en reserva los entretelones de la reunión de Cumelén, ahora Larreta ya no mantiene la misma reserva. Fue realmente muy mala y nada productiva para Macri, a punto tal que ya han sido muchos los que hubieran seguido al ex presidente que saltaron a su espacio, ya que es la única candidatura presidencial consolidada en Juntos por el Cambio. El evento que compartieron con Gerardo Morales en Mar del Plata, y la reunión de los equipos técnicos de ambos, terminó de dar forma a lo que sería la fórmula ganadora en la interna de la coalición opositora. Y que ahora aparece como más ganadora que nunca, ya que “Lilita” Carrió -quien afirmó que nunca volvería a votar a Mauricio-, ahora decidió sumarse a su armado.
La semana pasada “Lilita” y el presidente de la UCR se mostraron varias veces en público, en el marco de reiteradas reuniones para armar un plan de gobierno. "Un proyecto de Nación que sea transformador y cambie los paradigmas de los modelos que nos llevaron a la ruina”, coincidieron. Fue el objetivo reconocido por ambos, que significa simultáneamente una estocada frontal al ex presidente, que lo atendieron sin anestesia.
En la más importante de estas reuniones, concretada el martes pasado, participaron varios economistas de ambas partes: Eduardo Levy Yeyaty, Ignacio Bruera y Matías Surt; el embajador Facundo Vila, y Guillermo Hoerth, presidente de Cauchari Solar. Allí se comprometieron en "seguir trabajando en los acuerdos programáticos". Morales, junto a otros radicales como Emiliano Yacobitti y Martín Lousteau, elabora una alternativa económica postmacrista a la que ahora se agregó “Lilita”.
Larreta, con quien esperan terminar de concretar la nueva coalición electoral, admitió públicamente que la situación con Macri es tensa. Nunca lo había hecho de manera tan explícita. Sabe que los radicales tratarán de sacar todo el rédito posible de un acuerdo en común, pero también que no estarían dispuestos a poner en cuestión su candidatura presidencial. Por eso los deja hacer sin entrometerse.
Por el lado del Frente de Todos los únicos que blanquearon sus pretensiones presidenciales fueron Alberto Fernández y Daniel Scioli. Pero son dos alternativas perdedoras, que confirmarían la convicción de Cristina Fernández de Kirchner sobre una derrota irremediable en las presidenciales. La convocatoria con invitación a salir a armar su campaña fue tomada por el embajador en Brasil como una reivindicación, aunque sus posibilidades sean prácticamente nulas.
Pero la dinámica política es arrolladora y las cosas parecen haber cambiado bastante en el curso de la semana que pasó. A esto no fueron ajenas las encuestas que comenzaron a llegar al Instituto Patria que colocan a Sergio Massa en segundo lugar dentro de las preferencias de la sociedad argentina, a apenas 2,6 puntos de Larreta (42,2 y 44,8 por ciento respectivamente).
Su gestión, sobria y eficiente, le ha permitido frenar más de una corrida cambiaria, limitar el gasto público y mantener los niveles de empleo. No es poco habida cuenta de las condiciones en las que asumió la cartera de Economía y mucho más si se observa que ya consiguió superar a la propia Cristina en las preferencias del electorado. Su última determinación de encargar al Banco Central que "lleve adelante en nombre del Tesoro" un "proceso de recompra de deuda externa argentina por más de 1.000 millones de dólares" generó enorme optimismo en el mundillo financiero y empresarial, y le permitió revertir la escalada en la cotización de los dólares alternativos de los días previos.
En caso de continuar con viento de cola, con una candidatura de Massa el Frente de Todos podría volver a ponerse en carrera, sobre todo si Axel Kicillof es el candidato a la reelección en la provincia de Buenos Aires. Ningún oficialismo puede aspirar a nada serio cambiando a sus referencias institucionales cuando no están inhabilitadas para presentarse a una renovación de sus mandatos, ya que eso implica una aceptación pública del fracaso. En este caso, el argumento a aplicar sería que el que fracasó fue Alberto, pero que el gobierno mejoró significativamente cuando tomó las riendas el actual ministro de Economía.
Correlativamente la opción Massa le resta sentido al armado entre Urtubey y Schiaretti, que sólo le robaría votos a una candidatura cristinista y le propina un duro golpe a las aspiraciones de Javier Milei, quien viene en retroceso al no conseguir presentar una propuesta electoral convincente. Su retroceso constante en las encuestas así lo demuestra. El economista sigue prendiéndole velas a una ruptura de Macri y Bullrich con Juntos por el Cambio.
El único inconveniente es que el ministro de Economía ya ha afirmado reiteradamente que no tiene aspiraciones presidenciales en lo inmediato, y que su única preocupación es el combate contra la inflación y el crecimiento de la economía. Claro está que, incluso aunque esté convencido de que ese y no otro es su desafío, su gestión terminará siendo su campaña, más allá de la voluntad que lo anime.
Así las cosas, entramos en una etapa de definiciones. Por ahora sólo queda en claro que al Frente de Todos parecen abrírsele dos salidas excluyentes: la competencia por la victoria, en caso de que Massa siga consolidándose, o una “derrota defensiva” con Daniel Scioli. En la oposición, los avances del encuentro entre Macri y Bullrich podrían resultar determinantes. O terminar en la absoluta intrascendencia, tal como ha sido la estrategia del ex presidente. Mientras tanto, la candidatura de Horacio Rodríguez Larreta –probablemente con Gerardo Morales como vice-, suma y sigue con viento de cola. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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