Hebe De Bonafini: “Mi relación con Charly siempre fue muy afectiva, él es cariñoso conmigo”

Es sabida la relación que tuvieron las Madres de Plaza de Mayo con la cultura rock, ya sea por recitales compartidos o por encuentros personales, todos ellos marcados por el cariño y el respeto prodigados mutuamente. Hebe de Bonafini en particular sumó, además, otra tanda de historias en ese sentido, ya que supo mantener vínculos de afecto con muchos de esos músicos.

Desde La Renga a León Gieco y el Indio Solari, hasta Sting, Manu Chao y Bono de U2, Hebe hubiese podido armar una cartografía del rock mundial tan solo con las anécdotas que acumuló con artistas de distinta procedencia. La relación con los músicos respondía generalmente a participaciones en eventos que las Madres organizaban, o bien a adhesiones a distintas causas. Hebe siempre reconocía que gracias a las bandas de rock pudieron hacer la Universidad de las Madres.   

De todos los nombres posibles, el de Charly Garcia fue acaso el más resonante: apareció en distintos momentos y dejó postales para siempre. Una de ellas es una foto en blanco y negro del verano de 1997: Hebe sostiene una guitarra acústica y Charly aparece con el pelo mojado, los dos sentados contra la pared sobre un piso rústico. "Un día me dijo: 'quiero tocar un recital para vos sola, lo voy a hacer y voy a ir inventando'. Fue una hermosura. Yo le había llevado el medallón de las madres, pero se pudo tan nervioso que se le cayó a pileta... ¡y después se tiró vestido a buscarlo!", recordó Hebe. 

"Nos pusimos a charlar y me pregunta: '¿qué te gusta comer del asado?'. 'Todo —le contesto—, pero especialmente morcilla'. No tenía, así que mandó a un montón de pibes a comprar, jajaj. 'Charly, no seas exagerado, no hace falta'. Después tocó como los dioses, aunque a veces se enojaba, rompía las cosas y yo le dije: 'no hagas eso, porque hay mucha gente que no se las puede comprar'. Otra vez me invitó a comer una picada y ver una película. 'Pero ¿dónde la vamos a ver?', le pregunté. 'En una tele grande', respondió. 'Bárbaro'. Eso eso aparece con una televisión tapada, y cuando la descubre tenía toda la pantalla pintada con un 'Say No More'. ¡No se podía ver la película!".

En febrero de 1999, exactamente dos años después de aquel asado con pileta, medalla, asado y show íntimo, Charly iba a dar un multitudinario show en Costanera Sur. Se esperaba la convocatoria más grande que jamás había tenido un recital en la historia argentina (cosa que, efectivamente, sucedió: fueron 300 mil personas). En la víspera, el músico hizo pública una idea: tirar muñecos al Río de la Plata, cercano al lugar del concierto. La polémica se encendió rápidamente y enfrentó a Charly con las Madres, un brete que dominó la agenda periodística hasta que García y Bonafini se encontraron personalmente para una charla de cariño que desactivó todo y repuso el vínculo de siempre.    

"Nosotras no nos enojamos con Charly", aclaraba Hebe. "Simplemente era muy triste para nosotros ver eso que él quería hacer. No se ganaba nada: la gente no iba a entender mejor ni peor. Y era muy triste que alguien como él, que tocaba rock, tirara muñecos al río".

"Mi relación con Charly siempre fue muy afectiva, él siempre fue muy cariñoso conmigo", sintetizó Hebe, como una madre, justamente. "Para nosotras no es muy diferente lo que recitan de lo que tocan, lo que cantan y lo que nos quieren. Es como hacen los hijos: estudian, trabajan, hacen poesía, te hacen cariño. Uno no puede juzgar a la gente por cada cosa que hace. A veces la vida, lo que dicen, lo que hacen, las circunstancias... no me fijo en eso. Los quiero mucho y les agradezco por todo lo que hicieron con nosotras". (www.REALPOLITIK.com.ar)

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