Municipales
Se recrudece el conflicto
El gobierno de Axel Kicillof intimidó y amenazó a empleados del peajes
El sol del verano recalienta el conflicto entre el gobierno de Axel Kicillof y los empleados del peaje unidos bajo el Sindicato Único de Trabajadores de Peajes y Autopistas (SUTPA), luego de que estos reclamaran por aumentos salariales y mejores condiciones laborales a través de diversas medidas de fuerza.
Fueron días de barreras levantadas y asambleas permanentes, tensión en medio de la autopista por la que llegaron a pasar 2 mil autos por hora con el objetivo de descansar. Luego de un 2022 con cifras altísimas de inflación, pobreza, desempleo, crece el malestar social frente a un gobierno en el que parecen coexistir fuerzas encontradas en la toma de decisiones.
Ante esta situación, el gobierno de Axel Kicillof decidió avanzar en la quita de la personería gremial del SUTPA, luego de una instancia de mediación ante el ministerio de Trabajo de la Nación. Como no podía ser de otra manera, desde el sindicato el reclamo se agudizó, llegando a pedir la renuncia del recientemente nombrado titular de AUBASA, Ricardo Elizalde.
En las últimas horas, el gremio liderado por Florencia Cañabate y controlado por el ex diputado nacional por el Frente de Todos, Facundo Moyano, emitió un duro comunicado en el que sostuvo que el gobierno provincial busca desactivar la protesta a través de mecanismo de persecución e intimidación hacia los empleados.
Según sostienen, habrían amenazado con descontarles los días de protesta, luego de que los responsabilizaran por las pérdidas que genera AUBASA, calculada en unos 350 millones de pesos mensuales. Desde el sindicato sostuvieron que ha sido la pésima gestión del gobierno de Kicillof la responsable de llevar a la empresa a la bancarrota.
Hasta 2019, AUBASA venía generando ganancias y podía sostener el pago del salario de los empleados, mientras que en la actualidad han dejado a las autovías sin obras. De hecho, las existentes son financiadas por el gobierno provincial, mientras los usuarios del peaje, sin quererlo, se hacen responsables del déficit de la empresa.
El conflicto parece tener aún un final abierto, probablemente caldeado por las tensiones del inicio del año electoral, donde la torta parece achicarse para el kirchnerismo, pero todos quieren seguir comiendo de ella. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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