La disputa de algunos radicales por Milei ya es obsesiva

Se sintió como una reacción inmediata y con muchas intenciones de posicionamiento tras la postulación de Maxi Abad en su carrera hacia la gobernación, en un acto que contó con el apoyo de la mayoría de legisladores nacionales y provinciales e intendentes radicales.

Cabe recordar que Martín Tetaz es diputado nacional porteño, aunque platense por adopción y siempre circuló en el imaginario colectivo su posibilidad de postularse a la provincia, algo para lo cual está trabajando diariamente con sus “carreras” en playas de distintas localidades balnearias del litoral atlántico.

Martín Tetaz fue lanzado prácticamente por otros referentes del sector radical Evolución, que lidera el senador nacional Martín Lousteau y que también tiene como referentes a los legisladores nacionales Danya Tavela y Rodrigo De Loredo y al diputado provincial Pablo Domenichini.

Evolución, una corriente muy joven dentro de la UCR -cuyo origen debe relacionárselo con la afiliación de Lousteau a la UCR hace poco más de tres años- tiene características “versátiles” y “pragmáticas” que hacen que varíen postura interna en forma sorpresiva o que, directamente, rompan bancadas legislativas como ocurrió en la Cámara de Diputados de Nación.

Por su parte, Gustavo Posse también ha sido muy variable a lo largo de los últimos lustros en que pasó del vecinalismo al massismo y, finalmente volviendo al radicalismo, pero siempre conservó y propició un espacio propio dentro de la UCR. Su predominio en distritos del norte del conurbano lo convierten siempre en un referente para respetar y para convocar al diálogo en cada interna partidaria.

Ambos dirigentes y precandidatos han tenido en común, en los últimos días, la formulación de una propuesta que sonó fuertemente novedosa y hasta disruptiva como fue la inclusión de Javier Milei en un acuerdo de cada a las elecciones para la gobernación, aunque con distintos matices.

TETAZ QUIERE UNA FINAL

Martín Tetaz deslizó su necesidad de sellar un camino en común con Milei pero a partir de un esquema electoral un tanto particular y que habrá que revisar desde el punto de vista de su instrumentación.

Propuso que, tras las primarias abiertas provinciales, quien no gane se baje de la carrera hacia la gobernación. En buen romance, esto significa que desista de seguir compitiendo y de esta manera, el candidato por la oposición supuestamente cosecharía un abundante voto anti K como para derrotar al Frente de Todos.

Ocurre que para que esto sea posible, el candidato perdedor no sólo bajaría su postulación, sino todas las listas y categorías que él haya generado y consagrado como candidatos para el Congreso y Legislatura.

Hubo algún antecedente parecido, pero no idéntico. Ocurrió en las elecciones de 1999 para la provincia. En esa oportunidad el cavallista Guillermo Francos aceptó bajar su candidatura a gobernador en favor del duhaldista Carlos Ruckauf a cambio de algunos acuerdos de integración de listas. En ese entonces no había primarias abiertas.

Otro dato que hay que tener en cuenta con la propuesta de Tetaz es que Milei aún no tiene candidato a gobernador, pese a los rumores que circulan acerca de la postulación de un “abogado exitoso y mediático”. El candidato que parece recoger las simpatías liberales es José Luis Espert, quien por el momento no quiere saber nada de una alianza con su ex compañero de ruta.

POSSE QUIERE PROGRAMA CONJUNTO

Por el lado de Gustavo Posse, la idea está también avanzada en cuanto a lograr coincidencias con Milei. Pero el hombre fuerte de San Isidro decidió ir más allá: busca coincidencias programáticas.  Es decir, está dispuesto a pagar un costo político pero con mayor utilidad que pedirle a alguien que se baje.

Lo de Posse suena también muy sorpresivo si se tiene en cuenta que venía dando un discurso de tinte “socialdemócrata” en las últimas internas, ante la atenta mirada y simpatía de sectores afines a esa mirada como es el caso de referentes como Juan Manuel Casella y Federico Storani y sectores alfonsinistas ortodoxos. Todos esos sectores, junto a Evolución conformaron el espacio de “protagonismo radical” que compitió muy parejo contra Maxi Abad en las internas de 2020.

Es obvio que una coincidencia programática con los libertarios incluye una gran resignación de principios doctrinarios y obtendría el rechazo de muchos correligionarios. A esto hay que agregarle que en la última convención nacional partidaria realizada en La Plata se aprobó un documento que rechaza la posibilidad de ampliar una coalición opositora hacia esos destinos políticos liberales.

Ninguno de los dos contendientes radicales en la carrera provincial reparó, al menos, en el detalle de disputar al votante de Milei más que a asociar a una estructura. En ese sentido, notarían que, tal vez hurgando en alguna temática muy política, podrían masificar cánticos de sirena para quienes critican la relación entre la dirigencia política y la sociedad.

El libertario se hizo muy famoso por su prédica “antisistema” y su enemistad con una “corporación política” que, en sus dichos, busca aprovecharse de los recursos del estado para beneficio personal. Curiosamente, a ninguno de los dos se les conoce propuestas de cómo atemperar una situación que ha cosechado un rosario de críticas y que Milei vino capitalizando, tal vez mucho más que con sus propuestas económicas, algunas de las cuales son tan técnicas que difícilmente se estén comentando en barrios y arrabales.

Por el momento, la postura acuerdista con Milei desde estos sectores radicales, vienen generando ruidos y discusiones puertas adentro de los comités, pero no se conocen reacciones ni modificaciones en el humor electoral, ni mucho menos en las encuestas de imagen o intención de voto.

En tanto, Abad, quien nada anticipó sobre Milei, asegurá su recorrida por distintos distritos de la provincia y tal vez aproveche este desliz que al menos colocó en instancia de cuestionamiento a sus dos ocasionales rivales. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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