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2 de febrero de 2023 | Internacionales

Perú

La presidenta asesina Boluarte, más de 3 mil años de genocidios y masacres

La asesina Dina Boluarte no nació de un repollo ni fue arrojada de un plato volador al Perú, de alguna manera fue la resultante de un proceso milenario de genocidios y masacres: el período preincaico

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por:
Jorge O. Rodríguez

Alrededor de la Cordillera de los Andes, entre los años 1200 a. C. y 1400 d. C., se desarrollaron distintas culturas y sociedades previas a los incas: la sociedad Chavín, el Tiahuanaco, el estado Moche, la cultura Huari, el estado Nazca en el sur y también los Chancas en los Andes Centrales. Todas estas sociedades-estados, con enormes desarrollos técnicos, se caracterizaron por conquistar a sus vecinos, con métodos sanguinarios, con cientos de masacres y también genocidios: muchos de los pueblos y aldeas fueron desaparecidos de la faz de la tierra.

EL IMPERIO INCA

Los incas fueron la civilización más grande y poderosa que se desarrolló en la América del Sur, ocupando grandes territorios de los actuales Perú, Bolivia, parte de Ecuador, el noroeste de Argentina y el norte de Chile. El imperio incaico comienza aproximadamente en el año 1200 y Manco Capac fue su primer gobernante. Se caracterizó por el dominio de las tribus preincaicas, que vivían dispersas en el Cuzco -"el ombligo del mundo"- y sus alrededores. En todo momento realizaban sacrificios humanos, y estaban realmente enamorados de los baños de sangre. La victoria ante los Chancas hacia 1438 les permitió afianzarse. Los Cuatro Suyos -regiones del imperio- se extendieron así a lo largo de más de 2 millones de kilómetros cuadrados y llegaron a abarcar, en su período de apogeo, 4 mil kilómetros de costas en el océano Pacífico. La guerra civil incaica se desató entre los medio hermanos Huáscar y Atahualpa por la sucesión del trono inca, entre los años 1529 y 1532 triunfando el segundo de los hermanos, en un período que comienza a marcar la caída del Imperio Inca (Tawantisuyu).

EL GENOCIDIO ESPAÑOL

En el año 1524 los españoles llegan al norte de Perú, hambrientos de oro, plata y otras riquezas. Luego de varios intentos, logran avanzar hacia el Cuzco en 1533. Francisco Pizarro contó con la colaboración de la iglesia católica, para consumar sus infames robos y miles de asesinatos, y fue comprando también las voluntades de distintas etnias. Atahualpa fue capturado en una trampa que le tendieron, al ir a un encuentro con los españoles totalmente borracho de chicha. A pesar de que su familia pagó su rescate en oro y plata, fue ejecutado por los esbirros de Pizarro. Gran parte de los incas y otras etnias, fueron obligados a trabajar en los campos y en las minas en forma inhumana, provocando enormes mortandades. La explotación fue tan bestial, que los españoles sumaron a esa esclavitud, la mano de obra negra procedente de África. Las eternas contradicciones peruanas son de tal nivel, que la sede presidencial ubicada en la plaza de Armas, se denomina Palacio Pizarro, adorando a quien los torturó, los asesinó y los robó hasta más no poder. Hasta donde puede saberse, no hubo ningún intento serio para cambiarle ese nombre.

EL VIRREINATO ESPAÑOL

Fue creado en 1532 con sede en la ciudad de Lima, para intentar reorganizar el genocidio y los robos de la conquista española. Las matanzas en aldeas y de pueblos originarios, continuaron en forma sistemática: surgía una rebelión o cualquier problema, arrasaban con el poblado y a otra cosa. Igual que le pasó a los incas, los españoles no pudieron adueñarse de las selvas ni dominar a sus etnias. Mucho no les importó ya que no había oro ni plata a simple vista en las mismas, y además convertir a esas etnias de guerreros en esclavos se les hacía muy trabajoso. Hubo varios intentos entre quechuas y aymaras, de coronar nuevos incas. Se destacan en las mismas, la rebelión de Tupac Amaru, derrotado militarmente en 1572 y asesinado junto a casi toda su familia. La de Tupac Amaru II estalló en 1780, con un gran movimiento independentista en todo el sur de Perú, también brutalmente masacrado.

LA INDEPENDENCIA PERUANA

La expedición libertadora del Perú comandada por el general José de San Martín, desembarcó en las costas peruanas procedente de Chile, en cercanías del golfo de Paracas. Los españoles huyeron como ratas de Lima, y se fortificaron en el Cuzco. San Martín proclamó la independencia el 28 de julio de 1821. Luego de la entrevista en Guayaquil con el general Simón Bolívar, Don José se retira del Perú. Bolívar se pone al frente del Ejército Unido Libertador del Perú. Finalmente, en 1824 quiebra el bastión español de la sierra, con la huida del ejército realista y dando fin al espantoso Virreinato del Perú.

¿Qué pasó luego de la independencia? El genial José Carlos Mariategui lo explicó en muy pocas palabras: "En realidad muy poco cambió en la estratificación social peruana. Sus presidentes parecían monarcas, el ejército siguió detentando una hegemonía que luego se haría crónica, luego de muchas décadas de vida republicana, los indios siguieron pagando tributos y los negros siguieron siendo esclavos".

En las grandes ciudades peruanas, se fueron fortificando distintas oligarquías, principalmente las de Lima, Trujillo y Arequipa. Y en menor medida las de Cuzco y Ayacucho. Eran una suerte de señores feudales y esclavistas, muchos descendientes de españoles, aunque también muchos mestizos, con un modo de producción capitalista de muy escaso desarrollo. Y por supuesto continuaron las masacres en todo el país, ante cualquier conato de rebelión. Los asesinos eran miembros del ejército, de cuerpos policiales regionales y también de "guardias blancas", es decir, policías privadas de esos señores.

LAS “DEMOCRACIAS” DEL PERÚ

Así las cosas, se sucedieron unos 72 presidentes vaya a saber electos por quién. Hasta que el 3 de octubre de 1968 se da un nuevo golpe de estado, y asume el general Juan Velazco Alvarado, quien luego sería conocido como el “general de pueblo”. Don Juan inició un proceso de reformas sumamente progresistas, incluido su serio intento de una reforma agraria. Un pequeño grupo de argentinos le escuchamos decir en 1975: "Sé muy bien que el proceso de reformas no lo voy a poder sostener sólo con el ejército, necesitamos también poder armar milicias populares y tal vez ustedes puedan ayudarnos". Fue derrocado el 29 agosto 1975 y el Perú volvió a su enorme proceso de oprobio, a las continuas masacres de aldeas y poblaciones aisladas, principalmente a lo largo de toda la cordillera. El enorme escritor Manuel Scorza, supo reflejar en sus textos todas estas cuestiones, tanto en Redoble por Rancas, como en La Danza Inmóvil y sus demás libros.

Incluso el Perú supo tener de presidente a un tal Alan García, quien como bien dijo un amigo peruano era "un vulgar bandido disfrazado de progresista", el cual se suicidó hace unos años cuando lo fueron a detener.

EL FUJIMORISMO CRIMINAL

El cuarto presidente luego de don Juan Velasco Alvarado, en 1990 vino a ser Alberto Fujimori, gracias a su documentación apócrifa que indicaba que era peruano, cuando en realidad es japonés. Perú estaba inmerso en la locura terrorista y criminal de la organización Sendero Luminoso, para lo cual Fujiromi aplicó su salvaje terrorismo de estado durante diez años. Los asesinados por las fuerzas del estado terrorista, fueron al menos unas 40 mil personas. Buena parte de las tumbas colectivas que siguen apareciendo hasta el presente, en gran medida no fueron producto de los asesinos senderistas conocidos como los "terrucos" -causaron entre diez y quince muertos- sino de las fuerzas legales o de las “rondas de campesinos” y grupos parapoliciales, financiados y sostenidos por el gobierno genocida. Todo fue falso en el fujimorismo: basta tener en cuenta que en las llamadas "masacres de los penales” -prisiones de El Frontón, Lurigacho y Santa Bárbara- fueron asesinados más de mil detenidos, aunque las estadísticas oficiales reconozcan sólo 254.

Alberto Fumijori fue condenado en abril de 2009, a 25 años de prisión por las masacres de Barrios Altos y La Cantuta. En noviembre de 1991, quince personas, entre ellas un niño de ocho años, fueron fusiladas durante una reunión social, realizada en una casa ubicada en Barrios Altos, cerca del centro de Lima. En julio de 1992 a su vez, fueron secuestrados y luego ejecutados nueve estudiantes y un profesor pertenecientes a la Universidad La Cantuta (creada por el general don José de San Martín). En el juicio se pudo demostrar, que los asesinatos fueron cometidos por integrantes del grupo paramilitar Colina, que era dirigido por el criminal Vladimiro Montesinos, otrora mano derecha de Fujimori. También está en proceso el juicio por la esterilización forzosa de 314.605 mujeres y varios miles de hombres, todos de orígenes quechuas o aymaras, en una suerte de limpieza étnica (más de mil de esas mujeres resultaron fallecidas por los métodos empleados).

Del huevo de la serpiente fujimorista aún quedan sueltos los hijos delincuentes del genocida: su hija Keiko "La Ratera" que preside el Partido Popular y que por suerte perdió tres elecciones presidenciales, y su hijo Kenji apodado alegremente "La Geisha", otro bandido de máxima pureza con varias investigaciones penales en curso.

PRESIDENTES DEL POST FUJIMORISMO

A la caída del genocida en el 2000, asumió como presidente provisorio Valentín Paniagua. Luego entre 2001 y 2006 gobernó Alejandro Toledo, actualmente con pedido de captura internacional por distintos delitos, apodado el Medio Peruano, ya que habla mejor inglés que castellano. El realismo mágico peruano no tiene límites: volvió a ser presidente Alan García del 2006 al 2011 intensificando sus desfalcos y demás delitos. Entre ese año y el 2016 gobernó Ollanta Humala, en una suerte de enredo de pensamientos indigenistas e ideas de centro izquierda que de izquierda no tenían nada (junto a su mujer la ex bella Nadine Heredia, quien es prima de su madre, padecen todavía varias investigaciones penales y varias veces estuvieron en prisión).

Pedro Pablo Kusinsky, más conocido como PPK, sólo duró dos años como presidente, ya que fue volado por el Congreso unicameral gracias a la espantosa figura de la "vacancia", que garantiza que unos cuantos gatos locos disfrazados de legisladores, derriben al presidente electo acusándolo de incapacidad moral: con sólo el 40 por ciento de los votos de los legisladores se abre ese proceso (y con 87 votos del total de 130 lo pueden tirar por la ventana).

Martín Vizcarra continuó con aquel mandato solo por un año y medio. También fue derribado por los legisladores. Los malandras del Congreso volvieron a operar y pusieron a Manuel Merino, quien resultó presidente por un día. Hubo manifestaciones por todo el país que se iniciaron el 9 noviembre 2020 y duraron algo más de una semana. Luego los malandras nombraron a Francisco Sagasti, quien sumó ocho meses de gestión, hasta culminar el tiempo del mandato original de PPK. En general lo poco que pudo hacer en ese cargo fue bastante serio.

PRESIDENCIAS DE SUPUESTAS CENTRO IZQUIERDAS

El maestro Pedro Castillo fue electo el 28 julio 2021. Logró ganarle a Keiko "La Ratera" por menos del 1 por ciento de los votos contabilizados. Surgido en el poblado de La Chota, región de Cajamarca, en la cordillera norteña, fue propuesto por el frente Perú Libre. Siempre se caracterizó por concepciones muy retrógradas, tales como oponerse a las leyes de interrupción de embarazos y a los derechos de integrantes del espacio LGTB. A poco de su asunción, distintos medios de prensa demostraron que Castillo y su mujer Lilia Paredes, habían plagiado sus tesis de graduación en la carrera de educación, de una costosa universidad privada de la Ciudad norteña de Trujillo (que tristemente lleva el nombre del gran poeta César Vallejo).

Una hermana de doña Lilia además, resultó detenida y con prisión preventiva por distintos delitos económicos, realizados en la gestión Castillo. Unos quince ministros renunciaron también en esa gestión de casi un año y medio, en tanto aparecían distintos escándalos, respecto de figuras asociadas al presidente. El caradura Castillo no cumplió ni una sola de las muchas promesas que realizó en campaña.

Finalmente el día 7 de diciembre 2022, bajo los efluvios de chicha o pisco o vaya a ver qué delirio, Castillo tomó la decisión de disolver el Congreso, para formar uno nuevo con el voto popular. En una especie de comedia, cuando se dirigía al cierre del parlamento, la custodia se le dio vuelta y resultó detenido, de tal forma que aún permanece en prisión.

El Congreso nombró a cargo de la presidencia, a la vice de Castillo, Dina Boluarte, quien había jurado por distintos medios, que jamás lo iba a traicionar: como cantaba Carlos Gardel, "hoy un juramento mañana una traición". A los pocos días volvieron las manifestaciones en Lima como un tiempo atrás. A Boluarte no se le ocurrió mejor idea que transmitir a los mandos de Policía Nacional, Ejército y Marina, que mantuvieran el orden como sea y dispararan con gases lacrimógenos y también proyectiles si hacía falta, a los manifestantes desarmados. Proliferaron las marchas por toda la cordillera, en especial por Cajamarca, Cuzco, Arequipa, Ayacucho, Juliaca y todo el Puno, bien cerca de la frontera con Bolivia. Es decir los lugares más pobres y abandonados del Perú, en la mayoría de los cuales Castillo obtuvo mayores márgenes de votos, muchos de los cuales fueron justamente, los distritos donde se registraron históricamente las mayores masacres. También hubo marchas y cortes de rutas por la costa en buena parte del país.

La asesina Boluarte había planteado unas nuevas elecciones presidenciales, para realizarse en marzo 2024 y así garantizarse más un año de sus "negocios". Luego le solicitó al parlamento, realizarlas en noviembre o diciembre de este año, a la luz de sus más de sesenta muertos por balas policiales y por incidentes en las rutas. El Congreso le ha negado hasta el momento tal cuestión, de la mano de fujimoristas y neofascistas, obviamente interesados en que se profundice la crisis y continúen los baños de sangre. Mientras tanto, hace unos días la asesina, le compró al gobierno de Lula da Silva, gases lacrimogenos por más de 500 mil de dólares, en tanto están realizando una nueva compra al gobierno de Ecuador.

Todo en la política peruana es insensato, sólo basta ver que entre una elección y la asunción del nuevo gobierno pasan tres meses, como si estuvieran interesados en vivir en crisis permanentes. Por lo demás su constitución es más que retrógrada y permite estos delirios, y con el sistema de vacancia vuelve a todos los gobiernos débiles e inestables. Seguramente la asesina conocida como Dina Boluarte, no tiene la menor idea de que muy posiblemente termine como la golpista narco boliviana Jeanine Añéz: presa con varios años de condenas.

Miguel Prado fue dos veces presidente del Perú en 1939-1945 y 1956-1962, es decir, gobernó casi doce años. Tuvo una frase increíble, que nos termina de graficar la situación histórica del país hermano y fundamentalmente su clase política: "El Perú tiene dos clases de problemas, los que se solucionan solos y los que no se solucionan nunca”. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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