Cómo se filmó Hell or high water, un genial western moderno

En 2016 se estrenó uno de los mejores westerns modernos de los últimos años. Hablamos de Hell or High Water, película que llegó al mercado argentino con el título "Sin nada que perder" y que tuvo a David Mackenzie como su director. Chris Pine, Ben Foster y Jeff Daniels fueron los actores que la protagonizaron.

La película giró alrededor de dos hermanos que pasaron sus días robando pequeñas sumas de dinero en bancos de Nuevo México con el fin de saldar una deuda. Todo a contrarreloj mientras eran perseguidos por el sheriff de turno (interpretado por Daniels) que a punto de retirarse quería tener una última gran aventura. El encargado de fotografiar esta producción fue Giles Nuttgens, que recordó cómo encontraron la química entre todos y lo importante que fue para el bien de la película: "Una vez que comenzamos a trabajar juntos y nos entendimos, todos apuntamos hacia el mismo objetivo. Entonces, se vuelve más libre".

Giles Nuttgens destacó que uno de los puntos más importantes a la hora de filmar Hell or high water fue el tiempo que pasaron juntos él, Mackenzie, Foster y Pine, conectando entre ellos. "Bien al comienzo pasamos un día con David Mackenzie, Ben Foster y Chris Pine. Ellos estaban atravesando el proceso de conectar como hermanos pero ya habían trabajado juntos en un rol así. Se conocían pero estaban buscando a sus personajes. Fuimso al rancho que estaba a pocos kilómetros de Alburquerque. Literalmente, fuimos todos en el mismo auto. Ellos fueron e hicieron lo suyo en las inmediaciones del rancho, divirtiéndose, viendo los alrededores... Ese día fue increíble en términos de estar cómodos entre nosotros", contó.

En este contexto, el ser un grupo reducido de gente ayudó mucho a conseguir lo que querían. En más de una oportunidad, fueron Mackenzie y Nuttgens los que tomaron las decisiones creativas y las ejecutaron sin apoyarse en el resto del equipo técnico. "Lo que hicimos fue poner la menor cantidad de obstáculos posibles", recordó el director de fotografía, que en esta película también fue el operador de la cámara.

"David fue muy bueno conmigo. La luz era mayormente cenital porque rodamos en verano. Pero David fue bueno en dejarme opinar sobre la elección de las locaciones y el orden en el que filmaríamos. No siempre es así. David fue bueno conmigo para que nos aseguráramos de poder seguir cierta línea para poder rodar siempre con luz de fondo, lo que más pudiéramos. Eso realmente le dio un giro. Le dio su belleza pero también mantuvo esa dureza, porque con luz de fondo realmente sentís el poder del desierto", ejemplificó Nuttgens. Según remarcó, hay un poder descriptivo y narrativo en lo visual que para Mackenzie no es negociable: "(Quiere) que la imagen tenga un elemento narrativo".

Al hablar del trabajo con los actores, el director de fotografía destacó la facilidad de comunicarse con Chris Pine, a quien definió como alguien "muy abierto". A Ben Foster, por su parte, lo señaló como "una persona más compleja". Eso sí, en todo momento se encargó de recordar que "los dos son grandes actores" y recordó el impacto que tuvo el calor en la filmación: "Creo que en el desierto hacía 40ºC, hacía calor pero no era molesto. Pero el calor le dio una sensación de urgencia a todo. Como actor es difícil impedir que eso afecte tu actuación".

Estrenada hace ya siete años, Hell or high water recibió un total de cuatro nominaciones a los premios Oscar: Mejor Película, Mejor Actor de Reparto (Bridges), Mejor Guion Original y Mejor Montaje. Aunque no se quedó con ninguna estatuilla, nadie le quita haber sido uno de los mejores títulos de ese año y un western moderno impecable. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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