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Guerra de parientes en Jujuy deja heridos en la diplomacia argentina
El gobernador radical de Jujuy, Gerardo Morales, maneja su provincia con mano de hierro. En ese marco, mantiene duros enfrentamientos con los peronistas provinciales mientras intenta sobrellevar con la mejor buena relación posible los vínculos con los peronistas del gobierno nacional.
En ese ambiente conflictivo y tenso a la vez, dos apellidos célebres sintetizan esta pelea de pago chico: los Morales versus los Snopek. Y, para colmo, como si se tratara de una serie de Netflix, Morales se unió en sagrado matrimonio -contra viento y marea- con Tulia Snopek, integrante del clan peronista más tradicional de la provincia.
Como era de esperar, el casamiento Morales - Snopek genera resquemores. Llueven acusaciones cruzadas, dimes y diretes sin fin se combinan con traiciones y rupturas familiares a ambos lados de la grieta. Los Snopek le quitan el saludo a la hermana “rebelde” y no olvidan la iniciativa de su archienemigo radical.
Sin embargo, el gobernador de Juntos por el Cambio y precandidato a presidente no se amedrenta y sube la apuesta. Ante los ataques que le propinan los peronistas de su provincia, juega fuerte y muestra su poderío doméstico. En ese marco, trece dirigentes del PJ local fueron detenidos por acusaciones y delitos varios. Además, en la legislatura suspendieron a la diputada del PJ Alejandra Cejas y en la Corte Suprema provincial le quitaron los fueros a la peronista Debora Juárez Orieta.
El senador nacional Guillermo Snopek, hermano desairado de Tulia, acumula facturas para cobrarle al gobernador de su provincia y prepara el contraataque. El gran cuñado (a su pesar) piensa cómo devolverle las gentilezas a Morales y decide postularse para la gobernación de Jujuy. Promete una campaña dura, impiadosa.
Snopek le dijo a su círculo más cercano que no lo “para nadie”, ni el presidente del PJ provincial Rubén Rivarola ni el presidente del PJ nacional Alberto Fernández. Y así lanza su primer ataque :lidera la ruptura del bloque oficialista en el Senado de la Nación junto a otros cuatro senadores.
Como consecuencia de esa ruptura, el kirchnerismo pierde la mayoría en la cámara alta y ya no tiene quórum propio. Es decir, no puede imponerse en ninguna votación si no negocia con otros bloques, en lo que constituye un duro golpe al mentón del gobierno.
En su flamante rol de jefe de Unidad Federal, su propio bloque en el Senado, Snopek promete un filoso movimiento ofensivo: bloquear el “acuerdo espurio” que según él se puso en marcha entre el gobierno nacional y Morales, para ascender a embajador a Atilio Berardi, sobrino de la senadora jujeña Silvia Giacoppo, estrecha colaboradora del jefe provincial.
Sucede que Berardi es un diplomático de carrera aún junior, sin antecedentes en cargos de conducción, al que intentan “meter por la ventana” a la máxima categoría profesional de la cancillería argentina para que reemplace al experimentado embajador ante la Unión Europea, Pablo Grinspun.
Sin dudas, la versión jujeña de Romeo y Julieta parece estar plagada de polémicas, incluida una insólita puja por el quórum del Senado. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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Jujuy, Alberto Fernández, Guillermo Snopek, Alejandra Cejas, Rubén Rivarola, Silvia Giacoppo, Atilio Berardi, Pablo Grinspun, Tulia Snopek, Debora Juárez Orieta¿Qué te parece esta nota?
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