Celeste Saulo: “Argentina nunca tuvo una temporada de verano con diez olas de calor”

“La realidad es que es un fenómeno muy poco frecuente, tan infrecuente que no tenemos en la historia de las mediciones realizadas en Argentina registro de un evento de ola de calor en marzo como el que se registró en estos últimos días”, sostuvo la directora del Servicio Meteorológico Nacional, Celeste Saulo. 

Saulo, que además es investigadora del CONICET y vicepresidenta primera de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), planteó: “Todo indica, según estudios científicos que se han realizado, sobre todo no con ésta última ola de calor que fue reciente sino con la anterior que padecimos entre noviembre y diciembre, es que el cambio climático tiene un grado de responsabilidad importante en generar estos extremos intolerables de temperatura”. 

Al ser consultada por la comunicabilidad de los eventos climatológicos extremos como por ejemplo las olas de calor, señaló: "Nos tenemos que plantear entre todos una manera de comunicar que sea lo suficientemente clara para que entendamos que esto es raro, es muy poco frecuente y es, en cierta medida, una señal de que hay cosas que están cambiando y no parece ser nada favorable”. 

“En un contexto de cambio climático la ciencia nos dice -más específicamente el último reporte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático- que producto de la actividad antropogénica (lo que hacemos los hombres y mujeres al producir de manera descontrolada y consumir de manera poco amigable con el ambiente) estamos modificando el clima y una de las señales de la modificación del clima es un aumento en la temperatura media global”. 

Y agregó: “Otra de las señales que está dando es un aumento de la frecuencia de eventos extremos, que son olas de calor u olas de frío, períodos de déficit de agua o de superávit de agua. Esto trae bastantes problemas, no solo para el pronóstico sino a todos porque muchas cosas están adaptadas a este consumo extraordinario, ni hablar de las poblaciones vulnerables donde ni siquiera existen las comodidades básicas para poder sostener y soportar estos eventos. El problema lo estamos corriendo por detrás, la ciencia lo viene diciendo hace mucho pero no hay hechos concretos que nos permitan decir que el mundo está haciendo algo para evitar esto que por ahora no se detiene que es la emisión de gases de efecto invernadero, que sigue aumentando”, advirtió. 

Con respecto a la calidad de los pronósticos, opinó: “Yo invito a toda la audiencia a mirar distintas fuentes. La primer pregunta que hago es si están tan seguros todos de que consultan al Servicio Meteorológico su pronóstico. Te diría que me juego la probabilidad de que una gran mayoría no lo hace. Consulta un pronóstico, no tiene idea de la fuente, pero cuando se enoja lo hace con el SMN. Los usuarios de aplicaciones y de sistemas de información de cualquier tipo es importante que chequeen de donde obtienen la información”.

La profesora de la UBA indicó: “Hay situaciones que tienen un pronóstico mejor, de mejor calidad, y con mayor rango de validez en el tiempo. Hay veces que podemos decir con tres o cuatro días cómo va a estar la situación y el pronóstico es bueno y resulta acertado, y hay veces que esto no es así. Ese no es un problema de que el SMN de Argentina trabaja mal, es un problema de que la ciencia tiene un límite y lo que podemos pronosticar o no no es siempre lo mismo, y no siempre tenemos el mismo rango de validez para un pronóstico”. 

Sobre el negacionismo del cambio climático, declaró: “El negacionismo existe en muchos ámbitos de la vida cotidiana lamentablemente, hablamos de terraplanistas como parte de la ciudadanía que se niega a aceptar determinados avances. La ciencia es muy clara y contundente, y las evidencias científicas marcan que existe un cambio climático y que ese cambio climático está producido por la emisión de gases de efecto invernadero”, reiteró.

“Eso está escrito, está probado con los métodos que hoy la ciencia acepta, admite y postula. Los números, las estadísticas oficiales del Servicio Meteorológico Nacional indican que nunca Argentina tuvo un verano con nueve/diez olas de calor en la misma temporada. Esto lo marcan nuestros datos oficiales y verificables por cualquier individuo o persona que desee hacer un estudio robusto de una variable estadística”, aseguró. 

Sobre las medidas concretas que deberían tomar los gobiernos para revertir la situación climática, puntualizó: “Hay muchos frentes de medidas que se deberían ir tomando, nada se puede resolver de la noche a la mañana ni de un gobierno para el otro. Son políticas de estado de largo plazo, esto es algo que llegó, se instaló y va a continuar y ya lo tenemos encima. Lo primero son acuerdos de largo plazo, segundo, una transición energética hacia una matriz más verde. No estamos haciendo concientización de los desarrollos urbanos, estamos metiendo cemento a lo pavote sabiendo que eso atenta e incrementa el impacto de las olas de calor”, concluyó. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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