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29 de marzo de 2023 | Nacionales

Futuro inestable

La política argentina, un escenario de incertidumbre y desafíos

La política argentina parece ser evanescente. Aquella definición de Marshall Berman -“Todo lo sólido se desvanece en el aire”-, haciendo referencia a la “liquidez” de la realidad en las sociedades contemporáneas puede aplicársele con endemoniada justeza.

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Hasta apenas un par de semanas atrás, las internas de las dos principales coaliciones políticas nacionales presentaban clivajes que hoy resultarían muy difícil sostener. Del lado de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta, Mauricio Macri y Patricia Bullrich parecían ser los precandidatos excluyentes para competir por el Pro, y Gerardo Morales se anotaba desde la UCR. Pero la "autoproscripción" del ex presidente a su postulación modificó decididamente este cuadro de situación, y si bien el alcalde porteño y la presidenta del Pro continúan intactos su competencia, la salida de escena de Macri parece allanar el terreno para una “salida digna” de la UCR de un desafío que, aunque se postulaba con bombos y platillos, no terminaba de convencer a su dirigencia.

En efecto, el recuerdo de la derrota en las PASO de 2015 frente a Mauricio Macri dejó al radicalismo fuera de la gestión de gobierno y, pese a su inserción territorial nacional, nada permite descartar que una situación similar se repitiera en 2023, habida cuenta de que el partido no cuenta con figuras nacionales presidenciables sólidas. Ahora que el ex presidente –blanco principal de las críticas de un amplio sector del radicalismo- ya no jugará, se abre el horizonte para la presentación de fórmulas mixtas en las PASO. 

La renuncia de Macri a su postulación higienizó el panorama interno de Juntos por el Cambio, no porque tuviera posibilidades reales de aspirar a la presidencia, sino por los cuestionamientos internos y externos que experimenta a consecuencia de su desacreditada gestión. Claro está que eso no asegura la victoria en las presidenciales de octubre, ya que una eventual derrota de Patricia Bullrich en las PASO plantea el interrogante sobre la decisión que adoptarían los votantes “duros” del Pro.

Del lado del Frente de Todos las cosas también cambiaron, y mucho. Pese al “operativo clamor” del cristinismo, la vicepresidenta no aspira a ser candidata, tal como lo adelantó en diciembre del año pasado, y lo reafirmó Oscar Parrilli el jueves pasado. Sí, en cambio, da su tácito consentimiento a las movilizaciones convocadas para tratar de “convencerla” de rever su determinación, pero sólo para mostrar músculo electoral al momento de negociar las candidaturas y listas del Frente de Todos. La novedad parece ser su elegido para representarla en la interna, ya que los números de la inflación y la brutal sequía que experimenta nuestro país han colocado a la eventual candidatura de Sergio Massa entre algodones. Al día de hoy, una fórmula compuesta por “Wado” de Pedro y Malena Galmarini sería la bendecida por Cristina, ya que Axel parece inamovible del intento de reelección como gobernador a partir de los números que arrojan todas las encuestas.

¿Contra quién confrontaría esta alianza entre cristinismo y Frente Renovador en las PASO? El presidente Alberto Fernández insiste en evitar una definición sobre su candidatura, habida cuenta de necesita mantener su protagonismo hasta último momento para no debilitar la gobernanza y, a la vez, poder negociar en las mejores condiciones posibles la composición de las listas del Frente de Todos. Pero también tiene en claro que deberá bajarse a tiempo ante dos preocupantes escenarios: el primero sería su derrota en una PASO, lo que colocaría al país a las puertas de una asamblea legislativa. ¿El segundo? Que tanto Cristina como Sergio Massa rompieran con el Frente de Todos ante la absurda situación de tener que confrontar en una interna con el presidente en funciones, y organizaran su o sus propias alternativas electorales. De un modo u otro, el gobierno volaría previsiblemente por los aires.

Así las cosas, todas las fichas del albertismo y del peronismo no cristinista que forma parte del Frente de Todos se van corriendo hacia Daniel Scioli. ¿Sería Victoria Tolosa Paz su compañera de fórmula? ¿O tal vez algún gobernador? Por más que en el cristinismo, con su soberbia habitual, den por sentado que la fórmula bendecida por Cristina sería la triunfadora en una PASO, nada asegura que les asista la razón. Pero, tal como sucede en el caso de Juntos por el Cambio, tampoco hay garantías de que los votantes de los eventuales derrotados en la interna acompañen a los vencedores en la elección general.

De este modo, el panorama político argentino sólo presenta dudas e incertidumbres. Aún falta para la hora de las definiciones, y seguramente la vertiginosa dinámica impondrá nuevos clivajes y desafíos. Con la sequía, la crisis financiera internacional, las exigencias del FMI, la guerra y la redefinición del contexto geopolítico de fondo, los argentinos deberemos adoptar una decisión trascendental para nuestro futuro. O terminar por aceptar que, finalmente, estamos condenados a vivir en transición permanente. (www.REALPOLITIK.com.ar) 


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