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30 de marzo de 2023 | Pastillas de Colores

Sede del comienzo de una leyenda

Estadio San Martín: Del primer gol de Maradona solo quedó una arcada

Diego convirtió sus primeros dos tantos en Primera en el mítico escenario marplatense sobre el que veinte años después se construyó un hipermercado, aunque conservando un detalle original. Ni siquiera hay videos: apenas dos fotos, una de ellas discutida.

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por:
Juan Provéndola

Diego Maradona necesitó cinco partidos para hacer su primer gol en Primera y apenas tres minutos para marcar el segundo. Ambos ocurrieron el 14 de noviembre de 1976 en un estadio que no existe más: el viejo General San Martín de Mar del Plata. Diego acababa de cumplir 16 años.

Antes de que fuera descartado por la posterior construcción del Mundialista y finalmente demolido para levantar un hipermercado mayorista, el viejo estadio San Martín supo ser primeramente la casa de la Liga Marplatense, luego el anfitrión de los recordados torneos de verano y, más tarde, el lugar donde los equipos locales recibían a sus rivales en los Torneos Nacionales. Como San Lorenzo de Mar del Plata a Argentinos Juniors en aquel Nacional '76. En el mismo sitio donde Kimberley había goleado a Independiente en 1970 y Alvarado se jugó el ascenso a la A contra Arsenal en 1992.

Maradona ingresó después del entretiempo, con el partido igualado a uno. Jugó con la remera número 15 (dato que los numismáticos cabuleros podrán leer como "diez y medio"). En 42 minutos metió dos disparos en el travesaño, tiró un caño y asistió a Carlos Álvarez, quien esa tarde hizo tres tantos. Y se guardó los tres minutos finales para ponerle su firma a aquel día histórico con dos golazos: uno de zurda, concluyendo una pared tras una pequeña apilada en el área, y otro de cabeza, por encima del arquero.

Fueron los dos primeros de alrededor de 350 goles que marcó en toda su carrera (algunos enumeran 345, otros 352; la cifra, aunque enorme, es imprecisa). El inicio de un idilio con la red que lo llevó a ser goleador de cinco campeonatos locales con Argentinos –cuatro de ellos consecutivos- y el artillero histórico de la Selección hasta la explosión de Lionel Messi.

Si toda leyenda necesita un mito de origen, la de Maradona cumplió con el manual: no sólo el estadio donde hizo sus primeros dos goles ya no existe más, sino que tampoco quedan registros fílmicos de tamaño momento fundacional. Es que, en verdad, nunca los hubo: en aquel entonces se transmitía por televisión un solo partido, y el de esa fecha fue el 2-0 de Boca a River en el Monumental, anticipo de lo que ocurriría por el mismo torneo un mes más tarde en la primera de las tres finales oficiales que ambos equipos disputarían en su historia.

Apenas quedan algunas crónicas de la época y unas fotos que registraron los diarios locales, únicos medios interesados en cubrir un partido al cual fueron apenas 1300 personas para un estadio de veinte mil. Para colmo, cuando todo parecía dicho, el diario La Capital aportó en 2018 otra novedad: la imagen que hasta ese entonces se divulgaba como perteneciente al segundo gol de Diego, en verdad corresponde a una de las jugadas previas que acabó en el travesaño.

San Martín, el templo del fútbol marplatense

El estadio San Martín, sobre Avenida Champagnat y Alvarado, fue construido en tres años e inaugurado el 4 de mayo de 1952. Después de casi cuatro décadas de actividad, la concurrida Liga Marplatense de Fútbol tenía una cancha propia. 

Hasta ese entonces, los veinte equipos debían repartirse en los poquitos escenarios disponibles, que en un principio fueron los del Paseo General Paz (hoy la zona de la rambla) y Plaza España, y luego los Quilmes en el bosque de Club Nación y River en el actual barrio de Alvarado. 

Tres años después del San Martín, el club Ministerio de Obras Públicas agregó el suyo en la luego conocida Manzana de los Circos, sobre Martínez de Hoz (hoy, Avenida de los Trabajadores) en diagonal a Juan B. Justo. Su ubicación, naturalmente, atrajo a los equipos del puerto: Aldosivi, Banfield, Talleres y Boca se ubicaron como locales en la cancha del Ministerio. Y, para el cierre de esa década, Once Unidos y Alvarado también habían erigido sus reductos propios. 

Sin embargo, en lo sucesivo, los estadios se fueron armando y desarmando, utilizando y desocupando de manera irregular. Y el San Martín logró sobrevivir incluso a la construcción del Mundialista para Argentina '78. 

Aunque su tiempo se agotó en los 90s. Por esos tiempos Aldosivi se había lanzado a construir su cancha propia en el puerto, La Cantera. En 1996, se vende el predio llave en mano a un supermercado mayorista, quien demuele la construcción previa para levantar su nueva edificación y la amplia playa de estacionamiento. No se sabe si fue a adrede, o por obra de la casualidad, pero fuera del perímetro de taladros y martillos quedó la vieja arcada sobre la vereda de Champagnat y Alvarado, de cara a la rotonda con la pirámide de la UOCRA. 

En la arcada (lo único que sobrevivió a la demolición del San Martín) hay dos jugadores y dos pelotas. La misma cantidad de goles que Diego hizo aquella tarde de noviembre de 1976 sobre uno de los arcos imaginarios en la actual playa de estacionamiento. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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Diego Maradona, Juan Provéndola

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