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11 de abril de 2023 | Interior

Política y negocios

El extraño logro de Capitanich: En el Chaco, ya hay más viviendas sociales que personas

El gobernador, que casualmente fue denunciado en dos oportunidades por irregularidades en torno a los programas de viviendas, construye 100 viviendas cada 92 habitantes nuevos. La oposición y la Justicia ya investigan el caso.

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Desde hace décadas y, especialmente, a partir de estruendosos escándalos como el protagonizado por los hermanos Schoklender y las Madres de Plaza de Mayo en torno al caso Sueños Compartidos, en donde se desviaron más de 200 millones de pesos, las políticas habitacionales de las gestiones de gobierno estuvieron en la mira de la Justicia.

En efecto, la utilización de una de las necesidades primarias de la gente (la de un techo propio) en beneficio de favores electorales pareciera ser moneda corriente entre los diferentes gobiernos provinciales y nacionales. En el medio, un sinfín de negociados que prometen millones a quienes se involucran en la iniciativa.


El dato fue anunciado con bombos y platillos por la página oficial del gobierno chaqueño.

En las últimas semanas, un curioso caso saltó a la luz pública en el Chaco. Casualmente, en la provincia más pobre del país según datos oficiales, se han construido más casas que personas.

De acuerdo al Censo nacional de Población, Hogares y Viviendas del año 2022, durante los últimos doce años, por cada 92 personas que nacieron en el Chaco se construyeron 100 propiedades nuevas. En datos concretos, en toda la historia de la provincia se habían registrado 312.602 viviendas, hasta el año 2010. Para el 2022, ya se contabilizaban 402.658, unas 89.056 casas extras. Sin embargo, la población en el mismo período de tiempo sólo creció en unas 81.768 personas.

Resulta relevante recordar el rol del gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, y su vinculación con los programas oficiales de viviendas. En efecto, a lo largo de su trayectoria como funcionario provincial, contabilizando además cargos nacionales con el menemismo, el duhaldismo y el kirchnerismo, y de oficiar como gobernador del Chaco durante varios períodos, fue denunciado por corrupción en numerosas ocasiones.

Justamente, los programas de viviendas fueron protagonistas de dichos escándalos. Ya en el año 2002, su socio Aldo Ducler fue investigado por el gobierno de los Estados Unidos por el supuesto delito de lavado de dinero. Capitanich vendió la parte de la empresa que lo unía al banquero inmediatamente, para despegarse del proceso judicial. Al poco tiempo, se supo que su socio se encontraba vinculado al Cartel de Juárez.

Años después, las denuncias volvieron, casualmente, por el caso Sueños Compartidos. El malogrado programa, que utilizado para desviar, al menos, 200 millones de pesos, había pisado fuerte en la provincia, lo que le valió numerosas denuncias por irregularidades en el manejo de los fondos.

Pocos años después, su propio candidato a la gobernación del Chaco y ex titular del Instituto de la Vivienda provincial, Domingo Peppo, fue denunciado por utilizar su cargo para adjudicarse a sí mismo y a familiares los departamentos que repartía el instituto. 

De acuerdo a los legisladores que lo denunciaron, Irene Dumrauf y Hugo Domínguez, el candidato de Capitanich figuraba en los listados de adjudicatarios bajo el Plan 40 Ahorro, administrado por el propio IPDUV. Lejos de la condena, hoy Peppo disfruta de sus beneficios como embajador argentino en Paraguay con un suculento sueldo en dólares.

Alejado de aquellos años turbulentos, hoy Capitanich protagoniza un extraño suceso: su gestión construyó más viviendas que la cantidad de personas que nacieron en la provincia. Para sus partidarios, es todo un logro de gestión. Para la oposición y la Justicia, sin embargo, merece al menos un llamado de atención. Al fin y al cabo, el lobo pierde el pelo, pero no las mañas. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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