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13 de abril de 2023 | Nacionales

Interna peronista

“Máximo quiere ser López Rega y Wado, Paladino”

El cortocircuito que afecta al Frente de Todos desde hace mucho tiempo no se limita a las disputas entre albertistas y cristinistas, sino que la grieta interna también corroe a la propia agrupación insignia del cristinismo: La Cámpora.

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Aunque hacia afuera todos coincidan en la pretendida proscripción de Cristina Fernández Kirchner, los posicionamientos que se adoptan ante esta situación y, sobre todo, las ambiciones que ocultan, difieren considerablemente de lo que se intenta mostrar a la luz pública.

En efecto, tras la organización del “operativo clamor” y del argumento de que “no es posible hablar de candidaturas mientras la proscripción de Cristina siga vigente”, tanto Máximo Kirchner como Wado de Pedro hacen sus propios negocios y despliegan sus estrategias para alcanzar sus objetivos personales. Por más operativos y marchas a las que se convoquen, y por más incendiarios que sean los discursos públicos, queda en claro que la Justicia no modificará su condena ni Alberto Fernández aplicará indulto o amnistía alguna, por lo que no resulta posible esperar cambio alguno en el marco de la presente campaña electoral. De este modo, la dilatación de la definición de las candidaturas del cristinismo no sólo tiene un efecto desmoralizador sobre la militancia, sino también significa un verdadero suicidio político en términos electorales al consumir los plazos para el despliegue de la campaña. Más aún en las críticas condiciones en las que debe realizarse la presente, con un creciente alejamiento de buena parte de la base electoral del Frente de Todos.

Esta situación ha llevado a denunciar internamente que son varios los referentes destacados de la coalición -entre los que se incluyen los principales referentes de la Cámpora- que “juegan a perder la elección”, evitando su exposición electoral.

La jugada no es inocente, ya que para quienes pretenden suceder a Cristina y sacarse de encima su obsesiva jefatura, su exclusión como candidata favorecería la concreción de sus objetivos. A punto tal que el denominado “operativo clamor” fue prácticamente desechado por La Cámpora a apenas un par de semanas de haber sido lanzado.

Visiblemente afectado por lo que considera como una “traición” a la vicepresidenta, un histórico referente de La Cámpora, que desempeña además un estratégico ministerio provincial, disparó la frase letal: “Máximo quiere ser López Rega y Wado, Paladino”. López Rega, en su momento, quería abrogarse “ser Perón” al tomar decisiones en su nombre y pretender sucederlo por su influencia sobre Isabel; Paladino, en tanto, quería “jubilar” a Perón, pretendiendo que el dictador Alejandro Lanusse lo designara como su candidato a vicepresidente en la alternativa de presentarse el mismo a una elección que sirviera como salida a su experiencia autoritaria.

Para el ministro provincial, Máximo quiere aprovechar su condición de presidente del PJ bonaerense para hacer su propio juego, invocando el paraguas protector de su madre. Wado, en tanto, no cesa de generar censuras y cuestionamientos internos por su coqueteo con el CEO de Clarín, con la dirigencia de la Mesa de Enlace o su diálogo fluido con funcionarios de países no afines al kirchnerismo.

Para algunos observadores bien informados, una derrota electoral del Frente de Todos provocará el estallido definitivo de La Cámpora. Si es que no se produce antes. Elementos de juicio para sostener esta hipótesis no les faltan. (www.REALPOLITIK.com.ar)


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