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Misántropo: “Los momentos de humor son necesarios para darle credibilidad”
Damián Szifrón, el realizador de Relatos Salvajes y Los Simuladores, debutó como director de una película en inglés.
Damián Szifrón es un reconocido director de cine argentino, conocido por sus exitosas películas como Relatos Salvajes pero también por haber sido el padre de una de las series más importantes de nuestra historia como Los Simuladores. Gracias a su recorrido, Szifrón logró abrirse camino en Hollywood, y así llegó la oportunidad de dirigir Misántropo, su primera película en inglés que se estrena este jueves.
Misántropo se centra en un asesino en serie que acecha Baltimore, Estados Unidos, y decide atacar en Año Nuevo, cobrándose la vida de varias personas. Un agente del FBI y una oficial de policía con mucha cabeza pero poco prestigio tendrán la difícil tarea de seguir el caso y detener al asesino.
En una entrevista previa al estreno de Misántropo, Szifrón habló sobre el diseño de producción de su nueva película y su estilo de humor característico. Además, el director habló del veganismo, que juega un pequeño papel dentro de la trama de Misántropo, dando forma al antagonista principal de la historia.
RP.- Quiero hablar del diseño de producción de la película, de cómo fue rodar allá y reconstruir Baltimore. ¿Cómo fue el detalle técnico de reconstruir esa ciudad?
Rodamos en Canadá. Hay imágenes de la segunda unidad del Baltimore real, hay algunas cosas que son composiciones digitales, pero sobre todo el diseñador de producción, que se llama Jason Kisvarday, es el mismo que hizo Todo en todas partes al mismo tiempo, que es un tipo muy talentoso y muy ingenioso. Pudo trabajar con un presupuesto bastante reducido que teníamos. Muy fanático de los vehículos, de los autos, de todos lo policial, porque es interminable la cantidad de cosas que... hay que definir los stickers de los autos y los estampados.
Después hay muchas cuestiones, por ejemplo, el FBI y todo eso... no podés usar el logo real del FBI entonces hay que crear un logo del FBI alternativo que se sienta igual que el real, pero si lo ves tiene tres estrellas en vez de dos, o dos en vez de cinco, etcétera, etcétera. Son infinidad de cosas que van circulando, cosas que en su momento todas parecen esenciales, sobre todo para alguien viste que que bueno que bastante detallista como... no solo lo digo por mí, también lo digo por Javier Juliá, el fotógrafo, que mira todo con un nivel de detalle: la luz cómo rebota acá, si este color si combina con este fondo... así que bueno eran ruedas interminables de mails de distintos diseños que había que aprobar para darle credibilidad al Baltimore.
RP.- Hay una temática que se toca quizás, medio al pasar, que es el veganismo o vegetarianismo. Contame un poco, qué vínculo tenés con eso porque al principio parece que va a ser solo quizás un elemento del personaje, pero después hay un plan y unas escenas, una secuencias de matadero y demás.
No soy ni vegetariano ni vegano y por ahora no estoy pensando en serlo. Pero muchas veces sí se me cruza el pensamiento de que como carne, pero no mataría una vaca, pudiendo no hacerlo. Qué sé, yo en este mundo uno acepta cosas porque no las ve. Pero verdaderamente digamos que si tuviera a disposición frutas y verduras, que además me gustan mucho, y de pronto veo unas vacas por ahí. Yo no la como. Pudiendo comer otras cosas. Obviamente, frente a la desesperación y el hambre y la supervivencia la matas, pero todo el circuito, digamos, profesional, industrial mediante el que se crían vacas directamente para matarlas... cuando empecé a investigar cómo son esos lugares, fui dos días a filmar a estos lugares y te descompone.
Pero sobre todo porque te produce muchísima tristeza y, por ejemplo, te das cuenta de que de que las vacas saben que las van a matar en el momento que se abre la puerta o escuchan el ruido de que le toca el turno. No quieren ir, las agarran, las meten... es muy, muy terrible. Y sí, me gustaba la idea de que este tipo estuviera en contacto con todo ese mundo. Se le fue configurando un poquito esta manera de mirar las cosas. Pero, bueno, no quiero anticipar la película.
RP.- Quiero preguntarte por el guión con respecto por un lado el humor argentino, ¿cómo fue sumarlo?
Siempre pienso que es parte de la cotidianidad y que a veces queda falso que no haya humor. O sea, me parece que la vida lo incluye; incluso en los momentos más dramáticos lo incluyen. Definitivamente esta no es una comedia, no tengo ni siquiera que aclararlo, pero me parecía que algunos momentos de humor eran necesarios justamente para darle credibilidad y porque, bueno, creo que daban también vida y camaradería a esos personajes que trabajan juntos, que se conocen. Me parecía natural que así fuera. Ahora si ese humor es argentino o no, no sé, pero puede ser porque fue un poco resistido incluso por los productores. A mí me parecía lo normal, y me costaba eliminarlos. Un par los sacrifiqué, porque a mí mismo me pareció demasiado.
RP.- Sé que el proyecto este se anunció antes mucho antes de la pandemia ¿cómo fue pulir eso para que la pandemia sea un personaje secundario más?
Es que filmamos en plena pandemia, yo estaba en Canadá cuando se anunció la pandemia, ahí no sabía si iba a durar unos días una semana, si ya estaba la cura. No se sabía nada y digo, "che, me quedo acá por las dudas". Cuando se empezó a poner bravo, justo cuando están por cerrar todos los aeropuertos del mundo, me volví porque si no quedaba lejos de mi familia por meses.
Y después bueno, estuve casi un año acá, volví a rodar, seguía la pandemia, no había vacunas todavía. Filmamos todo con barbijos. La foto del making off casi que no se pueden difundir porque son ridículas, no se ven a los actores, no se reconoce la gente. Hay gente con la que trabajé, que además viste cómo es con el barbijo que te imaginas una cara, que después se saca el barbijo y no tenía nada que ver. Así que bueno, mucha gente con la que trabajé durante meses, no la conocí mucho.
Con la pandemia fue, "¿le ponemos máscara no le ponemos máscara?". A veces sí, a veces no le ponemos máscaras. Algunos extras me quedaron con máscara porque a veces se decía "acción" y pasaban algunos al fondo. Después, al editar la película descubrí un par. Algunos lo borré en producción y algún otro me quedo ahí, pero bueno tiene sentido, porque todavía hay gente que los usa. Pero la pregunta era si referirse o no de alguna manera a la pandemia. La frase que dejé la dejé porque me gustó. Me gustó lo que dice la mujer, que dice: "La última vez que me visitó fue durante la pandemia todo el mundo encerrado en sus casas y él estaba vagando libremente. Un rey nómade". Me gustó la idea porque está directamente asociada con la misantropía. El misántropo imagina un mundo sin humanos digamos.
Obviamente que hay muchos grados de misantropía, no es que todos los los misántropos son asesinos en masa, tengo amigos que podrían perfectamente calificar de misántropos, pero les gusta la naturaleza, los animales, las plantas y lo que padece un poco es la la obra humana o el conjunto de la obra humana, ¿no? Entonces esa frase me pareció que era pertinente y la dejé. Y bueno, la ubica en un tiempo y un espacio fue un evento lo suficientemente global como para que pueda estar en una película y bueno tener relación con esa época en específico. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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