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10 de mayo de 2023 | Nacionales

La pelea por el voto

El enigma de los candidatos peronistas del conurbano

Ante la dilación en la definición de las candidaturas y hasta de la realización de unas PASO competitivas del Frente de Todos, los intendentes peronistas buscan refugiarse en distritos para protegerse de una eventual catástrofe electoral en la provincia.

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Con su experticia reconocida, la búsqueda de votos en los barrios es incesante y no se descarta la alternativa del corte de boleta ante la perspectiva de una derrota en las elecciones nacionales del Frente de Todos. El principal operador del intendente de un distrito de la primera sección electoral reconocía la estrategia adoptada a nivel municipal en los siguientes términos: “En su última recorrida, cuando hablaba con los vecinos les planteaba que, si no están conformes con la propuesta nacional, que en ese tramo voten a quien quieran, pero que en el distrito lo apoyen por todas las transformaciones que se vienen logrando”.

Por cierto, no sería la primera vez que los alcaldes distribuyen sólo el tramo de la boleta correspondiente a las elecciones locales, o que la entreguen acompañada del resto de la lista de alguna fórmula opositora en las instancias nacionales. Pero, ante la indefinición que experimenta la cúpula de la coalición oficial, este fenómeno podría llegar a multiplicarse.

“En la elección de 2011, con los números de Cristina volando por el aire, a nadie se le ocurrió hacer foco en el corte de boleta, pero hoy la realidad es distinta. El panorama nacional es muy incierto; es posible que tengamos candidatos que sean un ancla y los intendentes van a hacer lo necesario para retener sus distritos. ¿Eso incluye repartir la boleta cortada? Sí, puede ser”, acepta en off un poderoso funcionario municipal de la tercera sección electoral.

Por más que los intendentes nieguen a rajatabla esta posibilidad, reconocen en cambio haber puesto el énfasis en los logros concretos de sus municipios durante los últimos años, apuntando esencialmente a la obra pública y diversos programas en ejecución, aunque prescinden de aclarar que su financiamiento corresponde a la Nación o a la provincia.

Claro está que la alternativa de la boleta corta o de la distribución combinada con listas nacionales de los opositores parece posible sólo en caso de que el candidato presidencial no sea Sergio Massa. “Si el candidato fuera Massa... Él conoce las trapisondas en los distritos. Presionaría y condicionaría su candidatura con el compromiso de que militen su boleta en los distritos. En ese caso, no va a ser tan fácil hacer campaña abiertamente con boleta corta”, revela un legislador provincial.

A diferencia de la irracional procrastinación de la definición de las candidaturas nacionales, los intendentes decidieron lanzar sus propias postulaciones con actos y campañas públicas. Son los casos de Fernando Moreira (San Martín), impulsado por Gabriel Katopodis; y Ariel Sujarchuk (Escobar), quien renunció a su cargo nacional para volver al barro de su territorio, y el pasado sábado lanzo su candidatura, en un plenario en el que lo acompañó Máximo Kirchner. Sin acto de lanzamiento pero ya puestas a rodar sus propias postulaciones se encuentran, entre otros, las de Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mayra Mendoza (Quilmes), Mario Secco (Ensenada), Juan Zabaleta (Hurlingham) y Mariel Fernández (Moreno).

En la mayoría de los distritos se acepta con resignación que las elecciones implicarán una instancia de supervivencia. Tienen en claro que sumarán muchos menos votos que en 2019: el problema es saber cuántos serán, si con lo que queda alcanza para imponerse y qué estrategia es la más adecuada para incrementarlos. En la mayoría de los distritos donde se llegaba a obtener más de 20 o 30 puntos de diferencia, la brecha se ha reducido a menos de 10. En todos los casos se filtra que están dispuestos a “hacer lo que sea necesario” para mantener el control del municipio. Hasta vender el alma al diablo. 

En algunos distritos como Avellaneda o Quilmes ese margen es aún menor, y hasta se llega a temer una derrota electoral. Por su reconocida proximidad con Cristina Fernández, consideran que la postulación presidencial sería la única alternativa para alcanzar la victoria, ya que con cualquier otro candidato el abstencionismo o, incluso, la fuga hacia alternativas más radicalizadas parece inevitable.

El peligro de la dispersión de votos no sólo proviene de la oposición o del desencanto, sino de la competencia interna que se plantea a partir de la postulación de candidatos del Movimiento Evita o de La Cámpora en distritos gobernados por intendentes peronistas -como, por ejemplo, Hurlingham o La Matanza-, sino también por las listas opositoras fogoneadas por intendentes peronistas que sufren su competencia en sus municipios. El apoyo de Fernando Espinoza (La Matanza) a un conjunto de agrupaciones opositoras a la evitista Mariel Fernández (Moreno) no es un secreto para nadie ni es el único caso.

El plazo de tolerancia es concreto. “Hasta las PASO va a haber una campaña nacionalizada, todos vamos a empujar para que la elección sea lo mejor posible, pero entre las PASO y la general, si el resultado es muy desalentador, habrá que analizar y usar todas las herramientas a mano para retener todo lo que se pueda”, reconoce con amargura un intendente que parecía ser “intocable” hasta no hace mucho, y hoy asiste a un crecimiento exponencial del apoyo a Javier Milei en su territorio. (www.REALPOLITIK.com.ar) 


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