Trabajador denunció que gobernación no le pagaba horas extras y lo desplazaron

Ezequiel Martínez, ex empleado de la subsecretaría Legal y Técnica de provincia de Buenos Aires, fue desplazado de su labor diaria hace poco más de un año debido a su lógica exigencia: la paga de las horas extras. Desde entonces tiene prohibido el ingreso al edificio de la gobernación y asegura que todo se debe a las órdenes de una de las funcionarias más allegadas a Axel Kicillof, Paula Verónica Ferraris, quien carga consigo denuncias por maltrato laboral y discriminación.

El apartamiento de Martínez llegó tras un doloroso momento de su vida: la muerte de su hijo. Este deceso fue utilizado por Ferraris, quien ante la exigencia del trabajador alegó que estaba fuera de sí por el duelo. No contenta con el destrato y el uso del fallecimiento de su hijo, envío una tropa de psicólogos y psiquiatras (sin su consentimiento) a la residencia de Martínez, lo que le generó grandes problemas sociales.

"Me señalan como el loquito", expresó a REALPOLITIK. Sobre ese mismo día, ahondó: "Querían incomodarme y ver si encontraban algo con qué excusarse para desplazarme. Lo peor es que estaba en pleno duelo, no necesitaba esto".

"Hice un reclamo laboral y me mandaron un equipo psicológico a mi casa porque perdí a mi hijo. Empezaron a interrogar a todos mis vecinos para desplazarme, incluso me preguntaron si consumía estupefacientes. No encontraron nada", aseguró.

Cuando se mostró molesto con Ferraris por esta invasión a su propiedad privada sin motivo ni correlación con su reclamo inicial, la funcionaria lo denunció por "violencia y amenazas". Después de eso "en seis meses me pasaron a cuatro direcciones, únicamente por denunciar y querer hacer respetar mis derechos", se lamentó Martínez.

Consultado por este medio sobre cuál es su situación actual, respondió: "Estoy suspendido hace más de un año, me dijeron que para que este desplazamiento se termine deje de presentar pruebas'". El denunciante agregó que la complicación principal que impide su reintegro es que no tiene testigos "porque mis ex compañeros fueron amenazados con ser despedidos, así que solo pude obtener ayuda de dos".

¿POR QUÉ NO TE DESPIDEN?

Quienes trabajar tanto para el gobierno tanto provincial como nacional, coinciden en que, al cuestionar a algún funcionario o denunciar irregularidades son desplazados, pero no despedidos. De esta forma, les siguen pagando el sueldo mensualmente y con ello pretenden comprar su silencio. "El despido generaría ruido", dijo Ezequiel.

Además de ser afín ideológicamente con el gobierno provincial, Ezequiel afirmó que al sumario que le armaron agregaron fotos personales de su ahora ex esposa, Natalia Centurión, y su padrino, quien casualmente es el Papa Francisco. Tal vez esa sea la postal que incómoda a Kicillof, quien no se ha pronunciado sobre los más de cincuenta pedidos de Martínez.

Natalia Centurión, ex esposa de Martínez, junto al Papa Francisco.

Lo único destacable que logró separar de este caso fue que, "después del reclamo, Ferraris cedió y empezó a pagar horas extras, aunque hasta el día de hoy sigue buscando con qué estigmatizarme y discriminarme para dar con mi despido", cerró.

¿QUIÉN ES PAULA VERÓNICA FERRARIS?

Sobre este caso, es imposible saltear a la hacedora, Paula Verónica Ferraris. La funcionaria a la que todos consultan cada movimiento a realizar en la gobernación provincial tiene sobre sus hombros un historial poco favorecedor.

En el año 2013, una investigación judicial develó que Ferraris, secretaria de Coordinación y Cooperación Internacional del ministerio de Relaciones Exteriores, encubrió las denuncias por racismo, acoso laboral, persecución política y otros presuntos delitos e irregularidades que acumuló su pareja, Héctor Hugo Merlo, también funcionario de la Cancillería en aquel entonces.

La cuestionada Paula Verónica Ferraris.

El encubrimiento de los hechos liderado por la secretaria de Coordinación y Cooperación Internacional protegió a Merlo mientras éste avanzaba sobre diversas áreas de la cartera sobre las que carecía de competencia.

Luego de que se hiciera públicos los movimientos de la pareja, Merlo fue apartado de su cargo por presuntas conductas delictivas, aunque su encubrimiento continúa vigente. De manera casi inaudita, el sumario que pidió el aquel entonces canciller Héctor Timerman quedó en el área que comanda Ferraris, quien claramente no está interesada en el avance de la investigación. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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