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Cristina confirmó que no será candidata
Se acabó el “operativo clamor”
En una carta difundida a través de sus redes sociales, Cristina reafirmó su posición de no presentarse a elecciones. La misiva tiene como ejes la situación económica del gobierno, el accionar del “partido judicial", el lawfare y la necesidad de un plan de gobierno.
En su párrafo más determinante, Cristina Fernández de Kirchner sostiene: "Ya lo dije el 6 de diciembre del 2022. No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura. He dado muestras, como nadie, de privilegiar el proyecto colectivo sobre la ubicación personal." Y destaca que tal "como vengo sosteniendo desde hace mucho tiempo, no se trata sólo de la proscripción de una persona, sino del peronismo".
En un discurso llano y frontal, la vicepresidenta afirma que “en este año 2023, se cumplen cuarenta años de democracia ininterrumpida en nuestro país. Sin embargo, una parte importante de la ciudadanía no se siente representada ni contenidas sus aspiraciones, en una democracia que se perdió en lo económico, degradó en lo social y ha comenzado a romperse en lo político e institucional. Con bronca y desilusión aparece lo que hace tiempo atrás denominé como la ‘insatisfacción democrática’”.
E identifica la pérdida de la democracia económica con la llegada de Cambiemos al gobierno: “La pérdida de la democracia económica comienza a partir del año 2016 cuando el gobierno de Cambiemos, recién asumido, daba inicio a un brutal nuevo ciclo de endeudamiento externo que culminaría con el retorno del Fondo Monetario Internacional a través de un préstamo insólito, inédito y político, cuyo objetivo no sólo era ayudar a ganar las elecciones a ese ‘gobierno amigo’, sino también permitir la retirada en dólares de los fondos de inversión especulativos”.
“La historia que siguió -continúa- es la misma de siempre con el Fondo en nuestro país: interviene, toma el timón de la economía argentina, impone su programa económico y se dispara otra vez el proceso inflacionario sin control en la Argentina. La casualidad no es una categoría política y, por eso, no es casual que ninguno de los dos presidentes que aceptaron el programa del FMI conserve aptitud electoral. Sin embargo, en política sí hay causalidad y la determinante es la economía”.
Cristina sentencia que “acabada la democracia económica se degrada la democracia social y el paradigma peronista de la movilidad social ascendente. Por primera vez en la Argentina observamos cómo convive un bajo índice de desocupación (6,3 por ciento) con un alto nivel pobreza (40 por ciento). De esta manera, encontramos trabajadores en relación de dependencia que son pobres y el surgimiento de una sociedad dual, donde una parte accede a todos los bienes y servicios y la otra, mayoritaria, ve notablemente reducidas sus posibilidades de progreso o, directamente, carece de ellas”.
Y vuelve a denunciar la ruptura del “pacto democrático”: “En estos cuarenta años de democracia ininterrumpidos también atravesamos dos crisis económicas y sociales de extrema gravedad: en 1989 con la hiperinflación y en el 2001 con la caída de la convertibilidad. Esta última, además, incluyó una crisis institucional en la que se sucedieron cinco Presidentes en una semana, que fue resuelta en el marco de la constitución nacional. Sin embargo, en ninguno de estos momentos se puso en duda el pacto democrático plebiscitado en octubre de 1983, por el cual ni la violencia política sobre el adversario ni la proscripción electoral serían elementos del accionar político”.
Y a continuación traza un panorama muy preocupante sobre el futuro de los argentinos: “Hoy, los fantasmas del pasado han vuelto a la realidad política argentina. Durante el año 2022 vimos cómo la violencia verbal y simbólica que, desde hace años venía siendo implantada en la sociedad por los medios de comunicación hegemónicos, se materializó en la calle a través del accionar de grupos violentos que agredían, insultaban y amenazaban de muerte con bolsones mortuorios, guillotinas, antorchas, piedras y escraches. El objetivo de estos grupos estaba absolutamente direccionado. No era contra todos los partidos políticos o todos los dirigentes, como en la crisis del 2001. Era contra el peronismo o el kirchnerismo, como más te guste”.
También inserta el fallido intento de magnicidio que sufrió en el marco de esta operatoria para liquidar a la democracia argentina.
“La culminación de este accionar tuvo lugar aquel 1 de septiembre de 2022, frente a mi casa particular cuando, acompañada por Dios y la Virgen y rodeada de compañeros y compañeras, atentaron contra mi vida. Llamativamente, luego del magnicidio frustrado, esos grupos que organizada y semanalmente fustigaban, escrachaban y amenazaban, desaparecieron como por arte de magia. Esto confirma sin lugar a dudas, el carácter premeditado y carente de cualquier viso de espontaneidad de la violencia política de estos grupos. Eran fogoneados y financiados por la oposición y los medios de comunicación hegemónicos le garantizaban amplia cobertura mediática".
“‘La bala que no salió y el fallo que sí saldrá’ fue el titular del diario Clarín, de Héctor Magnetto, principal usina de difusión del odio hacia mi persona y mi familia; en una suerte de lamento por el fracaso del asesinato, pero anticipando el fallo que pocos días después exponentes del partido judicial dictarían en mi contra y cuyo resultado condenatorio preanuncié públicamente tres años antes cuando se inició el juicio conocido como la obra pública de Vialidad Nacional. La condena e inhabilitación en dicha causa tiene una única traducción política y electoral: la proscripción”.
"Como vengo sosteniendo desde hace mucho tiempo, no se trata sólo de la proscripción de una persona, sino del peronismo. Aunque algunos, por mezquindad o mediocridad, lo negaron recurriendo a tecnicismos legales, la realidad una vez más lo confirmó”.
La cuestionada decisión de la Corte Suprema para proscribir a Juan Manzur y a Sergio Uñac son, a su juicio, las siguientes jugadas de este plan macabro: “La semana pasada, después de un fin de semana electoralmente adverso para Juntos por el Cambio y objetivamente favorable para el peronismo, la Corte suspendió las elecciones a gobernador de las provincias de Tucumán y San Juan, a tan sólo 72 horas del comienzo de la veda electoral y con un claro objetivo político: perjudicar al peronismo y tapar sus propios delitos. El mismo día y a la misma hora en que dictaban este fallo, en la comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados de la Nación se estaban denunciando tanto el escándalo de la obra social del poder judicial que involucra a uno de los miembros de esta Corte, como el del enriquecimiento ilícito de su presidente. Todos y cada uno de estos hechos los mencioné el 18 de julio del 2022 en el documento ‘De la corte ejemplar a la corte de los cuatro: breve crónica de la decadencia’”.
Y recuerda: “Cuando hablé de proscripción en diciembre de 2022, no era en ejercicio de artes adivinatorias, sino con la comprensión de la etapa histórica que estamos atravesando. Así como tres personas lo hicieron con las provincias de Tucumán y San Juan, no tengan dudas de que lo harán contra mi persona con el fin de evitar que el peronismo pueda participar del proceso democrático, o bien debilitarlo, conduciéndonos a un callejón sin salida”.
En este punto reitera su renunciamiento sin lugar a dudas. “Ya lo dije el 6 de diciembre del 2022. No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura. He dado muestras, como nadie, de privilegiar el proyecto colectivo sobre la ubicación personal. No voy a entrar en el juego perverso que nos imponen con fachada democrática para que esos mismos jueces, encaramados hoy en la Corte, dicten un fallo inhabilitándome o directamente sacándome cualquier candidatura que pueda ostentar, para dejar al peronismo en absoluta fragilidad y debilidad frente a la contienda electoral. Los hechos recientes me han dado la razón”.
“No se trató de una decisión apresurada ni producto del momento, sino de una decisión razonada y pensada. Los conozco, sé cómo piensan, cómo actúan y cómo van a actuar. Los he visto a lo largo de la historia y experimenté su juego en carne propia y de mi familia, con una persecución atada con precisión quirúrgica al calendario electoral”.
Y denuncia la complicidad entre Juntos por el Cambio y el partido judicial: “Desde el 2016 el partido judicial funciona como una Task Force de Juntos por el Cambio y los grupos económicos concentrados para producir la eliminación de sus adversarios políticos. Nos provocan desde esta fachada de justicia y democracia mutilada y pretenden que caigamos en el terreno que ellos quieren: la violencia y la intolerancia. Nos tratan como enemigos y utilizan frases como ‘eliminarnos' o ‘terminar con el kirchnerismo’. Nosotros no somos eso y creemos firmemente que en la democracia hay adversarios, no enemigos”.
Finalmente, aborda la parte prescriptiva de su intervención. “Debemos ser inteligentes para salir de este laberinto y romper la trampa a la cual nos quieren llevar: que tengamos una candidatura prohibida por el partido judicial. Porque, frente a una derecha cuya única propuesta es arrebatar derechos, el peronismo sigue siendo el espacio político que garantiza la defensa de los intereses del pueblo y de la Nación”. Y convoca a construir un programa de gobierno para “enarmorar a los argentinos y argentinas” sin distinciones.
“Ante esta situación resulta imprescindible -más que nunca- la construcción de un programa de gobierno que vuelva a enamorar a los argentinos y las argentinas, y convencerlos de que un país mejor no sólo es posible sino que, además, es deseable. Un programa de gobierno que es necesario no sólo para el peronismo, sino para sistema democrático en su conjunto”.
Finalmente hace una reivindicación de su gobierno, en un tono nostálgico que sugiere una despedida: “Y en cuanto a los que exigen la desaparición del peronismo o del kirchnerismo -cual caricatura de la ‘solución final’ para la Argentina-, a cuarenta años de democracia les recomiendo presten atención a la historia y a la larga lista de ‘exterminadores vernáculos’ que nunca pudieron convencer a los argentinos que comer bien y cuatro veces al día es una cuestión ideológica; que tener un lugar digno para vivir y ver crecer a sus hijos, estudiar y progresar es de populistas; o que trabajo y salarios dignos es una creencia antigua. A ellos les digo: no pudieron ni podrán acabar con la memoria ni los sueños de millones de argentinos y argentinas a vivir en una nación libre, cuyo pueblo progresa en orden y es feliz”.
De este modo, Cristina confirmó que no será candidata. Quienes vinieron obteniendo beneficios y cargos hasta ahora invocando su nombre se han quedado sin nada. Pero el peronismo tiene una nueva chance de renacimiento. O al menos eso parece. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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