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La titular de la Asociación Mujeres por Mujeres decidió ser la abogada defensora de Rodolfo Tercero Burgos, imputado por abusar sexualmente de su propia hija, y se negó a intervenir contra el ex gobernador tucumano, enviado a juicio oral por violar a su sobrina.
La realidad política de Tucumán, una de las provincias más vapuleadas por el flagelo de la pobreza, la indigencia y la desocupación, muestra su cara menos bonita con frecuencia. Recientemente, un escándalo de proporciones sacudió la región comandada por Juan Manzur, a raíz de los acuerdos de una reconocida abogada feminista con los círculos más oscuros de la sociedad.
En efecto, se trata de María Soledad Deza, letrada feminista y titular de la Asociación Mujeres por Mujeres, una organización que ofrece capacitaciones, voluntariado y hasta una clínica de abogacía orientada a la lucha de las mujeres.
Paradójicamente, Deza aceptó ser la abogada defensora de Rodolfo Tercero Burgos, un empresario de los medios en Tucumán y titular del Canal 10 de dicha provincia. Burgos fue acusado de abusar sexualmente de su propia hija e imputado en la causa. “Deza vino a mi domicilio para retirar a mi hija sin ninguna orden judicial, acompañada por una escribana que nunca se identificó. Intentó llevársela con su violador. Esta es la forma es que se avasallan los derechos de los niños. Deza vende ser feminista, pero no es nada más que la defensora de un pederasta”, afirmó Marina Moris, madre de la víctima.
No es esta la única polémica que rodea a Deza. Como se recordará, el ex gobernador tucumano José Alperovich fue acusado de violar y abusar sexualmente de su propia sobrina. Quien fuera tres veces gobernador y ex senador nacional fue, en efecto, elevado a juicio oral por tres casos de abuso sexual simple y seis de violación contra su sobrina, entre los años 2017 y 2018.
En este marco, la víctima de Alperovich se habría presentado en la sede de la Asociación Mujeres por Mujeres, solicitando allí el auxilio de Deza. Sin embargo, la titular de la organización se habría negado a ayudarla y, de acuerdo a los relatos de la víctima, le sugirió “que vuelva después de las elecciones”.
Poco tiempo después, se descubrió un vínculo de larga data entre Deza y el ex gobernador Alperovich. Ya en los últimos días de noviembre de 2010, el por entonces mandamás provincial había premiado a la abogada feminista incluyéndola en regímenes de extensión horaria y bonificaciones, lo que le valió un 25 por ciento de beneficios, retroactivo al mes de marzo.
De este modo, quien tiempo atrás fuera reconocida por su lucha por los derechos de las mujeres, termina sus días ejerciendo la profesión junto a imputados y procesados por abusar sexualmente de mujeres y vulnerar, paradójicamente, la propia integridad que Deza juró defender. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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Violación, Tucumán, José Alperovich, Abuso, Soledad Deza, Rodolfo Tercero Burgos, Mujeres por Mujeres¿Qué te parece esta nota?