
Interior
La segunda ciudad fundada en lo que luego sería nuestro país lleva por nombre el mismo de la capital inglesa.
La primera ciudad que fundaron con éxito los conquistadores en suelo argentino fue Santiago del Estero, en 1553. A ella le siguió un pequeño pueblo emplazado cinco años más tarde para defender al anterior de los embates indígenas.
Lo creó el hijo del Virrey del Perú y le puso Londres para congraciarse con Felipe, el Rey español, que estaba casada con la reina inglesa María Tudor.
La Londres argentina, que todavía existe y pertenece a la provincia de Catamarca, fue escenario de las denominas Guerras Calchaquíes, en las que los diaguitas y el ejército español lucharon por el territorio durante más de cien años.
Además de pelear por tierras que habitaban, los pueblos originarios se resistían también a ser esclavizados como encomenderos.
El primer siglo de ocupación española, entre mediados del XVI y el XVII, fue de duras confrontaciones bélicas con las culturas originarias de lo que hoy es el noroeste argentino. En ese período se desarrollaron las Guerras Calchaquíes, tres en total.
Las dos primeras fueron protagonizadas por caciques de la región: Juan Calchaquí, del pueblo salteño de Tolombón, y Chelemín, del emplazamiento de Hualfín, hoy Catamarca. En ambas ocasiones las pérdidas fueron igual de considerables para los dos bandos, por lo que el litigio no terminaba de dirimirse.
Pero la tercera, que fue la definitiva, supuso para los originarios una derrota deshonrosa, ya que en gran parte de la contienda fueron liderados por un impostor. Se trató de Pedro Bohórquez, un andaluz que se ganó la confianza de las comunidades indígenas, pero al mismo tiempo reportaba para la corona española como espía.
La embestida final de las tropas realistas fue en 1667, cuando ordenaron expulsar a los últimos veinte mil indios kilmes y acalianes hacia el sur. Pero el traidor de Bohórquez nunca llegó a enterarse: antes había sido ejecutado por los españoles, quienes lo delataron y lo condenaron a muerte, haciéndole beber de su propio de veneno.
La vieja Londres tuvo en total, cinco fundaciones, entre la primera, de 1558, y la última, en 1663. Su población actual no supera los tres mil habitantes y el gentilicio es "londrino". Entre los atractivos turísticos se destacan dos iglesias, el Museo Folklórico que opera como la posta cero del la denominada Ruta del Telar de Catamarca y una curiosidad de la Ruta 40: el mojón en el kilómetro 4040. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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