La carta abierta de un profesional del Instituto de Hemoterapia que desnudó la gestión de Kreplak

En una carta abierta que se viene difundiendo desde hace semanas, un profesional del Instituto de Hemoterapia de la provincia de Buenos Aires desnudó la fallida gestión de las autoridades del organismo. Las críticas y los reclamos se remontan a los inicios de la gestión de la directora Laura González, pero poco y nada se ha hecho para resolverlos.

La misiva fue dirigida al ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, responsable de nombrar en el cargo más alto del Instituto de Hemoterapia a la cuestionada González. “Entiendo que ninguno de sus asesores le ha transmitido la real dimensión que el tema actualmente representa”, asegura.

Las consecuencias de la gestión de González han resultado catastróficas para el histórico organismo provincial. “Nula gestión, penoso conocimiento técnico de la materia e inexistente compromiso sanitario son las cualidades que priman en la conducción actual, enmascarada en una supuesta militancia”, explica el profesional en la carta, que fue compartida por el resto de sus colegas a la espera de una respuesta del ministro Kreplak.

“Militar no es gestionar por WhatsApp y rara vez pisar la institución. Militar no es ir a los actos públicos para luego encerrarse en el despacho con empresas y laboratorios privados sedientos de licitaciones. Militar no es dejar de lado referentes históricos de la hemoterapia y convocar a amigos sin experiencia para cargos jerárquicos”, asegura la misiva.

En efecto, González se ha hecho tristemente célebre por el escaso conocimiento que tiene en la materia que administra y por sus raras visitas al Instituto. Entre sus actividades más frecuentes, se encuentran la de llevar adelante acuerdos financieros con laboratorios privados y pintar una curiosa imagen de Evita en una de las paredes de su despacho.

De acuerdo a los testimonios de los propios profesionales de la salud, los trabajadores se han reunido en asambleas permanentes con el objetivo de plantear nuevas exigencias. Entre ellas, se destaca la de pedir el cese de persecuciones por cuestiones políticas. “Quien no milite para La Cámpora, es perseguido por González”, aseguraron.

“En total, se le enviaron a las autoridades las copias de tres asambleas permanentes en las que los profesionales planteamos todo tipo de irregularidades cometidas por González, pero nadie hace nada al respecto”, explicaron.

Las consecuencias de la malograda gestión parecieran no tener límites y comienzan a preocupar a las autoridades bonaerenses. A los magros salarios y las persecuciones políticas, se le suma una administración deficiente que ya está teniendo repercusiones en operaciones, trasplantes y el tratamiento de patologías, que corren peligro por la falta de unidades de sangre. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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