Boca y Racing se guardaron las emociones en el primer “chico”

Boca y Racing prometieron un choque electrizante por Cuartos de Final de la Libertadores, pero transcurrida la primera mitad de la serie aún siguen en cero. Los únicos argentinos que superaron la sangría de Octavos quedaron cara a cara para determinar el último representante de la AFA en semifinales de la copa de clubes más importante de Sudamérica. La expectativa, además, se estimulaba por otro dato: la cantidad de veces que ambos definieron pleitos locales en el último año y medio. 

Sin embargo, La Bombonera no ofreció en la noche del miércoles más atractivos que los de su gente haciendo oír las viejas nostalgias de un templo herido. Boca se ilusiona con romper la hegemonía brasileña y los sueños todo lo pueden, aunque hasta el momento no generó épicas como las que, a esta altura, ya se habían conseguido en 2007 o en el 2003. Racing, en cambio, viene entonado de una buena primera fase (le ganó el grupo a Flamengo, último campeón) y su heroica remontada al Nacional de Medellín en Avellaneda. 

A pesar de estos antecedentes y contextos, la Academia fue a la Boca de punto, algo que quedó claro en todo momento, incluso cuando Fernando Gago intentó probar más iniciativa con los ingresos de Juanfer Quintero y Almendra. La visita fue a buscar el empate y el local no pudo hacer nada para quebrar esa igualdad, a pesar de que lo intentó en algunos pasajes.

En un principio Boca abusó del juego aéreo con Edinson Cavani como peaje. Así llegó el único gol del partido, a los tres minutos de juego: un cabezazo del uruguayo tras un córner de Valentín Barco que luego fue anulado por la intervención del alcanzapelotas. 

Luego fueron las botas de Barco quienes empezaron a marcar una nueva rítmica, un juego más al pie o al espacio, ya no volando por los aires. Una jugada con esa dinámica casi acaba en gol de Cristian Medina tras un desborde de Jonathan Fabbra que Nicolás Oroz logró desactivar de manera impresionante. 

La prematura salida de Barco a poco de iniciado el complemento cambió por completo un partido que a partir de entonces Boca siguió llevando adelante, pero de manera más caótica: en un momento llegó a tener cuatro delanteros en cancha (Cavani, Miguel Merentiel, Lucas Janson y Darío Benedetto), y fue por ahí cuando Maximiliano Romero casi enmudece La Bombonera en una de las últimas bolas, con un cabezazo que pudo haber sido letal. 

Así las cosas, los dos siguen en cero a la mitad de una manga que tendrá definición el miércoles próximo, en el Cilindro de Avellaneda. El ganador se cruzará en semifinales con el Palmeiras, salvo que el Deportivo Pereira le de vuelta en San Pablo el 0-4 que le acabó de encajar en la ida en Colombia. 

MIENTRAS TANTO, EN FLORENCIO VARELA...

La Sudamericana (segunda copa de clubes de la Conmebol) también inició su tramo de Cuartos de Final y entregó sus momentos expectantes, sobre todo para los dos equipos argentinos que siguen en curso. 

Estudiantes de la Plata cayó por la mínima ante el Corinthians en San Pablo y se entregará a otra noche de infarto en UNO, tal como ocurrió en los pre-octavos de final, cuando tuvo que levantar en casa una derrota de visitante (aquella vez en Guayaquil). 

Defensa y Justicia, en cambio, hizo mejor negocio en su excursión a Brasil, de donde se trajo un empate con el Botafogo gracias a la parda de Nicolás Tripicchi en Río de Janeiro. El equipo carioca es el último invicto de la Sudamericana. Y además lidera actualmente la tabla de posiciones del competitivo Brasileirao. El Halcón se trajo un resultado al que deberá darle otro valor el miércoles próximo en Florencio Varela. (www.REALPOLITIK.com.ar) 

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