
Cultura
Artista de culto de la escena metalera local, la cantante finlandesa cuenta después de su paso por el Teatro Flores el vínculo que la une a nuestro país desde hace 23 años.
La cultura metal argenta es tan fabulosa que hasta se permite el deleite de incluir en su culto a una cantante clásica de Finlandia. La primera vez de Tarja Turunen en Argentina fue en el 2000, hace ya 23 años. Era entonces la voz de Nightwish, banda con interesante predicamento en estas pampas durante esa década. Tiempo después, cuando Tarja inició un recorrido solista, su semblante ya se había establecido en la escena local con peso propio. Se había convertido en un consumo de culto más allá de los formatos que la ocasionalmente la arropen.
El fin de semana pasado estuvo en Studio Theater de Córdoba capital y en el Teatro de Flores con todo su repertorio a cuestas. A esta altura, Tarja construyó aquí una propia leyenda que se entrevera también con conexiones personales: estuvo casada con un argentino y vivió en nuestro país casi una década. Ese escenario propició mucho más acercamiento y recurrencia en un lugar donde fue adoptada culturalmente a partir de los 2000.
RP.- ¿Te sentís más cerca de la música clásica o del metal?
Estudio música clásica desde los 6 años y siempre será mi pasión. Mi introducción en el metal fue una decisión posterior y me llevó mucho tiempo de obstáculos y trabajo duro. Hoy me siento una privilegiada por haber podido cruzar ambas fronteras y tener una carrera internacional como cantante, cosa que muy pocas chicas en el mundo pudieron lograr.
RP.- Sos parte de la elite del metal europeo. ¿Hubieses preferido ocupar ese lugar de preferencia en la ópera?
Sería hermoso algo así, pero es realmente muy difícil y llevaría varios años. De todos modos, no me considero sólo una cantante de metal o de rock sino, directamente, una cantante.
RP.- Tarja Halonen fue presidenta de Finlandia durante doce años y vos participaste de algunos eventos organizados por el gobierno. ¿Estableciste algún vínculo con ella?
Fui invitada a la celebración del Día de la Independencia en 2003, donde la presidenta me dio un reconocimiento como artista. No tuve mayor vínculo más allá de eso, aunque no dejaré de reconocer que nuestra situación política es estable, la democracia funciona bastante bien y no hay mucha corrupción. Además es uno de los países líderes con respecto a los derechos de la mujer.
RP.- ¿Cómo ves a la Argentina, en contraste con Finlandia?
La gente de acá es amable y con la mente muy abierta, lo cual, a su vez, me ayudó a mí a abrirme más. Además, la comida es excelente y el clima es perfecto para mí. Lo triste es la diferencia tan grande entre ricos y pobres. Y la inseguridad. En Europa la gente generalmente no entiende la situación de la Argentina. La corrupción ha estado presente por mucho tiempo y es difícil cambiar eso, porque la gente ya está acostumbrada a que eso pase. Es como una gran rueda de problemas yendo y viniendo, que nunca cambia para mejor. Lo básico parece que no funciona: la Justicia debería ser justa.
RP.- ¿Qué lugares te gustaron más?
Amo Miramar y trato de gozar su tranquilidad y encanto cada vez que puedo, porque el mar y el viento allí me ayudan a olvidar todo lo caótico de mi vida diaria. También me gustan otros lugares, como Bariloche, Iguazú, Puerto Madryn y Jujuy. Y me gustaría conocer Ushuaia.
RP.- ¿Es cierto que sos hincha de San Lorenzo?
He visto muchos partidos en la cancha de San Lorenzo y fui socia del club. El sentimiento es increíble ahí: ver a la gente cantar, hinchar y emocionarse es hermoso. El fútbol conecta a tantas personas que resulta maravilloso. ¡Tuve que amar el fútbol al casarme con un argentino, porque, obviamente, venía en el paquete! Supe que Viggo Mortensen es un fanático enloquecido de San Lorenzo y sería lindo conocerlo un día en un partido de los cuervos. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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