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En una eventual presidencia
Plan motosierra: Javier Milei prometió “ajustar 15 puntos del PBI”
Mucho ruido generó el acercamiento entre Javier Milei y el sindicalista Luis Barrionuevo. Más aún el anuncio de que el gremialista le organizaría un acto de apoyo. Milei asistió, pero el “gordo” pegó el faltazo. Sin embargo, en el evento se realizaron algunos anuncios importantes para la campaña del libertario.
Luis Barrionuevo no estuvo presente pero sí le puso la audiencia. No era buena propaganda para el discurso “anti casta” de Milei aparecer abrazado con un sindicalista histórico que, definitivamente, es “casta”. Pero sí, en cambio, le servía aparecer en un evento con trabajadores formales, un universo que no es para él el más favorable.
Milei aprovechó la escena para anunciar que Guillermo Ferraro sería su ministro de Infraestructura; pero, lo más relevante, es que develó el misterio sobre cómo enfocaría su discurso hacia la Corte Suprema de Justicia, luego de las resonantes declaraciones de Horacio Rosatti impugnando su programa. Hasta ahora, la Corte no era “casta”. Pasó a serlo.
Milei, desatado, aseguró que quiere "ajustar 15 puntos del PBI", pero aclaró que, a diferencia de los ajustes tradicionales, el suyo “no caerá sobre la gente de bien". "Nosotros presentamos el plan motosierra, en ese sentido estamos proponiendo eliminar la obra pública", explicó.
E inmediatamente enfatizó: “Vamos a tener un presidente economista, ortodoxo hasta la médula y al que venga a gastar le corto la mano".
Asimismo ratificó que Emilio Ocampo, el gurú de su proyecto de dolarización, "va a ser el presidente del BCRA y que lo va a cerrar", al que "la historia le va a recordar como el que asesinó a la inflación". "La locura es tener un Banco Central", sentenció. Y prometió trabajar "para que en 35 años volvamos a ser una potencia mundial".
Ante las impugnaciones que genera, incluso dentro de sus propios asesores, su programa de gobierno, Milei aseguró que su plan es secuencial. A él le tocaría llevar a cabo "las reformas de primera generación", que incluyen "una reforma del estado"; "una modernización del mercado laboral"; "una apertura comercial"; y "una reforma monetaria que, a la postre, termine con el BCRA". "En cuanto a la reforma del estado, lo primero que vamos a hacer es una reforma de la ley de ministerios y vamos a ir a un modelo de ocho ministerios", anticipó.
Milei también anunció que Guillermo Ferraro sería su ministro de Infraestructura. Es doctor en Ciencias Económicas de la UBA y docente de grado y posgrado, que formó parte del ministerio de Modernización de la CABA y fue subsecretario de Industria de la Nación, durante las gestiones de Mauricio Macri. En la actualidad se desempeña como consultor privado de empresas financieras e industriales.
Ante un público mayoritariamente peronista, Milei volvió a disparar contra la máxima evitista que sostiene que "donde hay una necesidad nace un derecho”: “Ahora el problema radica en que las necesidades son infinitas y los derechos hay que pagarlos". Y, no conforme con esto, aseguró que el capitalismo es "el único modelo exitoso a lo largo de la historia de la humanidad, donde con la propiedad privada y mercados libres, se conduce al máximo bienestar".
La intervención del libertario fue agresiva y a menudo adquirió matices de violencia explícita."La tarea que tenemos que enfrentar es enorme. No es una tarea para tibios, cobardes y mucho menos para incapaces", aseguró, y subrayó que los libertarios "somos los únicos que sabemos qué es lo que hay que hacer y cómo hay que hacerlo".
Finalmente volvió a disparar contra el presidente de la Corte Suprema, pero no ya de manera tácita, sino identificándolo con nombre y apellido, por sus duras declaraciones en las que calificó a la dolarización como “inconstitucional”. "El estado lo puede hacer porque hay algo que existe que es el curso forzoso, que se ampara en el monopolio de la violencia que tiene el estado. Por lo tanto es un robo, es un trato desigual ante la ley y es violencia. Entonces, por ejemplo, el señor Rosatti tendría que explicar por qué para él robar está bien. Porque para mí y para todos los argentinos de bien robar está mal".
Sin Barrionuevo pero con su auspicio, apareció un Milei sin filtro, dispuesto a “pasar la motosierra” por todos lados. Podrá cuestionarse si, más allá de empatizar con el descrédito que la Justicia nacional ha conquistado en el 80 por ciento de los argentinos, es una buena decisión ponérsela en su contra. Habrá que esperar para ver las consecuencias. Pero la bola de nieve ya empezó a rodar. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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