Román al frente: Riquelme atrae la marca en la semana más importante del año

Sereno y centrado, dejando siempre unos segundos de silencio antes de responder y dejando unas cuantas reflexiones que marcarán agenda, Juan Román Riquelme puso la cara por Boca en la víspera de la semana más importante del año. Una manera muy inteligente de llevarse toda la marca en una víspera de alta tensión. 

A Boca no le sobra demasiado como para andar dándosela de pagado, pero Riquelme paró la bocha en un intercambio de poco más de veinte minutos con un programa televisivo en donde dejó una interesante cantidad de impresiones. 

Allí, el periodista Mariano Closs lo supo llevar a Román en un clima de amabilidad que le permitió al vicepresidente explayarse incluso por el presente deportivo de su equipo: "Si queremos llegar a lo último de la Copa Libertadores tenemos cosas por mejoras, eso está muy claro", respondió. 

El tema es que, al mismo tiempo, Boca resulta ser no sólo el único argentino en la Libertadores, sino también el único sobreviviente que no es brasileño. Picante, Riquelme tiró a la pasada: "Todos los equipos argentinos quisieran estar en nuestro lugar". 

Boca está trastabillando en la Copa de Liga después de un deslucido desempeño en la Liga Profesional, aunque al mismo tiempo perdura en la Copa Argentina, donde deberá medirse a Talleres de Córdoba por los Cuartos de Final en octubre. "Boca fue bicampeón en el 2020 y también en 2022", tira la chapa, jerarquizando a su equipo.   

"Cuando yo era futbolista, la Libertadores se jugaba en la primera mitad del año, entonces uno inconscientemente desatendía el torneo local de ese semestre para enfocarse en la Copa. Ahora, en cambio, el calendario es distinto; la Libertadores se juega a lo largo de todo el año. Es entendible que los jugadores estén más enfocados en eso", dijo Riquelme, argumentando la desempañada performance en los dos de los tres torneos locales del año. 

La presión está clara: Boca llega a las semis de la Libertadores con lo justo, y los partidos en la Copa de la Liga encima encendieron alertas. Román, bicho, busca concentrar esas tensiones a menos de 48 horas de jugar en la Bombonera en último partido de su equipo en la Libertadores (si pasa, define en el Maracaná), y tres días antes de volver a esa cancha para medirse con River.

"Yo entiendo la presión, pero también envidio a estos chicos, porque eran cosas por las que yo quería pasar. Deseaba que el técnico me pusiera entre los titulares de todos esos partidos. Es un momento único y no pasa seguido, aunque a Boca le suele suceder. Eso significa que estos muchachos no deben estar haciendo las cosas tan mal. Por supuesto que podemos mejorar, eso es necesario si queremos seguir compitiendo. Pero hoy somos el último argentino en la Libertadores y el único que no es de Brasil. Así que tenemos que competir".(www.REALPOLITIK.com.ar)

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