Interior
Comisiones sindicales
El día que Luis Barrionuevo fundamentó su riqueza cobrando comisiones por “dar trabajo”
En pleno gobierno de Carlos Menem, el ahora aliado de Javier Milei defendía el hecho de cobrarle comisiones a los abogados que obtuvieran trabajo derivados del sindicato que conduce. Para él, es una forma de “dar trabajo” y una práctica “lícita”.
En Argentina, hubo un Luis Barrionuevo para cada tiempo. Desde aquel que esgrimió la máxima “Tenemos que dejar de robar por lo menos dos años” hasta el que supo oficiar de jefe de campaña de Wado De Pedro para luego convertirse en libertario anticasta de la mano de Javier Milei.
En una entrevista concedida hace muchos años atrás, cuando aún portaba una oscura y tupida cabellera, el titular de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA) y entonces designado por el presidente Carlos Menem al frente de la Administración Nacional del Seguro de Salud (ANSSAL), volvió a dar cátedra de buen político.
Un periodista le consultó acerca de los orígenes de su cuantioso patrimonio personal. Como respuesta, el funcionario retrucó que trabajaba veinte horas por día: “Y si vos trabajás veinte horas por día, seguramente debés estar produciendo”, aclaró.
Motu propio, confesó que su sindicato derivaba casos a diversos estudios privados a los cuales, por entender que les daba trabajo, les cobraba una comisión. Por supuesto, su llamativa fundamentación sonó algo enredada: “Cuando yo manifestaba fundamentalmente un tema que es lícito porque es trabajo, cuando vos le das a cualquier estudio jurídico, y este es el caso de mi organización, que es mi gremio, tiene muchísimos casos judiciales, y el abogado, el estudio jurídico, cobra, y vos le estás dando trabajo, es lícito que te den un porcentaje”. “O una comisión, como vos le quieras llamar, porque esto es lícito, vos le estás dando trabajo”, añadió sin ponerse colorado.
La frase, escasamente recordada, despertó una enorme polémica por aquel entonces en una sociedad hastiada por el derroche menemista. Hoy, cuando Barrionuevo busca reinstalarse en la cima del poder sindical apoyando la candidatura de Javier Milei, la frase vuelve a resonar. Y no es para poco.
Aunque no sea de su agrado, a pesar de que hace treinta y ocho años se encuentra al frente de UTHGRA y ha tenido la oportunidad de cobrar cuantiosos sueldos del estado durante décadas, Barrionuevo no será recordado como el modelo de hombre que supo aportar mediante el sudor de su frente al crecimiento de la Argentina, sino como aquel que ha sabido acomodarse durante toda la vida a los tiempos que corren, esquivando los cambios políticos, sin producir más cosa que frases grandilocuentes y desafortunadas. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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