
Provincia
La familia de una menor con parálisis cerebral que se encuentra a la espera de una nueva operación, quedó a la deriva luego de que IOMA cesara en el pago a la empresa que le brindaba los servicios de su internación domiciliaria.
Su mamá se quedó sin trabajo formal durante la pandemia y no volvió a recuperarlo. Mientras tanto, la vida de su hija Maia comenzó a complicarse en la localidad de Chivilcoy, donde se encuentra con internación domiciliaria.
La pequeña padece una parálisis cerebral severa con epasticidad en las extremidades, por la que debió practicársele una traqueotomia, botón gástrico. Usa pañales, depende de silla de ruedas, kinesiología motora y respiratoria, nutricionista, pediatra y problemas respiratorios, por lo que es una paciente electrodependiente.
En los últimos meses su familia se quedó sin cale, internet, comida en la heladera y, más importante aún, sin respuestas de IOMA, el Instituto Médico Asistencial regenteado por Homero Giles, quien dejó de pagarle a la empresa Hospidom. La misma, que admite no cobrar desde el mes de abril, es la encargada de garantizarle el derecho a la salud a través de la internación domiciliaria.
A raíz de ello, hace aproximadamente un mes, Maia se quedó sin pediatras, kinesiólogos, nutricionista y acompañantes terapéuticos. Su mamá hace malabares limpiando casas de familia de forma irregular y vendiendo viandas de comida para sobrevivir.
Aunque presentaron un recurso de amparo a IOMA, el organismo desoye el reclamo judicial y sigue sin responder a las necesidades de la jovencita que en pocas semanas será operada de su columna por cuarta vez. Sin recursos y absolutamente sola, su mamá ya no sabe a dónde recurrir para garantizarle a su hija la atención profesional necesaria. (www.REALPOLITIK.com.ar)
¿Qué te parece esta nota?
MÁS NOTICIAS