¿Se rompió JxC?

El fracaso de la candidatura de Patricia Bullrich sacó a la luz muchas de las líneas de ruptura interna que caracterizó al espacio. A la ya consabida confrontación entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta se sumaba el desprecio tradicional del ex presidente hacia el radicalismo. Desde la Coalición Cívica, tras un breve período de perdón entre 2015 y 2016, Elisa Carrió retomó sus oscuras convicciones sobre la honestidad de Mauricio Macri. Pero, además, existía otra línea de quiebre que atravesaba los márgenes de la alianza, y que permitía unir a Larreta, Rogelio Frigerio, Emilio Monzó, Nicolás Massot y Gerardo Morales con Sergio Massa.

Las PASO de la CABA no hicieron más que profundizar los conflictos, ya que no sólo Carrió, sino también Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti denunciaron hasta el cansancio la postulación de Jorge Macri por razones de residencia. Pero la confrontación con el candidato finalmente vencedor se profundizó cuando se negó a concederle la vicejefatura de la CABA a un radical.

El golpe de mano de Mauricio Macri para cerrar con Javier Milei a principios de la semana pasada puso en evidencia estas y otras fracturas, disimuladas en lo posible hasta entonces. Los clivajes ya señalados explican el posicionamiento de un sector del radicalismo y del Pro en favor de la candidatura de Sergio Massa, aunque disfrazado de “prescindencia”. Por cierto, hubo otros reacomodamientos internos, que incluyeron, por ejemplo, el cambio de eje que parece haber adoptado el gobernador correntino Gustavo Valdés, decidido a confrontar por la sucesión de Morales a la cabeza del comité nacional de la UCR con Lousteau.

Salvo Macri y los más fieles de su claque, con la destratada Patricia Bullrich en primer lugar, quienes se manifestaron explícitamente por la alianza con el libertario, la mayoría de los referentes se expresa por la idea no tomar postura, aunque en términos discursivos que parecen desmentirla a cada paso.

La razón es bastante sencilla: después del tercer lugar en las elecciones generales, una eventual ruptura de JxC sólo podría concretarse una vez definida la disputa presidencial, en el caso de una victoria de Sergio Massa, lo que permitiría conformar un ordenamiento político en la Argentina. En caso de un triunfo de Mauricio Macri, con Milei como presidente testimonial, quienes hoy se expresan por la prescindencia intentarán mantenerse dentro del redil de un JxC que, a través del macrismo duro, se convertiría en el corazón del próximo oficialismo.

Como se ve, poco lugar para el impulso y mucho para el cálculo. Con Javier Milei adentro, la “casta” terminaría fortaleciéndose. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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