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El hecho, que fue denunciado ante la Justicia, se dio dentro del palacio municipal luego de que desapareciera correspondencia destinada al intendente y otros funcionarios, y adulteraran la máquina de fichado para cobrar horas no trabajadas.
El municipio de Tigre es un verdadero hervidero desde que se conoció que, en el mes de marzo de 2023, las notas y cartas ingresadas por mesa de entradas, a cargo de Melina Machuca, desaparecieron. Según el relato de la denunciante, que prefiere guardar su identidad por temor a represalias, las mismas habría sido sustraída por la directora del sector.
Según se cree, Machuca se encargaba de interceptar toda la documentación que ingresaba por su oficina y la leía previamente con el objetivo de cubrir a una empleada con la que tendría un estrecho vínculo, luego de que una vecina la acusara por malos tratos en su atención al público.
Para la denunciante, esta tarea la desarrollaba dentro de su domicilio, a donde se llevaba la correspondencia para repartirla los días posteriores. Por tratarse de una oficina de manejo de información sensible, este hecho enrareció el clima interno y generó cruces que terminaron en fuertes reprimendas hacia todos los empleados del área.
Sin embargo, todo se oscureció aún más cuando Machuca enfrentó a la denunciante, quien por ese entonces se desempeñaba en esa oficina, y le hizo saber que tenía fotos y videos del correo desde donde ésta habría enviado cartas en contra de su protegida. Es decir, que habría montado una especie de estado de espionaje del que nunca se conocieron imágenes.
Días después, el subsecretario de Recursos Humanos del municipio de Tigre, Daniel Morales, la convocó a su despacho para decirle que no podría seguir trabajando en el lugar y que, en caso de no aceptar la decisión, le “armarían” una causa judicial. Al mismo tiempo, por esos días la máquina de fichado de empleados había sido manipulada con el objeto de cobrar horas extras no trabajadas, algo que la denunciante también le recriminó.
“Vos de acá te vas, no te quiero en el palacio. El que decide acá soy yo, vos no te metas con Melina Machuca”, le gritó Morales en su oficina, para luego amenazarla: “Ya vas a ver lo que te va a pasar, podés terminar presa si seguís metiéndote en cosas que no te interesan, vos no tenés que hablar con nadie”.
En la misma denuncia aparecen las palabras que Machuca habría proferido contra ella, en la que se lee textualmente: “Yo tengo filmaciones tuyas que te comprometen, soy abogada, te voy a hacer una causa, no sabés con quién te metés”. Angustiada y en búsqueda de respuestas, aprovechó un acto del intendente Julio Zamora para acercarse, entregarle una carta y comentarle la situación. La respuesta la dejó sin palabras: “¿Y qué querés que haga”, le habría respondido el jefe comunal según su testimonio.
Días después, una compañera la alertaría: “Cuídate, cuidá a tu familia”, dado que había escuchado hablar de ella. En ese momento decidió presentarse y realizar la denuncia ante la policía.
Vale destacar que, al mismo tiempo, envió reiterados mails a Zamora en los que alertaba sobre el clima de trabajo reinante en el palacio municipal y pedía que “no se hicieran los distraídos”. Ninguno de ellos fue respondido. La causa se cerró en poco más de dos meses, casi como por arte de magia.
Asustada, deprimida y con ataques de pánico, la denunciante decidió presentarse ante el juzgado de Garantías Nro. 5 de Tigre, a cargo del fiscal Jorge Fittipaldi, para ratificar su denuncia y buscar protección por vía judicial. Hoy teme por su integridad física y la de su familia, dado el opaco entramado que la tiene como chivo expiatorio, luego de haber advertido de graves irregularidades en el accionar municipal. (www.REALPOLITIK.com.ar)
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