“Tenemos 44 por ciento de pobres con la tasa de desempleo más baja de los últimos quince años”

El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA) reflejó una aceleración importante de las condiciones sociales y económicas de los argentinos más vulnerables representado en el 44,7 por ciento de pobreza y un 9,6 por ciento de indigencia. Al respecto, uno de los investigadores del observatorio, Santiago Poy, reflexionó: “Estamos en niveles elevados de pobreza por ingresos y se trata de un nivel de incidencia que muestra el deterioro que ha tenido nuestro país en los últimos seis años”.

“Todo este deterioro se inicia en el año 2018, se profundiza con la pandemia, y se consolida en esta post pandemia. En el 2017 estábamos en niveles por debajo del 30 por ciento”, agregó. En cuanto a los motivos de esta situación, aclaró: “La película empieza con una alta volatilidad externa y con el acuerdo con el FMI; luego con la pandemia y lo que sucedió después, no se pudo revertir ninguno de estos desequilibrios”.

Consultado por el negacionismo del presidente saliente Alberto Fernández acerca de los datos de pobreza, quien dijo que el país estaría “explotado” de ser reales estos números, opinó: “Estas cifras que estamos dando y las que difunde el INDEC, no son comparables con el 50 por ciento de pobreza del 2001 por la metodología utilizada en aquel momento. Y con la vara actual, la pobreza hubiera sido del 65 por ciento en aquel año; es decir que son contextos no comparables”. En tanto, continuó: “En el 2019, el salario real había caído un 25 por ciento y eso no se recuperó”.

Por otro lado, Poy aventuró el impacto de las medidas que propone Javier Milei: “Hoy tenemos 44 por ciento de pobres con la tasa de desempleo más baja de los últimos quince años, por lo que con cualquier plan de estabilización que implique un enfriamiento grande de la economía se va a incrementar la tasa de desocupación. El efecto es que los hogares pierdan ingresos y mayor dificultad para llegar a la canasta básica”. Y amplió: “Si a esto se le suma un plan inflacionario, es decir que no haya controles de precios post devaluación, se va a profundizar más la situación”.

“Los programas sociales son muy insuficientes para bajar la pobreza, sin estos la tasa de pobreza sería de un 50 por ciento; el efecto es de casi cuatro puntos, es bajo. En el corto plazo vamos hacia un escenario de aumento de pobreza, por lo menos en el primer semestre”, aseveró. Por último, concluyó: “Que no empeore la realidad va a depender de la cirugía del próximo gobierno, hay que ver finalmente qué medidas adoptan”. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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